Del 23 de marzo al 11 de junio de 2023, el Palazzo Sarcinelli de Conegliano (Treviso) acogerá la exposición Vivian Maier. Sombras y espejos, comisariada por Anne Morin en colaboración con Tessa Demichel y Daniel Buso y organizada por ARTIKA en sinergia con diChroma Photography y el Ayuntamiento de Conegliano.
La exposición presentará noventa y tres autorretratos, a través de los cuales se narrará la gran fotógrafa y su incesante búsqueda por encontrar un sentido y una definición de su propio ser.
La exposición recorre la obra de la famosa niñera-fotógrafa que, a través de la cámara Rolleiflex y más tarde con la Leica, transportó a los visitantes por las calles de Nueva York y Chicago.
Vivian Maier fotografió durante más de cuarenta años, desde principios de la década de 1950, mientras trabajaba como niñera en Nueva York y Chicago. Pasó toda su vida en el más absoluto anonimato, hasta que en 2007 se descubrió su cuerpo de fotografías. Un enorme corpus compuesto por más de 120.000 negativos, películas de Super 8 y 16 mm, varias grabaciones sonoras, algunas impresiones fotográficas y cientos de rollos de película y película sin revelar. Su afición acabó convirtiéndola en una de las representantes más aclamadas de la fotografía callejera.
Así pues, la exposición del Palacio Sarcinelli explorará el tema de los autorretratos de Vivian Maier desde sus primeros trabajos en la década de 1950 hasta finales del siglo XX. Un amplio corpus de obras caracterizadas por una gran variedad expresiva y complejidad de realización técnica.
Su investigación estética puede rastrearse en tres categorías clave, que se corresponden con las tres secciones de la exposición. La primera se titula SOMBRA. Vivian Maier adoptó esta técnica utilizando la proyección de su propia silueta. Es probablemente el más reconocible de todos los tipos de investigación formal que utilizó. La sombra es la forma más cercana a la realidad, es una copia simultánea. Es el primer nivel de una autorrepresentación, ya que impone una presencia sin revelar nada de lo que representa. A través de REFLEXIÓN, a la que se dedica la segunda sección, la artista consigue añadir algo nuevo a la fotografía, a través de la idea de autorrepresentación. Maier emplea diferentes y elaboradas formas de situarse en la frontera entre lo visible y lo invisible, lo reconocible y lo irreconocible. Sus rasgos se difuminan, algo se interpone ante su rostro, se abre a un fuera de campo o se transforma ante nuestros ojos. Su rostro se nos escapa, pero no la certeza de su presencia en el momento de captar la imagen. Cada fotografía es en sí misma un acto de resistencia a su invisibilidad. Por último, la sección dedicada al MIRROR (espejo), un objeto que aparece a menudo en las imágenes de Vivian Maier. Está fragmentado o colocado frente a otro espejo o colocado de tal manera que su rostro se proyecta sobre otros espejos, en una cascada sin fin. Es el instrumento a través del cual la artista se enfrenta a su propia mirada.
“El descubrimiento tardío de la obra de Vivian Maier, que podría haber desaparecido fácilmente o incluso haber sido destruida, fue casi una contradicción. Supuso una inversión completa de su destino, porque gracias a ese descubrimiento, una simple Vivian Maier, la niñera, consiguió convertirse, póstumamente, en Vivian Maier la fotógrafa”, escribe el comisario en la presentación de la exposición.
Para más información: www.artika.it
Imagen: Vivian Maier, Autorretrato, 1959, detalle © Estate of Vivian Maier. Cortesía de Maloof Collection y Howard Greenberg Gallery, Nueva York.
Conegliano, 93 autorretratos de Vivian Maier expuestos para rastrear la obra de la niñera-fotógrafa |
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