Con motivo de los Juegos Olímpicos, la Fundación Cirulli lleva a Francia una exposición sobre la Italia del rápido siglo XX

La Fundación Cirulli de Bolonia desembarca en Francia. En colaboración con el Museo de Arte Moderno de Troyes, organiza la exposición Italia veloce. Arts et design au XXe siècle instalada en el museo francés del 22 de junio al 20 de octubre de 2024 con motivo de los Juegos Olímpicos de verano de París. La exposición, compuesta en su totalidad por obras de la Colección de la Fundación Cirulli en diálogo con la Colección Pierre y Denise Lévy del Museo de Arte Moderno de Troyes, se presenta como un viaje a través de los sesenta primeros años del siglo XX. El itinerario de la exposición, comisariada por Jeffrey T. Schnapp y Juliette Faivre-Preda, recorre 6 secciones expositivas con un total de 135 obras expuestas. La Colección de la Fundación Cirulli, iniciada por sus fundadores en los años 80 en Nueva York con el Archivo Massimo y Sonia Cirulli, reúne pinturas y esculturas de los grandes maestros, así como gráfica publicitaria, dibujos de diseño y arquitectura, fotografía y objetos de diseño, con el objetivo de narrar y valorizar el arte italiano del siglo XX, desde principios de siglo hasta el boom económico. La colección de Pierre (1907-2002) y Denise (1911-1993) Lévy revela la misma pasión por la cultura: a lo largo de cuarenta años, la pareja ha reunido una de las mejores colecciones privadas de arte moderno, que ofrece una visión única de las principales tendencias del arte francés, además de una importante colección de arte antiguo africano y oceánico. Gracias a una importante donación, la colección Lévy pasó a formar parte de los itinerarios expositivos del Museo de Arte Moderno de Troyes en 1982. La exposición “Italia Veloce” pone en diálogo ambas colecciones en un marco transnacional y europeo, y marca la reapertura al público del Museo de Arte Moderno de Troyes tras las importantes obras de restauración del prestigioso Palacio Arzobispal, sede del museo, donde un itinerario expositivo renovado introduce al público en el arte bajo la mirada de estos inspirados coleccionistas.

La exposición se abre con la investigación de los artistas futuristas que exaltaron el mundo moderno, en particular la ciudad, la máquina y la velocidad. En 1909, Filippo Tommaso Marinetti publicó el Manifiesto Fundacional del Futurismo, en el que resumía las ideas de una renovación total del arte, y más en general de la sociedad, así como el deseo de cambio que perseguía toda una vanguardia de artistas. La Fundación Cirulli conserva obras de destacados artistas futuristas, como Umberto Boccioni, Luigi Russolo, Fortunato Depero y Giacomo Balla, que forman parte de la exposición. Si Boccioni desmenuza el movimiento del hombre en el trabajo en I martellatori, alla macchina! de 1910, Balla celebra la velocidad del automóvil en movimiento en Disgregazione x velocità. Penetraciones dinámicas del automóvil, de 1913, que encarna los parámetros de energía y dinamismo a los que debe referirse el arte del nuevo siglo. Publicada en el volumen Pittura e scultura futuriste di Umberto Boccioni (1914), fue expuesta en Estados Unidos en 1915 con motivo de la “Panama Pacific International Exposition”, la exposición universal celebrada en San Francisco para festejar la finalización del Canal de Panamá; un acontecimiento en el que se expusieron más de 11.000 obras procedentes de Europa y Estados Unidos. Al finalizar la exposición, se perdió todo rastro de la obra de Balla, hasta que fue encontrada hace unos años en Estados Unidos.

El elogio de la máquina en movimiento es también un tema muy apreciado por Gerardo Dottori en su Tren a gran velocidad de 1923, mientras que en Case e Fanali, Luigi Russolo explora la ciudad moderna, con su ruido y sus luces eléctricas. La aeropintura es uno de los principales temas tratados por los artistas que se unieron al Futurismo en los años treinta, entre ellos Mario Sironi, Fortunato Depero, Bruno Munari y Thayaht (Ernesto Michahelles). La obra de Alfredo Gauro Ambrosi Atlantica Squadron Overflights Chicago (1933), que celebra el mito del vuelo, hace referencia a la hazaña histórica del aviador Italo Balbo, que cruzó el Atlántico en 1930. Perteneciente a Filippo Tommaso, la obra se expuso en la Primera Exposición Nacional de Arte Futurista, celebrada en Roma en 1934.

Futurismo y Metafísica son dos corrientes artísticas coetáneas, pero mientras el Futurismo se erige como el arte del dinamismo, el ruido y la ruptura limpia con el pasado, la Metafísica es un arte de la quietud, que evoca el silencio y la meditación y está lleno de referencias al pasado clásico. Los principales exponentes del Arte Metafísico estuvieron en París en 1910 y conocieron a los artistas más importantes del siglo XX. La colección de la Fundación Cirulli incluye varias obras de pintores vinculados a estos movimientos, como Paisaje urbano de Mario Sironi, Ciudad metafísica y Jinetes de Luigi (Gigiotti ) Zanini, así como Le Retour de RAM (Ruggero Alfredo Michahelles) combinan la ciudad moderna y la arquitectura clásica con rigor expresivo.

Más allá de la pintura y la escultura, esta búsqueda y cuestionamiento de la modernidad, teorizada en el manifiesto futurista Reconstrucción del Universo de 1915 que pretendía romper todas las jerarquías de las disciplinas artísticas, se expresa en la difusión del arte en todos los ámbitos. A partir de 1911, los hermanos Anton Giulio y Arturo Bragaglia, director y actor respectivamente, introducen los principios del futurismo en la fotografía. En el campo de la arquitectura, los dibujos de Antonio Sant’Elia representan una nueva utopía urbana que se ajusta al estilo de vida del hombre futurista. Los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial estuvieron marcados por un cambio radical en el campo del diseño como consecuencia de la utilización de nuevos materiales: el plástico, barato y accesible, se utilizó ampliamente en la creación de toda una nueva serie de objetos que simbolizaron los años del boom económico y permitieron a amplias capas de consumidores acceder a un consumo reservado a unos pocos privilegiados: objetos cotidianos diseñados por diseñadores como Marco Zanuso y Richard Sapper entraron en los hogares de los italianos. Erberto Carboni, diseñador y publicista, creó el logotipo y las campañas publicitarias de la RAI, Radio Televisión Italiana, en los años 50, mientras que RAM aplicó la técnica del collage y la estética metafísica a una serie de campañas publicitarias que presenciaron el nacimiento del turismo en Italia. El arte deja de estar destinado únicamente al museo para convertirse en una práctica social en la que diseñadores y artistas trabajan en sinergia con empresas italianas y sientan las bases del Made in Italy. La exposición concluye con una mirada al teatro y al cine, que también fueron testigos de la proliferación artística del siglo XX, tocando sus etapas más importantes, empezando por 1914, año en que se rodó“Cabiria”, el primer colosal italiano que se representó durante seis meses en París y un año en Nueva York. La sección continúa tocando el cine futurista, el neorrealismo y el cine de arte y ensayo, para terminar con Federico Fellini contado a través de las escenografías creadas por Danilo Donati que ofrecen un fresco de la extraordinaria relación entre artes visuales, arte cinematográfico y artesanía artística que están en la base de la fortuna del cine italiano. La Fundación Massimo y Sonia Cirulli pretende narrar y valorizar la cultura visual italiana del siglo XX, desde el nacimiento de la modernidad hasta los años del boom económico (1900 - 1970). Con este objetivo, la Fundación Cirulli pone en marcha proyectos culturales en Italia y en el extranjero, que incluyen la organización de exposiciones, eventos y publicaciones, y se ocupa de la rica programación dedicada a un amplio público.

Con motivo de los Juegos Olímpicos, la Fundación Cirulli lleva a Francia una exposición sobre la Italia del rápido siglo XX

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