Del 8 al 28 de septiembre de 2022, el Bunker de Caldogno (Vicenza), una estructura militar alemana construida en 1943 y convertida posteriormente en espacio expositivo, acogerá la nueva cita de #LASCIAMIANDARE, el proyecto/contenedor de Monica Marioni (Conegliano, 1972), comisariado por Maria Savarese, en colaboración con Maria Rosa Sossai e Igor Zanti, y la aportación del psicólogo Stefano Di Carlo. #LASCIAMIANDARE habla de la progresiva reconquista del propio juicio, de la perspectiva correcta de uno mismo y del mundo, al final de una relación tóxica. Partiendo de una experiencia personal, el proyecto se articula en un conjunto de obras que tienen como tema la dinámica psicológica emblemática de la dependencia emocional. La etapa vicentina de #LASCIAMIANDARE, comisariada por Maria Rosa Sossai, transforma el búnker en una casa-prisión en la que la violencia física y psicológica ejercida por los hombres contra las mujeres durante la pandemia queda retratada en una articulación de obras como vídeos, instalaciones, fotografías y dibujos.
El recorrido se abre en el primer espacio, a la entrada del búnker, donde se instala una especie de Wunderkammer compuesta por dibujos, fotografías de pequeño formato, objetos y vídeos cortos realizados durante el periodo de segregación. La arquitectura del espacio reproduce de forma alegórica la realidad cotidiana tal y como fue vivida y percibida por las presas. Cada habitación se convierte en el símbolo de una forma diferente de prevaricación: un teléfono que suena continuamente, un metrónomo que marca el tiempo, un pupitre escolar, un catre, una nevera vacía, una columna de ducha de la que continuamente sale agua. La exposición se completa con la obra de vídeo Olia, que es una representación universal de todo tipo de conflictos entre depredador y presa.
“Reconocer al otro por lo que realmente es y hace, hacia uno mismo y hacia los demás”, señala Monica Marioni, “es el nivel de conciencia que permite analizar al ’monstruo’, mirándolo directamente a la cara con la objetividad de quien conoce al detalle sus responsabilidades. Es un punto muy alto al que instar a toda víctima, es el verdadero llamamiento que este proyecto quiere hacer a cualquier persona, hombre o mujer, que haya vivido personalmente experiencias de esta naturaleza. Hacer visible, o más bien ”sensible“, lo que vive un individuo postrado por la violencia interpersonal estratégica es el impulso adicional, el paso más que el arte quiere dar para amplificar y difundir esta profunda y dolorosa toma de conciencia que se ha logrado”.
El catálogo, en el que fluirá todo el relato artístico y expositivo, está dedicado a Vittorio Carità. La próxima cita, prevista para noviembre de 2022, tendrá lugar en el Complesso Conventuale di San Domenico Maggiore de Nápoles (actual museo DOMA).
Monica Marioni nació en Conegliano Veneto (Treviso) en 1972, pero se trasladó muy joven a Vicenza, donde sigue viviendo algunos meses al año. Artista multidisciplinar, Marioni convirtió el arte en profesión tras su encuentro con Antonina Zaru, galerista, mecenas, amiga y cómplice de artistas de renombre internacional como Nam June Paik, Luca Pignatelli, Giovanni Frangi, Velasco y Salvatore Garau. Fue la primera en reconocer el potencial de Monica, impulsándola a dar sus primeros pasos en Nápoles, con una exposición colectiva en el Palazzo Crispi. La colaboración a largo plazo culminó con una invitación para crear una obra monumental como parte de un evento colateral en la 53ª Bienal de Arte de Venecia. Así creó Ego, una instalación y videoarte unidos en una sola obra. Al pasar del abstraccionismo a la figuración, y de la pintura a otras formas, llegó a la “pintura digital” con el proyecto Ninfe, presentado en Vicenza por iniciativa de la Fondazione Vignato per l’Arte, y en IO SONO, realizado en Milán en la Fondazione Stelline, comisariado por Oliver Orest Tschirky, durante el cual se encontró por primera vez con la performance, acogiendo al bailarín alemán de Butoh Imre Thormann.
Con REBUS en 2013, Monica Marioni vuelve a los medios mixtos para dar cuerpo a una narrativa etérea y enigmática, preludio de la iconicidad de las obras posteriores de“FAME!”, un proyecto concebido para la EXPO 2015 - Feed the planet, pero que pronto verá la luz para narrar todos los “fami” propios del individuo contemporáneo, a través de la copresencia de pinturas, fotos, instalaciones y momentos de performance. Con FAME! en el PAN de Nápoles, inició su colaboración con la comisaria Maria Savarese a través del proyecto cinematográfico LE UMANE PAURE: partiendo de una serie de performances del artista, el director Nicolangelo Gelormini rodó una película artística de 14 minutos. El último proyecto, HOTEL MO.MA, comisariado por Maria Rosa Sossai y presentado en febrero de 2019 en Vicenza, marcó un giro decisivo hacia un arte más minimalista y conceptual, de instalación y performance, estrechamente vinculado a una figura fundamental de la arquitectura italiana como Carlo Scarpa. En todas sus formas, la atención artística de Monica Marioni se centra siempre en la figura humana, a la que representa con un amplio y variado abanico expresivo capaz de narrar los miedos, ansiedades y neurosis del individuo contemporáneo.
Cómo recuperarse tras una relación tóxica. El proyecto #Lasciamiandare de Monica Marioni |
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