Del 16 de noviembre de 2024 al 28 de febrero de 2025, el Museo Nacional de Arte de Timișoara acogerá una selección de obras de la Fundación Roberto Longhi en viaje a Rumanía: las obras seleccionadas integrarán la exposición Luminile lui Caravaggio - Începutul Modernității în Pictura Europeană. Capodopere din colecția Roberto Longhi (“Las luces de Caravaggio - El comienzo de la modernidad en la pintura europea. Obras maestras de la colección Roberto Longhi”), una exposición dedicada al maestro Michelangelo Merisi da Caravaggio y a su influencia en el arte europeo. Comisariada en colaboración con la prestigiosa Fundación Roberto Longhi, la exposición marca un momento histórico para el arte en Rumanía, ya que por primera vez se expone una obra de Caravaggio en un museo rumano.
La exposición, realizada bajo el Alto Patrocinio del Ministerio de Cultura italiano y el Ministerio de Cultura rumano, muestra el Ragazzo morso da un ramarro (Muchacho mordido por un lagarto ) de Caravaggio y se enriquece con obras de seguidores e intérpretes del caravaggismo. A través del juego dramático del claroscuro, el realismo y la intensidad emocional típicos de Caravaggio, la exposición relata el inicio de la modernidad en la pintura, rastreando su impacto hasta nuestros días. Uno de los temas centrales de la exposición es la reflexión sobre la representación de la realidad, un concepto que Caravaggio revolucionó y que fue explorado por filósofos como Giambattista Vico y René Descartes. El "juego de espejos", metáfora muy apreciada en el Barroco, guía la disposición de la exposición, que se convierte en un diálogo entre luz y sombra, visible e invisible, apariencia y verdad.
Eldecorado escenográfico, inspirado en las técnicas barrocas, sumerge al visitante en una experiencia envolvente. Las obras se presentan con un uso estratégico de luces y sombras, mientras que las cortinas de terciopelo recuerdan el concepto barroco del teatro del mundo. Un elemento simbólico de la exposición es el uso del espejo, como objeto físico y como metáfora. En una sala específica, la obra de Caravaggio se presenta a través de un juego de reflejos que invita al espectador a cuestionar la frontera entre visión e imaginación. Este planteamiento transforma la exposición en una meditación filosófica sobre el arte como espejo de la condición humana.
La Colección Longhi se considera una especie de reflejo del caravaggismo, dentro del cual residen otros espejos, cada uno de los cuales revela perspectivas desde distintos planos y ángulos de visibilidad. Filósofos como Giambattista Vico y René Descartes consideraban el espejo no sólo un instrumento de reflexión, sino también un medio que cuestionaba la relación entre apariencia y realidad, verdad e ilusión. Del mismo modo, los planos diagonales y los nichos de la colección alteran el ángulo de percepción del observador, encarnando este cuestionamiento filosófico de cómo se refleja y se entiende la realidad.
En el espejo invertido de la pared donde se expone la obra de Caravaggio, uno se encuentra con las dimensiones invisibles del espejo, una alusión al juego entre luces y sombras que define el caravaggismo. Este aspecto invisible refleja la fascinación barroca por el juego entre visibilidad e invisibilidad, articulada en los escritos de Athanasius Kircher y las estrategias visuales del claroscuro. La exposición se inspira en las técnicas escenográficas del Barroco, en las que la luz directa y la sombra creaban contrastes dramáticos, revelando y ocultando con intención. Cortinas similares a los telones de teatro suben y bajan, encarnando la filosofía barroca del theatrum mundi, el mundo como escenario donde las apariencias cambian constantemente. Estos elementos invitan al espectador a relacionarse no sólo con lo visible, sino también con lo oculto, reflejando el discurso filosófico sobre los espejos como umbrales entre la realidad y la imaginación, la verdad y la ilusión. Así, la exposición pretende transformar el acto de contemplar en una meditación filosófica sobre la naturaleza del reflejo y la percepción misma.
Junto a las obras maestras del maestro, la exposición incluye obras de la colección de Zsigmond Ormos, fundador del Museo Nacional de Arte de Timișoara, que ofrecen un contrapunto histórico y cultural al barroco italiano, explorando el vínculo entre el caravaggismo y las prácticas coleccionistas del siglo XIX. Para enriquecer la experiencia, el museo ha organizado una serie de programas educativos, que incluyen visitas guiadas, conferencias de expertos y talleres interactivos dedicados a las técnicas pictóricas de Caravaggio y a su papel en la historia del arte.
Caravaggio por primera vez en Rumanía: las obras de la Fundación Longhi en Timisoara |
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