Del 9 de marzo al 25 de junio de 2023, el Museo e Real Bosco di Capodimonte de Nápoles acoge la exposición Gli Spagnoli a Napoli. El Renacimiento meridional, comisariada por Riccardo Naldi, profesor de Historia del Arte Moderno en la Universidad L’Orientale de Nápoles, y Andrea Zezza, profesor de Historia del Arte Moderno en la Universidad de Campania “Luigi Vanvitelli”. El proyecto expositivo se ha realizado en colaboración con el Museo Nacional del Prado, donde el 18 de octubre de 2022 se inauguró una primera versión de la exposición bajo el título Otro Renacimiento. Artistas españoles en Nápoles a comienzos del Cinquecento.
Gracias a esta colaboración, la Virgen de los Peces pintada por Rafael volverá a Nápoles por primera vez después de 400 años. El cuadro, destinado a la capilla de la familia Doce en San Domenico Maggiore de Nápoles, se convirtió en un punto de referencia fundamental para los artistas que trabajaban en Nápoles durante el siglo XVI. Posteriormente, fue retirado por los gobernantes españoles y trasladado a Madrid hacia mediados del siglo XVII.
La exposición está dedicada a uno de los momentos más fértiles y menos conocidos de la civilización artística napolitana: los treinta primeros años del siglo XVI (c. 1503-1532). El periodo, en términos políticos, supuso la extinción de la dinastía aragonesa, con el paso del Reino de Nápoles bajo el dominio de la Corona española; en términos culturales, la llegada al ápice de su gran temporada humanista, con el traspaso de Giovan Gioviano Pontano a Iacopo Sannazaro. Las innovaciones artísticas desarrolladas en aquellos años por Leonardo, Miguel Ángel y Rafael fueron transpuestas y reinterpretadas de forma original en una Nápoles aún muy viva, para la que la pérdida de su función de capital autónoma no supuso un obstáculo al desarrollo cultural sino que, por el contrario, contribuyó a la definición de un nuevo papel como correa de transmisión de la cultura renacentista entre las dos orillas del Mediterráneo.
La exposición ofrece un amplio abanico de obras de algunos de los principales artistas españoles activos en Nápoles en aquella época, como Pedro Fernández, Bartolomé Ordóñez, Diego de Siloe, Pedro Machuca y Alonso Berruguete. Trasladados a Italia mucho tiempo atrás, dieron rienda suelta a una extraordinaria originalidad inventiva en comparación con las obras ejecutadas por los mayores protagonistas del Renacimiento italiano. Los españoles se convirtieron en los protagonistas de la excepcional temporada artística del Nápoles de principios del siglo XVI, apoyados por el mecenazgo de las órdenes religiosas y la aristocracia, deseosos de dejar una huella indeleble de su grandeza financiando obras de ambiciosa magnificencia, a menudo ejecutadas, a la manera de los Antiguos, utilizando el duradero mármol de Carrara. De regreso a su patria, los españoles se convirtieron en embajadores de una declinación particular de la cultura figurativa del Alto Renacimiento, sostenida por una inventiva y una destreza técnica extraordinarias, a las que el paso de España por la estructura imperial de Carlos V dio un sabor europeo.
La exposición pretende centrarse en esta breve pero feliz temporada, destacando la altísima calidad de las obras y su carácter cosmopolita. Subyace a la exposición la convicción de que aquel florecimiento vio una conexión muy estrecha entre pintura y escultura. La confrontación entre las llamadas “artes hermanas” encontró en Nápoles un terreno especialmente fértil para el desarrollo de modelos que contribuyeron a la definición de una escuela local autónoma, de la que la exposición ofrece una amplia selección de los principales protagonistas, desde los pintores Andrea Sabatini da Salerno y Marco Cardisco hasta los escultores Giovanni da Nola y Girolamo Santacroce. Al igual que ocurrió en Roma a causa del Saqueo de 1527, para la antigua capital aragonesa y más tarde virreinal esta “edad de oro” se vio bruscamente interrumpida por el durísimo asedio francés de 1528 y la grave crisis política que sobrevino.
La principal diferencia entre la exposición de Nápoles y la de Madrid es el vínculo con el territorio: muchas de las obras de los artistas de la época se encuentran en las iglesias de la ciudad, en particular en San Giovanni a Carbonara, en el complejo conventual de San Severino y Sossio, y también en San Giacomo degli Spagnoli, símbolo de la presencia política y cultural de España en Nápoles, que es precisamente el tema de la exposición.
La exposición se realiza en asociación Museo Nacional Prado de Madrid, en colaboración con la Embajada de España en Italia y la Embajada de Italia en Madrid, el Ministerio del Interior-FEC Fondo edifici di culto y la Curia de Nápoles, y está financiada gracias al proyecto POC Capodimonte. Le rotte dell’arte della Regione Campania, cuenta con el patrocinio del Ayuntamiento de Nápoles, tiene al GESAC como patrocinador principal y se ha realizado gracias al apoyo de la asociación Amici di Capodimonte ets. Para más información, visite la página web del Museo Nacional de Capodimonte.
Capodimonte, una exposición sobre los españoles en Nápoles durante el Renacimiento. Y después de 400 años vuelve Rafael |
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