Brescia, una importante colección de miniaturas de Rosalba Carriera en plena exposición

Hasta el 8 de enero de 2023, la Fondazione Paolo e Carolina Zani in Cellatica (Brescia) dedica una exposición a Rosalba Carriera (Venecia, 1673 - 1757), titulada Rosalba Carriera. La veneciana que retrató la Europa del siglo XVIII. La exposición-dossier presenta la producción más íntima de la que la crítica ha llamado la “primera mujer pintora de Europa”: protagonista de una temporada artística irrepetible, Rosalba Carriera es celebrada aquí a través de treinta miniaturas que pintó entre 1710 y 1730 aproximadamente, procedentes de una colección privada de Londres, expuestas íntegramente por primera vez en la Casa Museo Zani.

Rosalba, extraordinaria pintora y miniaturista de origen veneciano, es contemporánea de Canaletto, Guardi, Tiepolo y otros maestros bien documentados en la colección de la Casa Museo Zani. La exposición pretende ofrecer una mirada femenina a la producción artística del siglo XVIII en la laguna, documentando un momento extraordinario de la historia del arte en el que una pintora veneciana se convirtió en una refinada y solicitada intérprete del retrato en algunas de las cortes europeas más importantes. Desde su época de aprendiz, Rosalba destacó en el arte de pintar miniaturas y eligió el marfil como soporte para sus delicados trazos al pastel, consiguiendo así dar a sus obras brillo y esplendor. Pronto se dedicó al retrato de personajes ilustres y tal fue su fama que el entonces jovencísimo rey de Francia, Luis XV, la invitó a la corte en 1720 para retratar a su familia. En París, donde Carriera permaneció cerca de un año, ingresó también en la Real Academia de Pintura, un caso, el de una pintora, claramente destinado a seguir siendo excepcional. El periodo parisino fue una época importantísima de influencia mutua con el conocido pintor rococó Jean-Antoine Watteau, del que realizó uno de los retratos más famosos, y de sofisticada frecuentación de los círculos intelectuales. Muchos eran los nobles de la corte de Versalles que aspiraban a tener un retrato suyo. Sin embargo, tras estancias en las cortes de Módena y Viena, Rosalba regresó a Venecia, donde creó un floreciente taller “femenino” y, fue en Venecia donde murió en 1757, aquejada de una cruel ceguera que ya la había llevado a abandonar la pintura a mediados de la década de 1740.

En la Casa Museo Zani se exponen retratos de caballeros, damas, nobles franceses, ingleses y austriacos. Entre ellos, el bello retrato en miniatura de Jean Baptiste Estival, alto funcionario de la administración del reinado de Luis XIV, y los del angloirlandés William Ponsonby, primer vizconde Duncannon y segundo conde de Bessborough, y William Murray, marqués de Tullibardine, noble escocés. Entre estos bellos retratos, merece especial mención el de Augusto III Elector de Sajonia, Rey de Polonia y Gran Duque de Lituania, envuelto en una regia estola de armiño. Entre los retratos femeninos figuran también varias cabezas coronadas, como la princesa Grimaldi, la princesa María y María Josefa de Austria, archiduquesa de Austria, electora de Sajonia y reina consorte de la Confederación Polaco-Lituana. Los retratos de Rosalba revelan una gran atención introspectiva destinada a investigar los aspectos psicológicos de la persona retratada y las mociones del alma, pero también una atención lenticular a los detalles de la indumentaria y los peinados, expresión del gusto y el estilo de su época, así como una fiel visión de la historia de la moda en la primera mitad del siglo XVIII. En los retratos de Rosalba, además de las delicadas poses de los retratados, se aprecia una gran sensibilidad en la reproducción de las vaporosas telas y los preciosos encajes. Los drapeados de los vestidos, las pasamanerías y los encajes están siempre resaltados por una luz viva y particular, como se aprecia, por ejemplo, en la pequeña escena de género que representa a una dama con abanico y a un hombre con larva y tricornio, una instantánea de la dolce vita veneciana que documenta la elegancia de la aristocracia europea del siglo XVIII, todos vestidos a la francesa. Junto a los retratos, la exposición incluye algunas miniaturas de tema mitológico caracterizadas por una marcada idealización de las figuras que permite a Rosalba alcanzar cotas absolutas de gracia y poesía. Es el caso del hermoso cuadro de Venus y Cupido en el que llama la atención la tez blanquísima de la diosa y la delicada pose de sus brazos rodeando al pequeño Cupido en un suave óvalo.

Entre los temas preferidos de Carriera figuran las alegorías. Realizó numerosos ciclos de las mismas, aunque sin copias. Destacan las dedicadas a las estaciones o a los cuatro elementos, como laAlegoría del agua que se presenta en la exposición, en la que una joven vierte agua de una vinagrera a una jarra. La exposición se cierra con un raro autorretrato en miniatura que revela también la identidad de Rosalba y forma parte de una serie de autorretratos que la artista realizó entre su juventud y su vejez, conservados en Venecia en el Museo del Settecento de Ca’ Rezzonico, en las Gallerie dell’Accademia, en Dresde y en Florencia. La obra expuesta la retrata en una fase madura, con el rostro enmarcado por una cascada de pulcros rizos castaños, la mirada aguda, los labios finos que apenas insinúan una sonrisa irónica. De nuevo Rosalba se detiene a describir los detalles del vestido. Lleva una chemise adornada con un jabot en el cuello, mientras que las solapas de la sobrevesta escarlata están adornadas con bordados de hilo de oro. Un estilo casi masculino, muy inusual para una mujer de la época, pero perfectamente representativo de la personalidad ecléctica y moderna de Rosalba, protagonista absoluta de un arte lleno de emociones y matices del alma.

La exposición puede visitarse de martes a viernes de 9.00 a 13.00 h., sábados y domingos de 10.00 a 17.00 h. Entrada: 10 euros tarifa completa, 7 euros tarifa reducida. Para más información: 030-2520479, www.fondazionezani.com

Brescia, una importante colección de miniaturas de Rosalba Carriera en plena exposición

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