Bianco al Femminile: un viaje por los tejidos y las tradiciones femeninas en el Palazzo Madama

El Palazzo Madama, uno de los lugares emblemáticos de la ciudad de Turín, acogerá una nueva exposición titulada Bianco al Femminile (Blanco a lo femenino), que se podrá visitar del 26 de febrero de 2025 al 2 de febrero de 2026. Comisariada por Paola Ruffino, la exposición explorará el vínculo profundo y simbólico que une el blanco -el color natural de la seda y el lino- a la figura de la mujer. Un vínculo que se manifiesta a través de siglos de artefactos textiles, desde los bordados medievales hasta el icónico vestido de novia, símbolo de la pureza y la elegancia femeninas. La exposición se desarrolla a través de una selección de cincuenta obras, todas ellas procedentes de las colecciones del Palazzo Madama, seis de las cuales han sido especialmente restauradas para la ocasión. Por otra parte, catorce objetos se expondrán al público por primera vez, ofreciendo la oportunidad de descubrir obras maestras inéditas de gran valor histórico y artístico. El recorrido expositivo serpentea a través de una serie de etapas que narran la evolución de la relación entre el blanco y la figura femenina a lo largo de los siglos, desde sus orígenes medievales hasta los desarrollos contemporáneos. El blanco, con su luz suave y su significado simbólico, es el color por excelencia que ha acompañado a la mujer en diversos momentos de su vida, especialmente en los ámbitos doméstico, religioso y ceremonial.

La exposición comienza con una inmersión en el pasado, sobre todo en los siglos XIV y XV, con bordados procedentes de monasterios femeninos, realizados en su mayoría en lino sobre tela de lino natural. Estas obras, procedentes sobre todo de la zona alemana y de la región del lago de Constanza, se caracterizan por diseños delineados por un contorno de seda coloreada, un tipo de bordado que, por su sencillez y facilidad de ejecución, se extendió también al ámbito doméstico profano. En Italia, los bordados sobre manteles y cojines, con motivos decorativos de origen medieval como pájaros, castillos y árboles de la vida, siguieron utilizándose durante mucho tiempo. Dos ejemplos muy raros de estos objetos, posiblemente procedentes de Sicilia o Cerdeña, se muestran por primera vez en esta exposición.

El periodo comprendido entre los siglos XVI y XVII marcó el nacimiento del encaje, un arte que tuvo como protagonistas absolutas a las encajeras venecianas y flamencas. El encaje blanco, hecho a mano con extraordinaria destreza, se utilizaba para cenefas y accesorios femeninos y representa un excelente trabajo artesanal que ha perdurado a lo largo del tiempo. La exposición presenta una selección de estas obras maestras, destacando la destreza y creatividad que caracterizaron el trabajo de las mujeres que se dedicaron a este arte. Como creadoras, pero también como mecenas y conservadoras de tradiciones, las mujeres han contribuido en gran medida a la evolución de este sector. En el siglo XIX, la introducción de la producción mecanizada provocó una cierta pérdida de virtuosismo en la elaboración de encajes, pero el arte del bordado con hilo blanco sobre paños de batista y muselina siguió siendo una expresión exclusivamente femenina, aunque también se practicaba profesionalmente. Cuatro ejemplares especialmente bellos de estos bordados, que decoran pañuelos femeninos, figuran entre los más destacados de la exposición, dando testimonio del alto nivel alcanzado por este arte.

El punto culminante de la moda del blanco se sitúa a finales del siglo XVIII, periodo que marcó un cambio radical en los cánones estéticos y en la forma de vestir de las mujeres. El redescubrimiento de la estatuaria griega y romana, con sus ropajes sencillos pero elegantes, influyó profundamente en la moda europea. Las jóvenes empezaron a adoptar el vestido en chemise, sujeto a la cintura por una faja, mientras que los tejidos preferidos eran ligeros e impalpables, como la muselina de algodón y la gasa de seda. Los diseños, a menudo muy delicados y minuciosos, recuerdan la porcelana de los juegos de té y simbolizan una idea de gracia y pureza.

El siglo XX termina con una de las expresiones más famosas y simbólicas del vínculo entre el blanco y la figura femenina: el vestido de novia. Una de las obras más representativas de esta sección es un vestido de novia de los años 70, corto y acompañado no por el clásico velo, sino por un chubasquero futurista, una elección que subraya la continua evolución del concepto de elegancia y pureza a lo largo del tiempo.

La exposición se enriquece además con una selección de obras de arte aplicado procedentes de las colecciones del museo, como miniaturas, grabados, porcelanas y encuadernaciones, que ofrecen un contexto más amplio y profundo a la historia textil.

Con motivo de esta exposición, el Palazzo Madama propone también un taller de costura meditativa, comisariado por Rita Hokai Piana, que se celebrará los sábados 15 y 22 de marzo y 5 y 12 de abril de 2025, ofreciendo a los participantes la oportunidad de sumergirse en la práctica del tejido y el bordado, en una experiencia de reflexión personal y creativa.

Información práctica

Horarios:

De lunes y miércoles a domingo: de 10.00 a 18.00 h. Martes cerrado

Entradas:

Incluidas en la entrada al museo: tarifa completa 10,00 € | reducida 8,00

Bianco al Femminile: un viaje por los tejidos y las tradiciones femeninas en el Palazzo Madama

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