Del 15 de octubre de 2022 al 26 de febrero de 2023, el Museo Cívico de Bassano del Grappa presenta la exposición Io, Canova. Genio europeo, con motivo del bicentenario de la muerte del célebre artista. La amplia exposición, comisariada por Giuseppe Pavanello y Mario Guderzo bajo la dirección científica de Barbara Guidi, organizada por los Museos Cívicos de Bassano del Grappa en colaboración con Villaggio Globale International, y realizada con el apoyo de la Región del Véneto, con el patrocinio y la contribución del “Comité Nacional para las celebraciones del bicentenario de la muerte de Antonio Canova” y con el acto de inauguración colocado bajo el Alto Patrocinio del Parlamento Europeo, pretende ir “más allá” del universo estético de Canova. En efecto, pretende restituir una imagen inédita del gran escultor, fascinante y de gran actualidad, revelando al hombre, al coleccionista, al diplomático, al mecenas: una de las personalidades más significativas del mundo cultural y político de finales del siglo XVIII y principios del XIX. También pretende indagar en ciertos aspectos como su formación, sus pasiones como coleccionista, su participación en la historia europea de este artista capaz de orientar el gusto de toda una época.
Unahistoria contada a través de imágenes que combina el rico patrimonio artístico y documental de Canova presente en Bassano del Grappa, custodio de una de las colecciones más extensas e importantes del mundo para el estudio y el conocimiento del gran escultor, con préstamos nacionales e internacionales: de las obras maestras del maestro, como el mármol de la princesa Leopoldina Esterhazy Liechtenstein, el gran yeso de la Religión de los Museos Vaticanos, el imponente Marte y Venus de la Gipsoteca de Possagno, realizado para Jorge IV deInglaterra, el Endimión dormido de la Accademia di Belle Arti de Rávena o la Bailarina con el dedo en la barbilla de la Pinacoteca Agnelli, por citar sólo algunas, hasta las numerosas obras que permiten reconstruir el contexto en el que vivió y trabajó Canova. Entre ellas, el Retrato del senador Abbondio Rezzonico de Batoni, el Retrato de Clemente XIII de Mengs y el Retrato del emperador Napoleón I de Gérard, cuadros de Tiépolo y Moretto da Brescia que pertenecieron a Canova, y obras maestras de Paolo Veronese, Ludovico Carracci y Guido Reni que trajo a Italia en 1815 gracias a una misión diplomática. En total se expondrán más de 140 obras, entre esculturas, pinturas, dibujos y documentos preciosos, procedentes de importantes colecciones públicas y privadas italianas y europeas, como la Galería de los Uffizi de Florencia, la Pinacoteca Nacional de Bolonia, el Museo di Castelvecchio de Verona, el Museo Correr de Venecia, la Protomoteca Capitolina, los Museos Vaticanos, la Malmaison de París, la Albertina y el Kunsthistorisches Museum de Roma.Albertina y el Kunsthistorisches Museum de Viena, el Schloss Esterhazy, la Alte Pinakothek de Múnich, el Musée National du Château de Fontainebleau o la Daniel Katz Gallery de Londres, acompañarán a los visitantes primero dentro del universo creativo del maestro, y después tras las huellas del Canova viajero’ de Italia a las grandes cortes de Europa.
La exposición también recorrerá las vicisitudes de algunos encargos importantes, como el Damosseno y el Creugante, elHércules y la Lica, el monumento funerario para Horacio Nelson y el del Papa Clemente XIII, el monumento ecuestre a Fernando IV de Borbón y el de Napoleón; relatará las relaciones con mecenas, pontífices, príncipes y nobles, del Falier al Rezzonico, del rey Jorge IV a Alejandro Baring, del papa Pío VII a Francisco I de Austria, de Josefina de Beauharnais a Paulina Bonaparte, pasando por Napoleón. Por último, evocará las relaciones que Canova mantuvo con artistas y hombres de letras de su época, como Angelika Kauffmann, Anton Raphael Mengs y Carlo Albacini.
Un acontecimiento excepcional lo representa la llegada a Bassano del Grappa, procedente de Inglaterra, del gran mármol redescubierto recientemente, tras casi dos siglos en los que se habían perdido sus huellas, y nunca antes expuesto en una muestra: la Magdalena yacente, última obra maestra de Canova. Pintada poco antes de su muerte para Robert Jenckins, segundo conde de Liverpool y primer ministro británico, la figura yacente fue reconocida tras muchos años de olvido.
Serán tres los capítulos en los que se desarrollará el itinerario expositivo, firmado por el Studio Antonio Ravalli Architetti como parte de un proyecto más amplio de remodelación de todo el Museo Cívico de Bassano: “El hombre y el artista”, “Canova y Europa” y “Canova en la Historia”, este último dedicado a la relación que el escultor mantuvo con Napoleón y los Bonaparte y a los viajes que realizó a Londres y París en 1815 para juzgar los mármoles del Partenón y recuperar las obras de arte que los franceses habían robado en la península. De hecho, Ercole Consalvi, Secretario de Estado de la Santa Sede, le encomendó la tarea de recuperar las obras robadas por los franceses tras el Tratado de Tolentino de 1797. Esta última empresa se destaca especialmente en la exposición y nos recuerda una vez más la importancia de la figura de Canova para el arte italiano, más allá de su genio. A pesar de la feroz oposición que encontró y de las muchas angustias que la misión a París provocó en su templado temperamento, Canova supo aprovechar la positiva coyuntura internacional y jugar con astucia y diplomacia. Así, mientras Dominique Vivant Denon, director del Louvre desde 1802, defendía el botín francés, Canova buscó el apoyo de Hamilton, subsecretario del ministro de Asuntos Exteriores británico, de Wellington, el gran comandante inglés que había derrotado a Napoleón en Waterloo, y del canciller austriaco, el príncipe de Metternich. El 25 de octubre de 1815, un convoy de cuarenta y un carros tirados por doscientos caballos con 249 obras partió de París hacia diversos destinos en Italia. Los vagones fueron recibidos por la festiva población local. Para atestiguar este momento, también se exponen en Bassano el antiguo molde de escayola del Laocoonte prestado por los Museos Vaticanos, la Deposición de Paolo Veronese, La Fortuna de Guido Reni y laAsunción de la Virgen y La Carraccina de Agostino Carracci. Canova, que también había conseguido una contribución de diplomáticos británicos para financiar los gastos de transporte, viajaría en breve a Londres.
Para la exposición, algunos de los famosos mármoles de Canova conservados allí habían sido cedidos oficialmente por el Museo Estatal del Hermitage de San Petersburgo. Asimismo, del Museo Nacional de Kiev iba a llegar Paz, una alegoría en mármol, nunca tan de actualidad. Con el estallido del conflicto ruso-ucraniano, la renuncia a tales préstamos fue inevitable y convenció.
Para más información: www.museibassano.it
Horario de apertura: Todos los días, festivos incluidos, de 9.00 a 19.00 h. Cerrado los martes.
Entradas: Completa 12 euros, reducida 10 euros.
Bassano del Grappa, gran exposición sobre Canova con motivo del 200 aniversario de su muerte. Desde Inglaterra, la Magdalena yacente |
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