Amin Gulgee protagoniza en Roma la exposición individual "7.7


En el Mattatoio de Roma se presenta "7.7", una exposición individual de Amin Gulgee con dos grandes instalaciones.

El artista y performer pakistaní Amin G ulgee llega al Mattatoio de Roma, del 26 de julio al 26 de agosto de 2018, con la exposición ’7.7’ comisariada por Paolo De Grandis y Claudio Crescentini y co-comisariada por Carlotta Scarpa. Amin Gulgee es un innovador de la tradición, su medio es el metal y se inspira en la rica y variada historia artística y espiritual de su Pakistán natal. Su viaje expresivo, vinculado a la mitología hindú, las figuras del pensamiento budista y la caligrafía islámica, se ha desarrollado a lo largo de los años a través de esculturas e instalaciones.

El evento incluye la presentación de dos grandes instalaciones que se desarrollan por contraste a través de la plenitud y el vacío, la luz y la sombra hasta la síntesis de una videoinstalación. Instaladas en los espacios de La Pelanda, las dos instalaciones simbolizan la investigación expresiva del artista, que partió de un versículo del Corán que afirma que Dios “enseñó al hombre lo que no sabía” (Corán, 96:5). Este es, en esencia, el leitmotiv de la artista, que se repite primero de forma legible y luego progresivamente deconstruido y finalmente fragmentado.

Este texto caligráfico aparece y vuelve como una preocupación persistente, casi obsesiva, en las obras del artista, manifestándose en diversas composiciones escultóricas a veces en forma de construcciones geométricas, signos que se nutren idealmente de la geometría de los fractales. El fragmento es la imagen del todo. Con su intuición artística, Amin Gulgee demuestra el profundo vínculo que existe entre las matemáticas, el arte, el espíritu y la naturaleza, y el hilo conductor, una vez más, es la belleza.
A caballo entre la belleza “apolínea” y la “dionisíaca”, las letras descompuestas y liberadas de la semántica adquieren un significado simbólico que, como tal, posee, por una parte, una inmediatez estético-sensible y, por otra, avanza hacia una relación con el otro que rechaza la dominación y la posesión, ofreciendo así la posibilidad de establecer un diálogo espiritual concreto con el mundo. En busca del sentido más profundo, el visitante puede así desenredar el hilo del ovillo en este camino laberíntico.
En última instancia, toda la obra de Amin Gulgee es siempre y en todas partes rítmica. Los signos en constante cambio y las letras evertidas son verdadera música visible y la arquitectura global encuentra así una nueva forma. Una forma en perpetuo devenir, un signo a descodificar en una especie de atemporalidad cuyo contrapunto es el espacio que estimula la reflexión y se convierte él mismo en un instrumento cognitivo, una mesa donde se miden pasado y presente.

Para realizar las dos obras, Gulgee eligió el cobre, que junto con el carboncillo y la proyección de un algoritmo se convierte en el testimonio de un camino simbólico de cambio, de reflexión personal y universal al mismo tiempo, un camino marcado por la recuperación de la tradición hacia el futuro.

La exposición está promovida por Roma Capitale - Assessorato alla Crescita Culturale y Azienda Speciale Palaexpo, y organizada en colaboración con PDG Arte Communications y laEmbajada de la República de Pakistán en Italia.
La entrada es gratuita.

Imagen: Amin Gulgee, Coal Carpet

Amin Gulgee protagoniza en Roma la exposición individual
Amin Gulgee protagoniza en Roma la exposición individual "7.7


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