22 obras gráficas de Joan Miró expuestas en la Galería de Arte Fornaciai de Florencia

Del 19 de octubre al 11de noviembre de 2018, la Galería de Arte Fornaciai de Florencia acoge la exposición Joan Miró. MIROGRAFÍA: Obra gráfica 1961-1976, comisariada por Stefano Masi. Se expondrán 22 obras del artista catalán procedentes de una colección privada, la mayoría de ellas presentadas al público por primera vez.

La exposición se abre con cinco aguafuertes del Álbum Espriu-Miró de 1971 , publicado por la histórica galería barcelonesa Sala Gaspar: el frontispicio y cuatro aguafuertes, originalmente acompañados de otros tantos poemas del escritor catalán Salvador Espriu, todos ellos impresos en papel Guarro hecho a mano y firmados por el artista. También se exponen los cinco grabados que comentan El Pi de Formentor, poema de Costa Llobrera considerado una de las obras maestras de la poesía romántica catalana, inspirado en los pinos que salpican las escarpadas paredes del promontorio de Formentor, en el extremo norte de Mallorca, lugar muy querido tanto por el poeta como por Miró.

También destacan la litografía Álbum 19, una de las obras más representativas de Miró de principios de los años sesenta, y Ronde de Nuit, concebida para la legendaria revista parisina nº 186 de la legendaria revista parisina fundada en 1946 por Aimé Maeght, "Derrière le Miroir", que publicaba numerosas litografías de los artistas más importantes que exponían en la Galería Maeght de París, como Chagall, Giacometti, Kandinsky y Matisse.

Por último, seis litografías en color de la serie Homenatge a Joan Prats, publicadas en 25 ejemplares en 1971, todas numeradas y firmadas por el artista. Las litografías son un homenaje a Juan Prats, promotor artístico y cultural catalán, fundador con Mirò de la Fundación Joan Mirò de Barcelona.

Iniciado en las técnicas del grabado por el pintor cubista de origen polaco Louis Marcoussis, en su taller parisino, equipado con una imprenta, Miró aprendió las más variadas técnicas de grabado, que pronto empezaron a desempeñar un papel nada desdeñable en su producción artística, hasta el punto de llevarle a afirmar: “el grabado enriquece mi pintura; me sugiere nuevas ideas; me empuja a crear sobre nuevas bases. Todo está relacionado”.

En Nueva York, durante la década de 1940, Miró siguió explorando las técnicas calcográficas, pero fue el marchante Aimé Maeght, de la galería parisina del mismo nombre, quien fundó laImprimerie ARTE(Arts et Techniques graphiques) y la revista “Cahiers du miroir”, que le apasionaron cada vez más por el mundo de la litografía, publicando numerosos grabados individuales, álbumes y carpetas, pero también carteles, invitaciones, portadas de libros e incluso postales.

El año 1967 marcó un punto de inflexión en su producción gráfica, cuando su amigo Robert Dutrou le introdujo en la técnica del carborundo, desarrollada por el pintor y grabador franco-americano Henri Bernard Goetz, que consiste en añadir carbonato de silicio, conocido como carborundo, a la plancha de grabado para crear una superficie rugosa y granulada (aquí se muestra L’Astre du labyrinthe, uno de los primeros ejemplos del uso de esta técnica). Combinando el carborundo con otros métodos calcográficos, aprendidos a lo largo de su carrera artística, incluido en particular el aguatinta más tradicional, Miró forjó “imágenes capaces de rivalizar con cualquier tipo de pintura”.

Fruto de un lúcido abandono a su propia inspiración, la producción gráfica del artista catalán es posible gracias a la paradójica unión entre la dimensión inconsciente, sede de su magma creativo, y el conocimiento consciente del medio expresivo y de los procesos de impresión, como él mismo sugiere cuando escribe: “Para la litografía y el grabado hay que dominar el destino, pero nunca dejarse dominar por él”. En este terreno se expresa también el profundo vínculo de Mirò con la poesía, y en especial con la de los principales exponentes del siglo XX, sobre todo franceses y catalanes, cuyos versos ilustró a menudo, elaborando un lenguaje artístico ad hoc compuesto por esos signos misteriosos, jeroglíficos casi enigmáticos, que Raymond Quenau define no erróneamente como “miroglíficos”.

Horario de apertura: de lunes a sábado de 10.00 a 13.00 y de 15.30 a 19.30 horas.
Entrada gratuita.

22 obras gráficas de Joan Miró expuestas en la Galería de Arte Fornaciai de Florencia

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