Orvieto, las estatuas monumentales de los apóstoles y santos patronos vuelven al Duomo tras 122 años


En Orvieto, después de 122 años, vuelven al Duomo las esculturas monumentales de santos y apóstoles realizadas entre 1556 y 1722.

Un gran regreso a la catedral de Orvieto: después de nada menos que 122 años, las doce estatuas de los apóstoles y cuatro de los santos patronos, realizadas en varias ocasiones y por diferentes escultores entre 1556 y 1722, vuelven al famoso edificio de culto umbro. Un traslado que sigue al que tuvo lugar en marzo del grupo escultórico de laAnunciación, obra maestra del escultor protobarroco Francesco Mochi (Montevarchi, 1580 - Roma, 1654), realizada entre 1603 y 1608 por encargo de la Ópera del Duomo de Orvieto.

En cuanto a las estatuas de los apóstoles, la primera en realizarse fue la de San Pablo, obra de Francesco Mosca conocido como il Moschino (Florencia, ¿1523? - Pisa, 1578) en 1556; seguido de San Pedro de Raffaello da Montelupo (Montelupo Fiorentino, 1504 - Orvieto, 1566) en 1557, Santo Tomás, San Juan y San Andrés de Ippolito Scalza (Orvieto, 1532 - 1617) y colaboradores, Santiago el Mayor de Giovanni Caccini (Montopoli in Val d’Arno, 1556 - Florencia, 1613), San Mateo de Pietro Francavilla (Pierre Franqueville; Cambrai, 1548 - París, 1615) basado en un dibujo de Giambologna y el San Filippo de Francesco Mochi, todas obras realizadas antes de 1612. Obras posteriores son San Bartolomé, obra de 1618 de Ippolito Buzi (Viggiù, 1562 - Roma, 1634), San Tadeo esculpido por Mochi en 1644, y Santiago el Menor y San Simón de Bernardino Cametti, realizados en 1722. Los cuatro santos patronos de la ciudad son San Rocco de 1593, San Costanzo de 1598 y San Brizio de 1601, todos obras de Fabiano Toti (? - Orvieto, 1607), y San Sebastián de 1554-1557 de Moschino y Scalza.



Las estatuas fueron retiradas de la catedral de Orvieto en 1897 (en aquella época se pretendía devolver a la catedral su austero aspecto medieval, por lo que se eliminaron los añadidos barrocos, empezando por las estatuas) y en los últimos años habían estado expuestas en una sede independiente del Museo dell’Opera del Duomo, la antigua iglesia de Sant’Agostino. Se viene hablando de su regreso a su emplazamiento original desde 1986 (uno de los más ardientes partidarios de su vuelta al Duomo fue Federico Zeri), época de la que data el primer proyecto de la superintendencia, pero sólo ha podido realizarse este año: Varios sujetos contribuyeron al resultado, a saber, la propia superintendencia, la Ópera del Duomo, el Ayuntamiento de Orvieto, la diócesis de Orvieto-Todi y Enea, que se ocupó de los aspectos científicos e innovadores de la prevención del riesgo sísmico (todas las estatuas fueron de hecho equipadas con bases antisísmicas). La devolución de las estatuas también brindó la oportunidad de realizar verificaciones estructurales de los elementos arquitectónicos de la catedral y algunas intervenciones para mejorar su comportamiento en caso de terremoto.

“Este proyecto representa, por su complejidad, un caso sin precedentes en la historia de la restauración”, declaró el presidente de la Ópera del Duomo, Gianfelice Bellesini. “Instituciones y profesionales, con pasión y competencia, han dirigido un trabajo de equipo gracias al cual, en un plazo razonable, hemos podido poner fin a este melancólico exilio. Es una gran emoción para nosotros”. En cuanto a las mejoras sísmicas, Gerardo De Canio, investigador de la ENEA que supervisó los trabajos, declaró que "las bases de las estatuas se reconstruyeron con fragmentos de los materiales originales y soluciones para mejorar su comportamiento sísmico. Además, realizamos intervenciones para reducir la masa sísmica, anclando los pilares al suelo y colocando el zócalo de los pilares a ras’. El profesor Antonio Paolucci, presente ayer en la ceremonia de inauguración, declaró que “las estatuas de los Apóstoles y de los santos patronos, que después de 122 años han vuelto al Duomo, representan una brillante idea catequética y teológica”. La escritora Susanna Tamaro, miembro de la Opera del Duomo de Orvieto, comentó: “el regreso de las espléndidas estatuas se produce al final de un exigente camino y representa, sin duda, una extraordinaria restitución de un contexto negado durante largos años”.

El importante acontecimiento fue presentado ayer a las 17.00 horas por Antonio Paolucci, que siempre ha sido uno de los partidarios más activos del regreso de las obras al Duomo: a la presentación siguió una lectura teológica a cargo de monseñor Giacomo Morandi, secretario de la Congregación para la Doctrina de la Fe, y la bendición solemne impartida por el obispo de Orvieto, Benedetto Tuzia. A la presentación seguirán diversos actos que concluirán con las celebraciones del Corpus Domini: también habrá una exposición fotográfica sobre el regreso de las estatuas, instalada en el sótano del Museo dell’Opera del Duomo de Orvieto, que se inaugurará el 7 de diciembre y podrá visitarse gratuitamente hasta el 12 de abril de 2020.

En la foto: Catedral de Orvieto vista desde la Torre del Moro. Foto Crédito

Orvieto, las estatuas monumentales de los apóstoles y santos patronos vuelven al Duomo tras 122 años
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