Esta mañana se ha presentado en Florencia, en la sede de la Fondazione Cassa di Risparmio di Firenze, el [no]festival de narrativas populares (e impopulares), titulado Ci sono sempre parole (Siempre hay palabras), el primer festival “difuso” sobre narrativas y cuentacuentos que se centra en las personas y sus historias de vida. El festival tendrá lugar del 6 de octubre al 30 de noviembre de 2018 en tres municipios de la zona deEmpolese Valdelsa (Montelupo Fiorentino, Capraia e Limite, Montespertoli) y será un evento que, a través de la narración y la escucha, reconstruirá las conexiones dentro de la comunidad, cimentando la empatía, en un momento de la historia en el que las relaciones interpersonales están filtradas por la virtualidad de las comunicaciones: así, sacar a la luz historias cotidianas se convierte en un medio a través del cual las personas se encuentran, se escuchan y se reconocen. Esta es la primera edición de un “no festival” en el que la palabra contada en directo es el alma de la iniciativa.
El festival, idea de Andrea Zanetti, que junto con Cinzia Compalati es también su director artístico, está promovido por MuDEV - Museo Diffuso Empolese Valdelsa y YAB - Young Artist Bay, y cuenta con el apoyo de la Región de Toscana y la Fondazione CR Firenze, media partner Finestre sull’Arte. Se dividirá en tres momentos distintos: el punto de partida será la exposición J.O.B.S. - Join Our Blended Stories. Historias de trabajadores en exposición (en el Palazzo Podestarile de Montelupo Fiorentino del 6 de octubre al 16 de diciembre de 2018), una colectiva de arte contemporáneo, comisariada por Andrea Zanetti y promovida por Cgil, Cisl y Uil de Florencia, que contará el mundo del trabajo a través de objetos de trabajadores reinterpretados por dieciséis artistas contemporáneos (Emiliano Bagnato, Cristina Balsotti, Carolina Barbieri, Lorenzo Devoti, Sabrina Feroci, Paolo Fiorellini, Lorena Huertas, Stefano Lanzardo, Roberta Montaruli, Enrica Pizzicori, Aurore Pornin, Francesco Ricci, Eleonora Roaro, Francesco Siani, Stefano Siani, Zino). A continuación, del 9 al 11 de noviembre, entraremos en el meollo de la cuestión con I racconti dei Cittadini, en diversos lugares de Capraia y Limite: los habitantes de la zona, acompañados por actores profesionales, contarán sus historias al público en un ameno intercambio de palabras y emociones. Por último, el 30 de noviembre se clausurará con Le narrazioni popolari, un concierto de Ginevra Di Marco inspirado en las historias de la gente del pueblo: al mismo tiempo, dos meses antes del concierto, diez clases de la zona de Empolese Valdelsa seguirán la producción de la refinada artista toscana, convirtiéndose en sus “bloggers” y contando las historias entre bastidores a través de la web y las redes sociales.
Ci sono sempre parole quiere distinguirse por su innovación: es, de hecho, un festival difuso tanto temporal como territorialmente, un festival sin peces gordos, que invierte los papeles, donde los protagonistas son los ciudadanos, y que pretende museizar a la comunidad, planteándose además como un evento que puede remodelarse y reproducirse en otros lugares, allí donde haya historias que contar. La comunidad se convierte así en actor y escenario al mismo tiempo. Incluso los lugares elegidos para las historias se convertirán en fundamentales en el proceso regenerativo de la identidad individual y territorial.
El Museo Diffuso Empolese Valdelsa", afirma Barbara Tosti, responsable del sector de arte y cultura de CR Firenze, “tiene las competencias adecuadas para la conservación y la valorización, y también para la inclusión de la ciudadanía: por tanto, puede introducir contenidos estratégicos para la puesta en práctica de nuestra identidad”. El [no]festival forma parte de la acción estratégica de la Fondazione CR Firenze para valorizar la identidad y la cultura del territorio, para hacer participar a los ciudadanos de forma activa e inclusiva".
“Este festival”, subraya Cinzia Compalati, “nos permite dar una estocada sobre el tema de la comunidad, y tiene dos objetivos. El primero es científico y también bastante ambicioso: queremos intentar encontrar una metodología museológica que nos permita experimentar con la musealización de la comunidad, entendida del mismo modo que el patrimonio artístico (la comunidad es tan importante para nosotros como una obra de arte). Y tratamos de musealizarla a través de las historias y los temas del festival. El segundo objetivo es crear y recrear un vínculo con la comunidad, con los ciudadanos, que son los primeros usuarios de nuestros museos, pero que también son un increíble patrimonio humano con el que queremos trabajar. La palabra clave del festival es, en efecto, ”patrimonio humano“. Además, el festival tiene tres características muy innovadoras: la primera es que hemos optado por no acoger a grandes nombres. No tenemos grandes nombres: nuestros grandes nombres son los ciudadanos. La segunda es la de ser un festival difuso, que tiene lugar en distintas épocas y territorios. Por último, otro elemento innovador es el de no ser un festival en el sentido tradicional, hasta el punto de que hemos querido llamarlo [no]festival. Esto, sin embargo, no es por impugnación: el festival tiene normalmente un público pasivo, y a nosotros nos gustaría invertir el papel, nos gustaría que el público se transformara, que desempeñara un papel activo”.
“Sentimos la necesidad de ir más allá”, precisa Andrea Zanetti: "queremos recuperar la capacidad de escucha. Una capacidad de escucha que a través de este festival subvertirá los roles: es una escucha que no es pasiva, sino una escucha que se regenera para que cada uno se reconozca en las historias de los demás, es una escucha que crea conexiones. Queremos entonces poner en primer plano las historias cotidianas contemporáneas y reunirlas con otras historias cotidianas contemporáneas, porque es a través de la capacidad de entrar en la historia de otro que comprendemos que nuestras preocupaciones son también las de otro, y podemos así descubrir elementos positivos, momentos de solidaridad, de redención. Estas operaciones son aparentemente triviales, pero necesarias, tanto cultural como políticamente. Se dice que debemos acostumbrarnos de nuevo a escuchar a la gente, pero también a hablar mejor y a hablar menos: la capacidad de escuchar, la capacidad de utilizar las palabras adecuadas. Para subrayar la importancia de estos aspectos, también hemos pensado en acciones concretas dentro del festival, por ejemplo habrá un homenaje al Museo de la Empatía de Londres, que tuvo su éxito gracias a una iniciativa aparentemente banal pero extraordinaria, la de permitir a los visitantes del museo llevar zapatos que cuentan las historias de quienes los habían llevado antes, e imaginaremos algo parecido.
Tenemos muchos festivales", señala Giacomo Cucini, alcalde delegado de cultura y turismo de la Unione Circondario Comuni dell’Empolese Valdelsa. Cada uno de nuestros municipios tiene su propio festival específico. El verdadero reto es hacer un festival Empolese Valdelsa, único e innovador, apoyado por todas las administraciones. El [no]festival pretende contar la historia del territorio y sus momentos fundamentales desde los ciudadanos y la comunidad, haciéndoles protagonistas, y dándoles automáticamente un conocimiento en profundidad del patrimonio, tanto museístico como territorial. Nuestros once municipios quieren recrear el sentido de comunidad, quieren crear encuentros y agregación, y por lo tanto también con un festival de este tipo pretendemos no perder las tradiciones, aprender, reflexionar a través de las historias de vida, crecer".
“Nuestro camino”, declaró finalmente Francesco Magnelli, músico y colaborador histórico de Ginevra Di Marco, “prevé un trabajo basado en la tradición popular, pero abierto a todas las demás culturas: conocer la propia tradición es el punto de partida para abrirse al mundo. El festival cuenta la historia a partir de la gente y los ciudadanos: y pondremos música a los problemas de la gente. Esto también es algo nuevo para nosotros: quizá sea la primera vez que trabajamos tan estrechamente con los ciudadanos, recuperando sus historias para llevarlas a la música y a una representación”.
En la imagen, un momento de la presentación del [no]festival de narrativas populares (e impopulares)
Florencia, presentó el [no]festival de narrativas populares e impopulares, el festival donde los grandes nombres son los ciudadanos |
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