Bolonia dedica un rico programa de iniciativas a la pintura boloñesa, en previsión de una gran exposición

Un rico programa de actividades, que incluye visitas guiadas, conferencias, talleres y exposiciones temporales, dedicado a la pintura boloñesa desde la época napoleónica hasta el comienzo de la Gran Guerra: Se trata del proyecto Bologna pittrice | il Lungo Ottocento | 1796-1915, comisariado por Roberto Martorelli e Isabella Stancari, realizado en colaboración con el Ayuntamiento de San Giovanni in Persiceto, Confcommercio Ascom Bologna, Fondazione Cassa di Risparmio in Bologna, Genus Bononiae, que tendrá lugar entre Bolonia y San Giovanni in Persiceto del 1 de diciembre de 2023 al 17 de marzo de 2024.

La iniciativa sirve de introducción preparatoria a la exposición Pintura en Bolonia en el Largo Siglo XIX 1796 - 1915, programada del 21 de marzo al 30 de junio de 2024 como exposición repartida en numerosas sedes. En esta ocasión se podrá contemplar un corpus de obras, muchas de ellas nunca antes expuestas, variado en cuanto a géneros y temas representados. El proyecto expositivo, concebido y coordinado por el Museo Cívico del Risorgimento del Settore Musei Civici Bolonia a partir de los tres álbumes fotográficos que documentan la producción artística y arquitectónica de Bolonia en la segunda mitad del siglo XIX donados por Raffaele Belluzzi (1839-1903), promotor del propio museo y posteriormente su primer director, ha encontrado el apoyo de numerosas organizaciones, museos, galerías, asociaciones y estudiosos comprometidos desde hace tiempo con la valorización y el estudio del patrimonio artístico y cultural del siglo XIX conservado en la ciudad.

Tras décadas en las que la ciudad de Bolonia no dedicó un estudio monográfico al tema de la pintura boloñesa, la exposición pretende proponer un nuevo impulso interpretativo para ofrecer una visión de conjunto de la riqueza y complejidad de esta fervorosa temporada pictórica, haciendo balance de los nuevos descubrimientos y reconstrucciones biográficas adquiridos en los últimos años.

Con el fin de la dominación papal y la entrada en el Reino de Italia, Bolonia entró en un periodo tumultuoso y extremadamente complejo: cambios urbanos, sociales y económicos, inicio de la industrialización, escalada de las luchas sociales y políticas, hasta la entrada en guerra en 1915. Al igual que en otros centros urbanos de Italia, esta sucesión de acontecimientos se reflejó también en el ámbito de la cultura y las artes, fomentando una estrecha confrontación entre la cultura académica y la de vanguardia. Aún hoy, existe una fuerte tendencia a definir la escuela de arte local como “académica” sin ir más allá de esta consideración, que aunque importante, no debe considerarse exclusiva. Y esto lleva incluso a no valorar en su justa medida el papel de la Academia de Bellas Artes, que, con sus concursos Curlandesi y Baruzzi, fue una de las principales encrucijadas de la confrontación artística nacional.

A lo largo del “Largo siglo XIX” se crearon en la ciudad instituciones como el Collegio Venturoli (1825), asociaciones como la Francesco Francia (1894) o el Comitato per Bologna Storica e Artistica (1899), el movimiento artístico Aemilia Ars, surgido en torno a la figura de Alfonso Rubbiani, y otros gremios y cenáculos de menor duración. Con sus exposiciones, la Sociedad para la Protección de las Bellas Artes fomentaba la venta de obras a particulares, un incentivo nada desdeñable para que los artistas produjeran obras menos académicas, aptas para un público burgués y menos elitista. Todo este fervor artístico y organizativo se reflejó también en un impresionante número de publicaciones periódicas y revistas de arte, y ayudó al desarrollo de una de las imprentas italianas más importantes de la época, la Litografia Chappuis, con la que colaboraron artistas como Marcello Dudovich.

Bolonia, aunque no tenía el tamaño de otros grandes centros italianos (Milán, Roma, Turín, Génova), era la encrucijada geográfica y cultural de la península. 1888 fue el año del punto de inflexión. Bajo el magisterio de Carducci, la ciudad era candidata de facto al papel de capital cultural de la Tercera Italia: las celebraciones del octavo centenario de la Universidad y la Esposizione Emiliana situaron a Bolonia en el centro de la atención nacional, mostrando los progresos realizados por la ciudad tras la Unificación de Italia. El arte desempeñó un papel fundamental, con el grandioso Pabellón de la Música en los Giardini Margherita y la Esposizione delle Belle Arti en San Michele in Bosco. Por otra parte, los artistas boloñeses no dejaron de participar en las grandes exposiciones nacionales e internacionales, desempeñando a menudo un papel protagonista, recibiendo encargos de casas reales, gobiernos y familias de importancia internacional.

Bolonia pittrice | il Lungo Ottocento | 1796 -1915 quiere representar, por tanto, la primera expresión proyectual de un compromiso sinérgico que pretende acercar la cultura figurativa del siglo XIX a públicos de diferentes edades e intereses, promoviendo el conocimiento de figuras, lugares y colecciones vinculados, de diversas maneras, a esta producción artística ampliamente testimoniada en el territorio. Las iniciativas serán múltiples: tres exposiciones temporales, trece conferencias, veintitrés visitas guiadas, una recreación histórica y doce lugares en un itinerario por el siglo XIX, con la intención de destacar el papel de los artistas más conocidos, así como de aquellos injustamente olvidados o desatendidos.

El calendario completo de eventos está disponible en www.museibologna.it y en www.storiaememoriadibologna.it/ottocento.

En la imagen: Cesare Bacchi, Veduta dei giardini della Montagnola a Bologna (1901; óleo sobre lienzo; Bolonia, Collegio Artistico Venturoli)

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