Un bosque de obras: cómo será el Palacio Ducal de Mantua. Habla el director Stefano L'Occaso

Hace unos meses Stefano L’Occaso fue reconfirmado como director del Palacio Ducal de Mantua, un vasto complejo que desde 2021 ha visto la apertura de numerosas obras destinadas a la mejora sísmica y la restauración estructural: algunas ya se han terminado, como la importantísima Sala Pisanello. Otras están en curso, con distintos grados de avance. El proyecto es impresionante, y para descubrir sus aspectos más relevantes, entrevistamos a L’Occaso.

MS. Director, ¿puede describirnos la situación actual del Palacio Ducal de Mantua?

SLO. El Palacio Ducal es una maraña de entre 12 y 15 obras que están actualmente en curso y seguirán así al menos un par de años. Gestionarlas simultáneamente supone un enorme esfuerzo por parte del instituto, pero me gustaría destacar que el museo siempre ha permanecido abierto y esto es casi un “milagro”. Normalmente, con un trabajo tan ingente y la cantidad de interferencias que conlleva, los museos cierran sus puertas y vuelven a abrir cuando las obras han terminado; nosotros, en cambio, tuvimos el valor de mantener el museo abierto todo el tiempo, y nos fue bien porque así pudimos garantizar un servicio, a veces quizá un poco laborioso. La elección también se basó en el hecho de que, por desgracia, estas obras suelen prolongarse y durar más de lo previsto, a veces por tiempo indefinido, pero nuestro museo también vive de los ingresos de la venta de entradas: por tanto, era impensable cerrarlo durante un largo periodo.

Sin embargo, la ventaja del Palazzo Ducale es tal inmensidad -el complejo ocupa 35.000 metros cuadrados con más de mil salas- que es posible mantener el museo abierto a pesar de las numerosas obras...

Es cierto, pero también se han realizado obras de restauración en zonas estratégicas del recorrido, como en el Castillo de San Giorgio, en la entrada del propio castillo, en la Piazza Castello, en su piano nobile, en la Sala Manto y en otras zonas cruciales. Algunas zonas podrían quedar fuera del recorrido de los visitantes, como el piso de Guastalla -donde se encuentra la colección medieval-, cerrado desde hace dos años y que probablemente no se reabrirá hasta 2027 porque requiere obras que no son fáciles.

Entre otras cosas, las obras forman parte de un itinerario de por sí complejo, que no tiene un orden de visita basado en una secuencia cronológica, ¿verdad?

El recorrido es fatigoso, en primer lugar, porque tenemos una taquilla que está lejos de la entrada y que quizá ni siquiera esté debidamente señalizada, como la entrada. De hecho, gran parte del público va al Castillo pensando que va a encontrar la entrada y es devuelto a Piazza Sordello para conseguir su billete: es una situación de la que soy consciente y que estoy intentando resolver. También me gustaría dividir el itinerario para garantizar una mayor homogeneidad entre las zonas que se pueden visitar: por ejemplo, el Castillo tiene su propia coherencia en cuanto a disposición; la Corte Nuova puede tener su propia coherencia; el Museo Arqueológico, afortunadamente, ya es una unidad bien definida. Tal vez deberíamos centrarnos en más entradas y más salidas, y esto también podría ser una forma de hacer que el público vuelva, porque aparte de la Cámara Nupcial -la única sala que necesita un cupo y, por tanto, una reserva- los demás espacios podrían visitarse con más calma, volviendo el mismo día o en días diferentes. Desde el punto de vista turístico, todo esto podría incitar a la gente a quedarse en Mantua y disfrutar más fácilmente del patrimonio artístico.

¿Cuáles son los orígenes del recorrido actual?

El tránsito a través de una serie de épocas y estilos ha sido la seña de identidad del museo durante más de veinte años, ya que en aquel momento se decidió hacer que los visitantes recorrieran todo el palacio. Esta elección procede de una concepción errónea del conjunto y de su historia, basada en una supuesta continuidad del palacio, con sus pasillos y galerías que conectan las distintas partes del edificio. Es cierto que estas galerías existían y existieron ya en el Renacimiento, cuando también tenían una función de exposición, pero sin duda en una época el palacio se utilizaba en compartimentos: quienes vivían en el gran piso de Castello ciertamente no se desplazaban libremente a través de otros cinco pisos privados para llegar al piso del duque: se salía y se volvía a entrar. Incluso las fábricas estaban situadas en el exterior y el uso de los edificios estaba fragmentado. En los años veinte y treinta, sin embargo, se acentuó la continuidad mediante ciertas intervenciones, como el suelo homogéneo de terracota y la supresión de las puertas, que antes tenían una función precisa, a saber, crear interrupciones entre los distintos espacios. Evidentemente, hoy no podemos volver a colocar las puertas, entre otras cosas por razones de seguridad, pero las interrupciones existían y la naturaleza del palacio era más heterogénea de lo que creemos.

¿Cómo podría mejorarse la visita para hacerla más “amable”?

Actualmente, la visita suele ser rápida y orientada a encontrar lo más destacado del museo, por lo que puede dar lugar a falta de atención por parte del público: quienes llegan a la sala Pisanello, a pesar del trabajo realizado, a menudo ya no tienen energía para detenerse a admirar el fresco y tienden a marcharse rápidamente. También hay que tener en cuenta que está prevista una nueva ampliación de las salas y, obviamente, debemos garantizar la usabilidad de los espacios que estamos restaurando. Tenemos que pensar en la posibilidad de que el público centre su visita por núcleos, para que pueda comprender mejor los espacios, mientras que ahora vamos del Renacimiento al Barroco, luego a la Edad Media, al Neoclásico, etc. Quizás, sin llegar a una especie de “guiso”, sería correcto recuperar una concepción del palacio por núcleos más homogénea en cuanto a disposición y coherencia cronológica. Pero sin olvidar que muchos turistas piden una visita completa, por lo que será necesario garantizar un itinerario mínimo -dedicado a quienes no disponen de demasiado tiempo- que abarque todas las obras maestras.

¿A qué se refiere cuando habla de ampliación? ¿Se han previsto espacios para nuevos proyectos museísticos?

En el Casino delle Guardie Nobili, una vez cerradas las obras, se creará un nuevo museo que estará conectado con el resto del palacio, aunque puede considerarse un núcleo separado con acceso autónomo desde la plaza de Santa Bárbara. Inicialmente quisimos dar continuidad al itinerario cronológico, luego optamos por incluir obras de finales del siglo XIX, si no del XX, en el naciente Museo de Arte Moderno y Contemporáneo, dando cabida también al arte contemporáneo. Las obras de finales del siglo XVIII y principios del XIX, que ya habíamos identificado, se ubicarán en cambio en el piso de la Emperatriz, un lugar especialmente apropiado porque ya hay testimonios de ese periodo, entre ellos un busto de Napoleón, así como decoraciones neoclásicas acordes con esa época. El nuevo museo expondrá material propiedad tanto del Estado como del municipio, que actualmente se conserva en lugares no accesibles al público.

¿Así que el Palacio Ducal de Mantua pretende abrirse a lo contemporáneo?

Sí, y añadiría que otro proyecto que me interesa mucho es la creación de un espacio al aire libre en la Piazza Castello, una extensión que pueda ser utilizada por la comunidad y que pueda acoger exposiciones de los artistas de nuestro tiempo. Además, la planta baja del Casino delle Guardie Nobili contará con dos residencias para artistas. La elección sobre lo contemporáneo no tendrá por qué ser provinciana y, por tanto, trabajar a una escala bastante elevada, porque esto Mantua se lo merece. Al fin y al cabo, en el siglo XVI acudieron a la ciudad los más grandes artistas nacionales e internacionales...

¿Tiene previsto implantar los servicios en el Palacio Ducal?

Empecemos por los aseos, que en mi opinión son la tarjeta de visita de un museo: estamos rehaciendo los aseos de la planta baja del Castello y he hecho preparar un estudio de viabilidad para los aseos del centro. Con vistas a una remodelación global del Palazzo del Capitano, tenemos previsto mantener la taquilla de la Piazza Sordello, añadiendo servicios de entrada, librería, guardarropa y aseos, así como una cafetería. Además, me gustaría instalar una segunda taquilla -al menos automática, ya que quizá no haya requisitos para una segunda taquilla física- en la piazza Castello, en un espacio recientemente desocupado. Las máquinas expendedoras de billetes permitirían distintos tipos de transacción: a través del sitio, o con Pos o tarjeta de crédito.

¿De cuál de las operaciones realizadas se siente más orgulloso?

Estoy orgulloso del resultado obtenido en el patio de Cavallerizza, con el Corridore -que nunca había estado abierto al público hasta ahora- que lleva de la Sala dei Mesi a la Rustica: es un pasaje maravilloso que permite comprender la naturaleza del palacio y su relación con el paisaje y el sistema hídrico de Mantua.

Revelemos algunas cifras: ¿cuánto se ha destinado y gastado, hasta la fecha, en las obras de construcción del Palacio Ducal? ¿Y se han utilizado o se espera que se utilicen fondos del Pnnr?

Los primeros fondos se solicitaron después del terremoto de 2012 y hoy, naturalmente, estamos sufriendo este retraso, ya que con esas sumas podemos completar un 25-30% menos que hace unos diez años. Por lo tanto, hemos completado las intervenciones con fondos presupuestarios, mientras que solo hemos pedido financiación del Pnrr para el Casino delle Guardie Nobili: como tenemos tantas obras en marcha, no nos hemos atrevido a pedir demasiado, también porque las asignaciones del Pnrr tienen plazos muy difíciles de seguir. Actualmente, gracias a la Ley 190 (2025-2027), nos hemos centrado en proyectos que ya han sido autorizados por la Superintendencia, invirtiendo el procedimiento clásico: en lugar de pedir dinero y luego empezar a diseñar, hemos empezado el diseño y luego hemos pedido financiación, para estar seguros de los importes, la viabilidad y la licitación de las obras. La cantidad del Fondo de Desarrollo y Cohesión fue de 12 millones de euros y quedan por gastar otros 5 millones más o menos, teniendo en cuenta que solo en 2024, que acaba de terminar, la administración desembolsó unos 6 millones de euros, que es mucho. También el año pasado gastamos algo así como 500.000 euros de fondos presupuestarios para apoyar las obras.

¿Y cuántas personas visitaron el Palacio Ducal en 2023 y 2024? ¿Y cuánto recaudaron con la venta de entradas?

En 2023 el número de visitantes fue de 287.000; en 2024 descendió ligeramente (270.000), pero curiosamente la recaudación aumentó, aunque no hubo cambios en la venta de entradas: evidentemente perdimos un poco en el público que no paga, probablemente escolares. En 2023, con venta de entradas, recaudamos 1.870.000 euros, y este año la cifra es casi idéntica. Quizá en el último año hayan disminuido los visitantes, probablemente porque no hemos tenido ninguna exposición importante, salvo la dedicada a Giovan Battista Scultori, para la que utilizamos un presupuesto muy reducido; al fin y al cabo, invertimos casi todos nuestros recursos en contratos para cubrir lo que faltaba de la financiación.

Apartamento de la Emperatriz

¿Hay previstas nuevas exposiciones para los próximos meses?

Sí, este año montaremos una exposición sobre Diana Scultori Ghisi y estamos planeando otra sobre el mecenazgo de Ferdinando Gonzaga. También tendría en mente un proyecto sobre el periodo que va desde la muerte de Mantegna hasta la llegada de Giulio Romano, un periodo extraordinario que vio la presencia en Mantua de Correggio, Lorenzo Lotto, Giovan Francesco Tura, Pordenone, Romanino, Lorenzo Costa, y muchos otros, un verdadero crisol de experiencias en el valle del Po. Sin embargo, sería una exposición muy costosa e impensable con el presupuesto de nuestro instituto; necesitaríamos el generoso patrocinio de particulares, del que, sin embargo, carecemos. Las fundaciones nos ayudan en la medida de sus posibilidades, y recibimos algunos patrocinios para proyectos especiales: el más reciente es para la nueva iluminación de la Cámara Nupcial, que se confiará al diseñador de iluminación Francesco Murano, que ha presentado un hermoso proyecto.

Miremos hacia el futuro del Palacio Ducal: ¿qué espera para el final de su mandato?

He asumido una enorme cantidad de obras y puede que ocho años de trabajo no sean suficientes, pero espero disfrutar del último año sin andamios, para poder ocuparme del público y de la puesta en valor del museo, dos aspectos que he tenido que dejar un poco de lado. En particular, me gustaría trabajar la mediación cultural: tengo tres hijos en edad escolar y sus compañeros de clase proceden de culturas muy diferentes. Estos niños se sienten a la vez atraídos y repelidos por los museos debido a una narrativa que a menudo no forma parte de su patrimonio cultural. Por lo tanto, hay que dejar claro que un Nacimiento es, en efecto, un tema cristiano, pero no sólo eso, y que puede tener elementos comunes con diferentes culturas. Nuestra sociedad es cada vez más multiétnica y los museos deberían empezar a hablar con los jóvenes. Además, creo que es necesario contar la historia del arte de forma original, por ejemplo desde puntos de vista más “técnicos” y menos autorreferenciales, para que pueda hablar a todo el mundo, incluso desde perspectivas distintas de las habituales.

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