Por eso el descubrimiento de la tumba del Príncipe de Corinaldo es excepcional


Entrevista con Federica Boschi e Ilaria Venanzoni, comisarias de la exposición "Il tesoro ritrovato. La tumba del príncipe de Corinaldo", que presenta por primera vez al público el descubrimiento de un importante enterramiento piceno en la región de Las Marcas.

Hasta el 30 de enero de 2022, la Pinacoteca Comunale “Claudio Ridolfi” de Corinaldo (Ancona), acoge la exposición Il tesoro ritrovato. La tumba del príncipe de Corinaldo, una exposición que relata el importante descubrimiento arqueológico realizado en Corinaldo en 2018: una necrópolis Picenum con una tumba principesca del siglo VII a.C. La exposición, comisariada por Federica Boschi e Ilaria Venanzoni, relata el origen del descubrimiento, así como el proyecto de estudio y valorización de la necrópolis, y presenta doce artefactos hallados en el enterramiento, una selección de los objetos que mejor expresan los componentes ideológicos más representativos del ajuar del príncipe y sus significados. ¿Por qué es tan excepcional este descubrimiento? ¿Cómo se produjo y cómo avanzan ahora los estudios? ¿Cómo se puede hablar hoy de arqueología en Italia? Hablamos de todos estos temas con Federica Boschi e Ilaria Venanzoni en esta entrevista realizada por Federico Giannini.

Vista general de la tumba de la llamada Tumba del Príncipe de Corinaldo (Fotografía de P. Giorgi)
Vista general de la tumba de la llamada Tumba del Príncipe de Corinaldo (Fotografía de P. Giorgi)

FG. En la exposición El tesoro redescubierto. La Tumba del Príncipe de Corinaldo, Ilaria Venanzoni cuenta que este importante descubrimiento fue el resultado de “un reconocimiento aéreo durante una campaña de arqueología preventiva con vistas a la construcción de una infraestructura pública”. ¿Puede contarnos qué ocurrió y cómo se dio cuenta, a partir de este sobrevuelo, de que en esa zona podía esconderse una importante necrópolis antigua?

FB-IV. En realidad, el descubrimiento se produjo desde arriba, a bordo de un avión turístico utilizado para realizar un reconocimiento de la zona con fines de control y cartografía arqueológicos y, en particular, en el marco de un procedimiento de verificación arqueológica preventiva, desencadenado por el programa de construcción de un nuevo complejo deportivo en Contrada Nevola, Corinaldo. Durante el sobrevuelo, se identificaron y fotografiaron desde arriba huellas referibles a los fosos circulares de los monumentos de la necrópolis Picenum, claramente legibles en la vegetación debido a un fenómeno particular ligado a las propiedades físico-químicas de los suelos, que, en presencia de las condiciones adecuadas, puede llevar a reflejar en los cultivos maduros lo que se oculta bajo tierra. Son precisamente las características de los signos observados las que nos han llevado a interpretarlos en relación con los fosos anulares de una necrópolis Picenum, en analogía con lo atestiguado en otras zonas de la región centro-sur de Las Marcas y con los mayores ejemplos de tumbas principescas con foso y túmulo de época orientalizante conocidos hasta ahora (sobre todo, los famosos casos de Matelica, Fabriano, Pitino di San Severino y Ancona).

¿Cuáles son las características que hacen excepcional el descubrimiento de la tumba? ¿Y qué se encontró en el enterramiento? ¿Son raros los descubrimientos de este tipo?

La tumba del “príncipe” formaba parte de un complejo funerario mayor, compuesto por al menos otras tres tumbas de la misma época. Se trata de una necrópolis con tumbas “circulares”, referibles al siglo VII a.C., que ya han sido identificadas en años anteriores en nuestra región. Se trata, por regla general, de fosas con ricos ajuares funerarios, colocados para atestiguar el nivel social del difunto. La existencia de necrópolis de este tipo en esta zona del centro-norte de Las Marcas era completamente desconocida, mientras que está bien atestiguada en la zona centro-sur.

Tras el descubrimiento, ustedes han documentado todo con un proyecto de “Arqueología Virtual”: ¿qué tipo de trabajo se ha realizado al respecto?

En nuestro caso, es más correcto hablar de documentación digital tridimensional de los datos arqueológicos, mediante escaneado láser y fotogrametría (terrestre y desde dron), lo que nos ha permitido obtener un levantamiento detallado y riguroso de la zona de excavación y de la tumba principesca en las distintas fases de excavación. Se trata de un punto de partida que será muy útil para posibles modelos virtuales reconstructivos, y que representa ya una herramienta fundamental tanto para el análisis arqueológico del contexto, como para la restauración en curso de los objetos del copioso ajuar.

Rueda de vagón de hierro tras su restauración
Rueda de hierro del carro tras los trabajos de restauración
Casco compuesto de bronce
Casco compuesto de bronce
Schiniere de bronce
Escudos de bronce
Jarrón de cerámica con impasto bicónico
Jarrón de cerámica con impasto bicónico
Kantharos de cerámica Impasto
Kantharos en cerámica impasto
Ánfora tipo Moie di Pollenza en cerámica impasto
Ánfora tipo Moie di Pollenza en cerámica impasto

Una de las fases más delicadas fue la recuperación de los objetos: se trataba, como se lee en el catálogo, de “una ocasión importante que combinaba las necesidades de conservación del contexto arqueológico con las del curso didáctico destinado a formar a nuevas figuras profesionales en la restauración de materiales metálicos, cerámicos y de vidrio”. ¿Cómo se desarrolló esta fase?

Gracias a la conciencia adquirida incluso antes de iniciar la excavación sobre la importancia del yacimiento y las competencias más adecuadas para afrontar su recuperación, decidimos organizar la campaña arqueológica reuniendo a un equipo de arqueólogos y restauradores de la Universidad de Bolonia, con la dirección del Departamento de Historia Cultura Civilización y la colaboración del Máster en Conservación y Restauración de Bienes Culturales del campus de Rávena. Esto hizo posible que, además del personal docente e investigador, participaran en las actividades jóvenes estudiantes de arqueología y restauración. Estamos convencidos de que para todos los participantes la experiencia fue única en términos de formación y relaciones humanas, ya que tuvieron que comprometerse en una empresa nada fácil, pero sumamente atractiva e instructiva en términos de trabajo multidisciplinar y de creación de nuevas figuras profesionales. En el campo de la arqueología preventiva y la restauración arqueológica, ámbitos de investigación y formación especialmente innovadores y demandados, fue sin duda una gran oportunidad.

Por último, la exposición: ¿qué objetivos se ha marcado? ¿Y qué material encuentra el público en la exposición?

El objetivo era exponer un primer lote de objetos lo suficientemente significativo en relación con todo el contexto. La elección recayó en 12 piezas, referidas por un lado al mundo del banquete y el simposio, y por otro al de la guerra. Ambos imaginarios formaban parte integrante del estilo de vida de los estratos sociales más altos de la época (VII a.C.). En particular, se exponen vasos para beber, espetones y alas para cocinar carne, un casco, un schiniere (espinilleras) y una de las dos ruedas del carro, que se colocó íntegramente en la tumba.

¿Por qué una exposición como El tesoro encontrado. La Tumba del Príncipe de Corinaldo es tan importante para el territorio de Corinaldo, pero, si se ampliara, podría hablarse de una exposición decididamente importante para toda la región de Las Marcas?

Al menos por tres razones. La primera es metodológica: esta exposición demuestra que la arqueología preventiva funciona y permite realizar obras públicas y valorizar las “emergencias” arqueológicas. Experiencias de este tipo también se han llevado a cabo con éxito en otros contextos (Tolentino, San Severino Marche...), pero siempre merece la pena insistir en ello. La segunda razón es de carácter científico: nos encontramos en una zona de nuestra región en la que se creía que no existían tumbas de este tipo, pero los últimos descubrimientos (entre ellos uno muy interesante en Urbania) demuestran que sencillamente nunca se habían encontrado. El tercero es de carácter institucional: la realización de esta exposición es un ejemplo de cómo pueden colaborar diferentes organismos públicos, todos trabajando juntos por un mismo objetivo.

Últimamente, a tenor de lo que continuamente surge de los yacimientos de las mayores excavaciones arqueológicas, de Pompeya para abajo, se ha discutido mucho en arqueología sobre cómo deben comunicarse los descubrimientos, porque a menudo se corre el riesgo de hacer pasar por excepcionales descubrimientos que, en cambio, entran dentro de lo ordinario. ¿Qué opina al respecto? ¿Cuál cree que es la mejor manera de comunicar un descubrimiento o, en cualquier caso, de hablar de arqueología a un público no experto?

La arqueología contemporánea se esfuerza por ser contada a un público lo más amplio y heterogéneo posible, y es importante que la comunidad científica participe en este esfuerzo colectivo por hacer que el registro arqueológico sea comprensible y accesible a todas las partes interesadas. La participación del público en general, empezando por las comunidades locales directamente implicadas en los descubrimientos arqueológicos, no sólo es deseable sino un deber de la arqueología y de quienes trabajan en este campo. En efecto, tenemos la obligación de promover el conocimiento de la historia y la recuperación de la identidad cultural de lugares y territorios, así como de proporcionar datos fiables sobre su potencial arqueológico con la mayor antelación posible, en previsión de cualquier posible transformación moderna y para garantizar la conservación del patrimonio arqueológico y monumental, a menudo enterrado. Hoy en día, existen muchas formas de comunicar la arqueología, incluidas las digitales e inteligentes, muy eficaces. Entre ellas, sin embargo, sigue siendo importante el diálogo y el contacto directo con las personas, que deben poder sentirse partícipes de los descubrimientos arqueológicos, sobre todo cuando éstos tienen lugar en el contexto de obras públicas en las que intervienen intereses diversos. Las visitas de excavación dedicadas al público no especializado, las conferencias abiertas, los talleres educativos e incluso las clases específicas en las escuelas pueden ser soluciones eficaces, que nosotros también hemos adoptado y seguimos adoptando para el descubrimiento de Corinaldo.

Detalle del casco de bronce que se está excavando (fotografía de P. Giorgi)
Detalle del casco de bronce que se está excavando (fotografía de P. Giorgi)
Detalle del casco de bronce que se está excavando (fotografía de P. Giorgi)
Detalle del casco de bronce en excavación (fotografía de P. Giorgi)

Aparte de unos pocos avispados, se habla muy poco de arqueología fuera de los círculos del sector: es un tema que tiene muy poca visibilidad. ¿Por dónde se podría empezar a hablar más de arqueología en los medios de comunicación?

Personalmente, pensamos que es más una cuestión de calidad de la información que de cantidad. Por regla general, sólo se habla de arqueología con ocasión de descubrimientos o exposiciones sensacionales (como en este caso), o en relación con obras públicas, en las que los hallazgos se ven más bien como posibles elementos que retrasan la finalización de las obras. Lo que hay que explicar es que la arqueología y el patrimonio arqueológico nacional forman parte de nosotros mismos, de nuestra identidad. Somos nosotros en el pasado: por eso existen los museos y los yacimientos arqueológicos, por eso existe el artículo 9 de nuestra Constitución. Hoy en día no faltan medios de comunicación, y también muchos productos bien hechos, incluso por nuestro Ministerio: uno de los mejores creo que es la serie “Italia - viaggio nella bellezza” (Rai cultura- Mic), pero formatos como el emitido recientemente sobre Pompeya, con el director Osanna, también lo harían muy bien. Quizá habría que pensar en productos y campañas más específicos en las redes sociales (campañas fotográficas, clips cortos...) que no solo tengan un fin “promocional”, sino que también transmitan contenidos.

Volviendo al tema del descubrimiento, de nuevo en el catálogo Federica Boschi escribe que una exposición es como el capítulo de una novela que “espera desarrollos y actualizaciones en un futuro próximo y cercano”. ¿Qué expectativas tiene para la continuación de la investigación?

Tenemos razones para creer que la necrópolis recientemente descubierta aún puede aportar mucho si continúan las excavaciones. Y no sólo eso, porque la continuación de los análisis y las restauraciones de los hallazgos también aportará nueva información sobre la tumba principesca excavada y el contexto de la necrópolis. Estamos comprendiendo muchas cosas, también de los aspectos deposicionales y rituales, y sobre las características del paisaje funerario. Creemos, además, que pronto podremos profundizar en el conocimiento de la comunidad a la que pertenecía el área funeraria y, con el tiempo, del poblamiento y la cultura picenos en el norte de Las Marcas, una comarca hasta ahora menos cronológica y culturalmente hablando que el resto de la región, pero que en los últimos tiempos está gritando su importancia.


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