Una vida dedicada a la investigación de la relación luz-color, con diferentes caminos y relevantes reflexiones dedicadas al estudio de la pintura pura, con inquietas experiencias artísticas con estudios sobre el color y la pintura especialmente de los maestros italianos tanto primitivos (de los hermanos Lorenzetti a Cimabue, de Duccio da Boninsegna a Giotto) como renacentistas (Rafael, Luca Signorelli, Sandro Botticelli... ). Este es el arte de Maurizio Faleni(aquí una mirada en profundidad a su arte). Para Faleni, que vive y trabaja en Livorno, la pintura es una prerrogativa absolutamente personal, una filosofía que se inspira en el pensamiento de Otto Rank, a saber, el impulso de representar una idea abstracta del alma, de dar forma a lo invisible. A lo largo de su carrera ha expuesto en Italia y en el extranjero (del Museo Fattori de Livorno al Museo Sharjah de los Emiratos Árabes, de la Villa Paolina de Viareggio a la Kunsthalle de Meisterschwanden en Suiza). Y habla de sí mismo en esta entrevista.
GL. Para la mayoría de los artistas, la infancia representa la edad de oro en la que empiezan a aparecer los primeros síntomas de un cierto interés por el arte. ¿Fue ése también su caso?
MF. No, no pasé por un periodo perturbador cuando decidí dedicarme al arte. La mía fue una infancia muy lúdica.
¿Qué estudios realizó?
Estudié en la Academia de Arte de Florencia.
¿Hubo algún encuentro importante durante su formación?
Tuve la suerte de asistir a la Galería de Roberto Peccolo en Livorno, lo que me permitió conocer, comprender y experimentar la poética de grandes artistas.
¿Qué importancia ha tenido para usted el vínculo con su ciudad y su tradición pictórica?
Livorno es una ciudad perfecta para trabajar y, en cuanto a su tradición, mi instinto siempre ha sido distanciarme de ella.
¿Cómo ha evolucionado su obra a lo largo del tiempo?
Con una búsqueda sin fin hecha de pasión, estudios, viajes y frecuentaciones. He alternado periodos positivos y negativos, pero siempre con el objetivo de aportar algo nuevo a mi obra.
¿Qué importancia tiene el color en lo que hace?
Mi pintura también está hecha de forma, no sólo de color. Todo contribuye al equilibrio de la obra en igual medida.
¿Le interesa el aspecto pictórico?
Si se refiere al aspecto pictórico como continuación de la investigación realizada a lo largo de los siglos, diría que sí, pero si el aspecto pictórico en sí debe quedarse en mera decoración, no es mi caso, y por tanto mi respuesta es rotundamente no.
Cuando comienza una obra, ¿tiene ya una idea clara de cómo se va a desarrollar o hay lugar para cambios en el proceso? ¿Juega el azar un papel importante en su trabajo?
Lo desconocido es mi mayor reto. Poder modificar en progreso es una lucha que llevo años librando, puedo saber dónde empiezo la obra pero nunca sé dónde y cuándo la acabaré.
¿En qué se basa para elegir los formatos en los que trabaja?
Utilizo formas mínimas que siempre han contado la historia de la pintura.
Últimamente, los nombres de algunos artistas del pasado aparecen en los títulos de sus obras... ¿Puede explicar esta elección?
Es una elección anárquica, esencialmente ligada al estudio continuo de la pintura, por lo que no quiero banalizar con el título la idea de que exista una relación entre mi obra y el maestro de referencia. Es, y sigue siendo, un vínculo ante todo espiritual, suprasensible, que me induce a rendir homenaje a ciertos artistas de la Historia del Arte.
¿Tiene alguna importancia la idea de escenificar la obra en relación con su exposición?
La importancia de la puesta en escena de mi obra en relación con el espacio de recepción es fundamental para que mi trabajo llegue a buen puerto. Cada detalle está estudiado hasta el más mínimo detalle.
¿Qué tipo de diálogo busca con el espectador frente a su obra?
Nunca me he hecho esta pregunta, porque estoy tan centrado en lo que hago que me resulta natural no plantearme quién está delante de mi obra y qué puede pensar. En todo caso, sería interesante trasladar la pregunta al usuario.
¿Qué ocurre con las obras cuando no hay nadie que las observe, puede la existencia de una obra de arte ser independiente de la presencia de un observador?
El arte adquiere importancia en el momento en que es observado. Si no hay observador, no hay arte.
¿Dónde cree que se sitúa el artista en relación con su obra?
Como pintor, me sitúo entre la Luz y la obra.
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