Las marionetas de Elisa Belloni, criaturas entre narraciones visuales, cuentos y leyendas


La artista apuanesa Elisa Belloni se ha distinguido por sus marionetas, criaturas que oscilan entre narraciones visuales, cuentos y leyendas que surgen de un diálogo entre arte y contexto medioambiental. Nos habla de ellas en esta entrevista con Noemi Capoccia.

Elisa Belloni es una artista cuya visión creativa se caracteriza por un enfoque fuertemente multidisciplinar y multimedia. Su carrera se nutre de una continua exploración de técnicas artísticas, desde las artes tradicionales al stop-motion o la ilustración infantil. A lo largo de los años, colaboró con Stefano Bessoni, experiencia que despertó su pasión por la creación de marionetas animadas. De este enfoque técnico y conceptual surgió su interés por el Genius Loci, que es uno de los elementos centrales de su producción artística. Elisa Belloni es también profesora de Diseño Gráfico, Fotografía y Taller de Arte, función que emprendió para compartir su experiencia con las generaciones más jóvenes. Las obras de Belloni, que oscilan entre narraciones visuales, cuentos y leyendas, son el resultado de un diálogo entre el contexto artístico y el medioambiental. Sus creaciones, sobre todo las marionetas, son la expresión de un puente entre el mundo visible y el invisible y ofrecen una mirada original sobre la realidad y la identidad. Su obra se inscribe en un panorama artístico rico en influencias, del Bosco a Kahlo, de Lynch a Fellini, pero con un enfoque siempre personal y onírico. Algunas de sus marionetas se expondrán también en la Cactus Gallery de Los Ángeles, con la que colabora desde hace casi diez años.

Elisa Belloni
Elisa Belloni

NC. Hábleme de su trayectoria artística: ¿dónde estudió y cómo se interesó por el arte?

EB. De niña, mi visión del mundo se vio confundida por la llegada de mi tío desde París. Vivía allí con Cárdenas y trabajaba como ayudante suyo. Con ellos estaba Francis Bacon, a quien habían conocido en un contexto ya de por sí extravagante. Eran tres hombres imponentes, con manos de mármol y miradas profundas. A pesar de mi corta edad, se acercaban a mí con preguntas y explicaciones, algo poco frecuente en las conversaciones entre adultos. Un día mi padre y yo entramos en su estudio y él dijo: “Esto es arte”. En ese contexto entendí el arte y el amor, dándome cuenta de que era algo muy distinto de lo que me habían contado. El arte me pareció inmediatamente maravilloso y vivirlo aún más. Aquel encuentro cambió muchas cosas en mi vida. Desde entonces, he seguido un camino artístico tradicional, asistiendo a la Escuela de Arte y a la Academia de Bellas Artes. Nunca tuve dudas sobre mi camino. Desde niño he elegido el arte como forma de vida y, aunque el camino sigue siendo incierto, me he dado cuenta de que el enfoque multimedia y multidisciplinar satisface mi curiosidad y mi deseo de explorar caminos artísticos inexplorados. Y así es para mí. He realizado cursos y masters en ilustración infantil, fotografía, videoarte y stop-motion. Estos son los lenguajes con los que me comparo e intento establecer conexiones. Tuve la oportunidad de estudiar y trabajar con el maestro Stefano Bessoni en el mundo del stop-motion, de donde nació mi pasión por crear marionetas animadas.



¿Cómo ha influido su experiencia personal y laboral en su forma de enseñar arte?

Actualmente enseño Gráfica, Fotografía y Taller de Arte en la Escuela Superior de Arte de Livorno, una experiencia extraordinaria que comenzó el año pasado. Antes de dedicarme a la enseñanza, trabajé durante más de diez años como diseñadora visual en varias empresas de comunicación. Elegí la enseñanza para ponerme en juego y transmitir mis experiencias a las nuevas generaciones, y creo firmemente en esta elección. Ver a mis alumnos crecer y convertirse en profesionales es una gran satisfacción. Desde hace 20 años, también soy la tutora de mi madre, que vive con una discapacidad. Esta responsabilidad me ha llevado a reflexionar profundamente sobre la vida y a entrar en contacto con un mundo de centros de rehabilitación, mala praxis, afasia y personas con mucho que enseñar. Entre ellas está La Pina, que me mostró cómo se puede vivir plenamente incluso sin mover nada más que los ojos. Ella, para mí, representa el coraje y la fuerza. Con este caudal de experiencia, intento transmitir a mis alumnos la pasión por el arte y la creatividad, animándoles a explorar su propio potencial y a transformar las ideas en obras significativas y originales. Creo que el arte es un viaje de descubrimiento y crecimiento personal, y estoy aquí para guiarles en esta extraordinaria aventura.

Las marionetas de Elisa Belloni
Las marionetas de Elisa Belloni
Las marionetas de Elisa Belloni
Las marionetas de Elisa Belloni
Las marionetas de Elisa Belloni
Las marionetas de Elisa Belloni

¿En qué se basa su práctica artística?

En mi trabajo intento crear una belleza catártica capaz de mirar el mundo con nuevos ojos e ir más allá de la superficialidad. No me interesa la belleza limitada a la mediocridad de una estética puramente material, sino una belleza que puede rozar lo monstruoso, manteniendo como fin último el de suscitar emociones a través de la sensibilidad y los sentidos. Mi objetivo es crear una mediación entre la materia y el espíritu, restaurando a través del arte una visión capaz de superar la apariencia y captar la unicidad de cada cosa, dentro de un camino de autoconocimiento que pretende alcanzar el yo superior. La belleza, para mí, procede de la armonía que surge de la unión de sonidos, colores y movimientos. Es a partir de la superposición de estos elementos que se genera el asombro. Por eso el mío es un enfoque multimedia y multidireccional, basado en técnicas artísticas tradicionales y digitales. Mi visión artística no se detiene en la superficie, sino que busca conectar con las fibras profundas de la existencia humana y comprometer al espectador en complejas reflexiones. A pesar de ello, nunca pierdo de vista la importancia del juego y del contacto con nuestro niño interior, una lección que aprendí del gran maestro Bruno Munari.

¿Cuáles son los conceptos centrales que más explora en sus obras?

Mi producción artística es la expresión tangible de mi visión, que se basa en la idea de un puente entre lo visible y lo invisible. A través de mis marionetas, me esfuerzo por dar vida a figuras que encarnan el concepto de los Genius Loci, actuando como mediadores y portadores de inspiración. Cada marioneta nace de un proceso creativo que se nutre de su entorno y, al mismo tiempo, la alimenta como un don que dialoga con el mundo que la rodea. En mi arte, intento redescubrir y potenciar la comunión entre entorno y creación artística, convencido de que ambos deben fusionarse para dar vida a una realidad colectiva de calidad superior. Las marionetas representan para mí un intento concreto de unir arte y entorno, encapsulando conceptos complejos a través de sus expresiones visuales y sus narraciones. Las narraciones toman forma a partir de historias, cuentos de hadas y leyendas, a veces populares, otras veces alquímicas o místicas, que provocan en mí una profunda fascinación y reflexión. Nací en un pueblo del siglo XIX, poblado por marineros, piratas, bandoleros, partisanos y burgueses, un lugar lleno de aventuras, tiovivos, centrales eléctricas y castillos desconocidos, todo ello con vistas al mar de La Spezia. Sin embargo, nunca he vivido allí. En los tres primeros años de mi vida, viví en Albiano Magra, Milán, Suiza y Carrara, a pesar del dicho de que un niño no debe mudarse demasiado para echar raíces. Al contrario, las fotos de mi infancia me muestran a menudo durmiendo en los trenes, acompañado por mi padre, un orgulloso ferroviario proletario de los años setenta, con bigote y camisa en V, al que le encantaba llevarme con él o verme saludar al tren cuando pasaba. Entonces mis padres decidieron volver “a nuestros lugares”, y nos trasladamos a Luni Mare. Quien nace entre el mar, la montaña y el mármol no puede evitar ser una persona extraña, y en los años ochenta en Luni Mare había mucha gente extraña en la que inspirarse. Manadas enteras, podríamos decir. Nosotros, los niños, sin embargo, estábamos muy alejados de todo esto, obsesionados sólo por tres cosas: la antigua ciudad de Lunae, Ceccardo Roccatagliata Ceccardi y las estatuas estela. Habríamos hecho tantos viajes, reuniones, recitado poemas de memoria y hecho dibujos que, de haber existido internet, habríamos llenado Luni de contenidos, y alguien se habría forrado con Google Ads. Pero en aquella época, la única red que conocíamos era la de nuestros padres, que iban de pesca. De estas experiencias nació mi amor por las historias.

Las marionetas de Elisa Belloni
Las marionetas de Elisa Belloni
Las marionetas de Elisa Belloni
Las marionetas de Elisa Belloni

¿Hay algún elemento distintivo en su producción artística? ¿Qué significado tiene para usted?

A través de mis obras, intento construir un microcosmos que vaya más allá de la superficie visible, conectando con el tejido profundo de la existencia humana. Mis producciones exploran la intersección de la forma física y el significado simbólico, con el objetivo de atraer e inspirar a los espectadores para que reflexionen sobre la complejidad del mundo que nos rodea. Mis fuentes de inspiración son numerosos artistas, como Hieronymus Bosch, Vasily Vasil’evič Kandinsky, Frida Kahlo, Anselm Kiefer, Marina Abramović, Tim Burton, David Lynch, Jan Švankmajer y Federico Fellini. Aunque son tan diferentes, les une un imaginario onírico y personal que sigue influyendo en mi visión artística. Me gustaría destacar la diversidad de mi práctica, que se traduce en un enfoque interdisciplinar y único del arte. Esto me permite explorar conceptos complejos y crear obras que desafían las convenciones artísticas tradicionales.

¿En qué proyectos está trabajando actualmente?

Actualmente trabajo en dos frentes creativos principales: la fotografía y la creación de marionetas. Mi proyecto fotográfico Gli Spiriti delle Apuane (Los espíritus de los Alpes Apuanos), que exhibo con orgullo en varias exposiciones, representa una parte importante de mi trabajo y una investigación íntima de las peculiaridades del paisaje de Apuania. Paralelamente, estoy trabajando en la construcción de varias marionetas para mi primer cortometraje de animación. Mis habilidades en el diseño y la construcción de marionetas articuladas, combinadas con el uso de materiales innovadores y técnicas avanzadas, me permiten crear personajes y objetos animados con un alto nivel de detalle y expresividad. He adquirido habilidades específicas en la creación de esqueletos internos, articulaciones y detalles que garantizan la máxima flexibilidad y movimiento de las marionetas durante el rodaje. Algunas de ellas se expondrán en Los Ángeles, en la Cactus Gallery, con la que colaboro desde hace casi diez años. El proyecto marca un hito importante en mi carrera, ya que este año también he sido seleccionado por la revista australiana Beautiful Bizarre, una de las publicaciones más destacadas en el campo del arte contemporáneo. Las colaboraciones internacionales, como la de Nueva York, donde llevé mis marionetas a un público mundial, son para mí una confirmación del valor de mi trabajo en el contexto artístico internacional.


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