Una iniciativa de éxito, nacida en 2021 y que ya va por su quinto capítulo. Hablamos de Artonauti, el álbum de cromos dedicado a la historia del arte que, tras el primer álbum (“De la Prehistoria a Gauguin”) y los capítulos posteriores (“El siglo XX”, “Todo el mundo”El Anillo del Rey Salomón“) llega ahora un nuevo episodio, el nuevo álbum ”Arte y Ciencia" que recorre a través del arte las invenciones del ingenio humano a lo largo de los siglos. Artonauts, una operación editorial que ya forma parte del imaginario de cualquier persona que se dedique a enseñar historia del arte a los niños, sigue encontrando una acogida transversal. ¿Cómo surgió la idea de un álbum de cromos de arte? ¿Cuáles son los objetivos? ¿Cómo se puede conseguir que la gente se interese por el arte con pegatinas? ¿De qué trata el nuevo álbum? Hablamos de estos y otros temas con Daniela Re, profesora de inglés, licenciada en Lenguas y Literaturas Extranjeras por la Universidad de Milán y cofundadora del proyecto Artonauti. La entrevista es de Noemi Capoccia.
NC. ¿De dónde surgió la idea de crear un álbum de cromos artísticos?
DR. En aquella época trabajaba como profesora en una escuela primaria de Milán y cada semana llevábamos a una clase de segundo curso al Museo del Novecento para admirar un cuadro, sólo uno. Hablo de niños de 7 a 8 años y, al principio, algunos de ellos quizá se sentían un poco desconcertados. Estaban un poco alienados por el nuevo espacio que era el museo. Por eso, nos sentábamos delante del cuadro y solíamos organizar una actividad sencilla que les implicara más, que casi les hiciera entrar en el cuadro. Por ejemplo, para hacerles comprender el significado de un cuadro de Morandi, en lugar de limitarse a observarlo, les hacíamos imaginar que eran una de las tazas retratadas en sus cuadros. Cada uno contaba su propia historia y los propios niños, tras un momento de reflexión, se levantaban y compartían su versión delante de los cuadros, como ocurría con los cuadros de Boccioni, que afortunadamente teníamos disponibles en el Museo del Novecento. Semana tras semana, me di cuenta de que los niños se entusiasmaban cada vez más y, con gran placer, empezaban a conocer los cuadros y a los autores. Por supuesto, también compartíamos algunas curiosidades sobre la vida de los artistas, lo que contribuía a aumentar su interés. Al final del año, muchos de ellos trajeron espontáneamente a sus padres al museo y se ofrecieron a ser sus propios guías. Los propios padres quedaron impresionados por esta experiencia y nos dijeron lo especial que era para sus hijos. Así que un día, mientras hablaba de ello con mi marido, que trabajaba como editor de música y arte, se me ocurrió una idea. “¿Sabes qué sería genial? Crear un juego para niños basado en el arte. Imagínate que en lugar de las típicas figuritas, tuviéramos obras de arte”. Vi la pasión de los niños por el arte y pensé que bastaría con acostumbrarlos un poco para que se aficionaran, casi como un cómic o un juego. Mi marido era un poco escéptico al principio (estaba un poco fuera de su campo), pero al final decidimos probar a juntar sus conocimientos técnicos como editor y mis conocimientos pedagógicos como profesora. Así nació Artonauts.
¿Qué significa el nombre “Artonauts”? ¿Por qué eligieron este nombre?
Queríamos transmitir la idea de un viaje a través del arte y nos pareció apropiado recordar a los argonautas y su búsqueda. Pero también queríamos que fuera algo fascinante, como ser astronauta, que siempre evoca la búsqueda de algo misterioso y emocionante. Esta aventura positiva nos llevó a pensar en combinar la idea de una aventura dentro del arte, dando espacio a los Argonautas. No queríamos que un personaje conocido guiara a los niños en su exploración del arte, sino que los propios niños vivieran una aventura y se convirtieran en protagonistas del descubrimiento de obras de arte y artistas. Una noche, mientras discutíamos la idea de crear un álbum durante la cena, pensamos en varios nombres, pero ninguno nos convencía hasta que propusimos Artonautas. Nos pareció que recordaba mejor la idea de explorar el arte, así que nos decidimos por este nombre.
¿Cuál es el objetivo de su proyecto?
El objetivo del proyecto es poner el arte al alcance de todos y hacer hincapié en que no es sólo un interés para un círculo elitista. Nos dimos cuenta de que muchos niños, no sólo de Milán sino también de otras zonas, no tenían la oportunidad de visitar exposiciones de arte o lugares como la propia Catedral de Milán. Por eso decidimos acercarles el arte directamente, haciéndolo más accesible a través de un medio tradicional y familiar como es un álbum de cromos. Este año hemos creado un álbum con 100 obras de arte, algunas de ellas más buscadas y otras más familiares, precisamente para hacer el arte accesible a un público amplio. El objetivo es dar a todos la oportunidad de acercarse al arte, empezando por los más pequeños. Hemos comprobado que muchos adultos también lo utilizan y nos han dicho que han aprendido a apreciar a nuevos artistas gracias al álbum. Algunos incluso nos han dicho que visitaban exposiciones por primera vez, movidos por la curiosidad. Este es exactamente el espíritu de Artonauti: acercar a la gente al arte y animarles a explorarlo más a fondo, quizá visitando las obras en directo. También recibimos mensajes de padres que nos cuentan cómo sus hijos, estimulados por el proyecto, han desarrollado una curiosidad por el arte y han pedido ver obras concretas el día de su cumpleaños, como“Cielo azul” de Kandiskij en París. El objetivo no es convertir a todo el mundo en artista, sino simplemente entusiasmarles con algo nuevo y bello, introduciendo el arte en sus vidas y rutinas diarias.
¿Hubo alguna vez miedo a que el arte fuera demasiado complejo para los niños?
Esa era la idea inicial. Los adultos pueden tener a menudo ideas preconcebidas sobre el arte y su accesibilidad, mientras que los niños están mucho más abiertos a nuevas experiencias. Es importante recordar que los niños se acercan a lo que se les propone; quizá no sea inmediato encontrar en ellos una pasión, pero sin duda encuentran algo que les fascina. He tenido la oportunidad de trabajar con muchos de ellos y he visto cómo utilizan el álbum: a algunos les apasiona la arquitectura, a otros la historia, a otros el color del mosaico. Incluso la simple acción de intercambiar las tarjetas puede ser una oportunidad para acercarles al mundo del arte, introduciéndoles paso a paso en un juego que luego les lleva a apreciar la belleza del arte. Por tanto, se trata más de una idea preconcebida de los adultos que de los niños. Por eso es fundamental presentarles el arte de forma interactiva y lúdica, para que sean receptivos desde pequeños. Es importante crear estos hábitos con el tiempo y empezar a una edad temprana es sin duda la mejor manera de hacerlo.
¿Cuál ha sido la reacción de los niños y jóvenes ante una colección de tarjetas tan diferente e innovadora en 2019?
Es realmente fantástico escuchar que el álbum de los Artonautas ha tenido un impacto tan positivo en los niños. Es cierto que a menudo los productos relacionados con series de películas o famosos pueden ser más populares, pero es increíble ver lo entusiasmados que están los niños por descubrir y aprender a través del arte. Es genial ver cómo disfrutan jugando con las cartas, aprendiendo e intercambiándolas, reconociendo obras y artistas incluso a partir de detalles concretos. Es comprensible que al principio hubiera cierto recelo ante la acogida del proyecto, pero el hecho de que los niños hayan acogido Artonauts con tanto entusiasmo demuestra que el arte puede ser realmente atractivo y emocionante para ellos, incluso sin la presencia de un adulto que les guíe. También es estupendo ver cómo las escuelas adoptan los álbumes y cómo los niños participan activamente en proyectos de clase relacionados con el arte. Estos comentarios positivos confirman que nuestro proyecto, aunque ambicioso en su sencillez, está teniendo un impacto significativo y está ayudando a difundir el conocimiento y la apreciación del arte entre los más jóvenes. Así que yo diría que las reacciones son siempre positivas.
En ediciones anteriores, ustedes han abarcado desde la prehistoria hasta el siglo XX, pasando por Gauguin. En cambio, la última y quinta edición se basa en el arte y la ciencia. ¿Por qué esta elección?
Me gusta la idea de combinar el tema de la ciencia con el del arte. A menudo las ciencias se perciben como un campo lejano reservado a unos pocos, del mismo modo que el arte puede parecer territorio exclusivo de artistas especializados. Es como si artistas y científicos fueran dos mundos separados, cada uno con su propio camino y especialización. La realidad es muy distinta. Me gusta la idea de transmitir a los niños que ser científico no significa renunciar a la capacidad de apreciar el arte y viceversa. Una persona puede ser tanto científico como artista y ambos papeles pueden existir en una misma persona. La historia nos enseña que no hay una separación clara entre arte y ciencia, y a mí me gustaba retomar esta idea. Por esta razón, intenté ilustrar el arte y la ciencia como dos caminos que se entrecruzan y se expresan de diferentes maneras. En nuestro proyecto, exploramos los inventos como hitos sobre los que construir nuestro álbum, buscando personajes que encarnaran esta dualidad, tanto científica como humanística.
¿Está ya en proyecto la sexta edición? ¿Qué temas cree que podrían considerarse para una posible próxima edición?
Estamos reflexionando sobre ello. Yo me ocupo principalmente de la concepción y creación del contenido, mientras que mi Director Artístico se ocupa más de la parte visual. Juntos seleccionamos todas las imágenes, así que podríamos decir que aún estamos en fase embrionaria. Intentamos averiguar cómo acercarnos cada vez más a través del arte a un tema concreto. Cada álbum siempre transmite un mensaje o contenido que queremos transmitir. Empezamos con una semilla, la plantamos y vemos qué crece. De todas formas, sí, ya estamos trabajando. Estoy recibiendo aportaciones de varios lectores que me piden temas diferentes, desde arte a música, literatura e incluso periodos históricos concretos. Intentamos no entrar en demasiados detalles, porque nuestro público principal son los niños y los jóvenes y el objetivo es siempre que se enamoren del arte y de la belleza, no de algo concreto. También nos inspiramos en lo que ocurre a nuestro alrededor. Este año decidimos centrarnos en el conocimiento, inspirándonos también en un tema muy debatido, la inteligencia artificial. Nos preguntamos: ¿puede la inteligencia artificial sustituir a la creatividad humana? Por eso quisimos contar esta historia a través de los Arthonauts, personajes que viajan en el tiempo para descubrir a los inventores del pasado. El pretexto de sus viajes es la búsqueda de Eureka, una inteligencia artificial creada por un científico que puede resolver cualquier problema. Los Arthonauts saltan de una época a otra, de los sumerios a los egipcios y a los romanos, explorando los inventos humanos, hasta que encuentran a Eureka, representada en forma de luciérnaga. Pero la última pregunta que le hacen conduce a una revelación: el ingenio y la creatividad humanos no pueden sustituirse. Eureka puede procesar datos e imágenes existentes, pero no inventar. Este mensaje subraya la importancia y singularidad de nuestra creatividad. Esta idea fue el detonante del proyecto sobre arte y ciencia, ya que la historia de la ciencia demuestra que siempre ha ayudado a la humanidad, nunca a sustituirla. Artonauts se divide en una parte narrativa, que es pura fantasía para enganchar a niños y jóvenes, y una parte de arte y arquitectura, que ofrece información y conocimientos. Esta doble vertiente nos permite ofrecer una narrativa atractiva y educativa.
¿Puede considerarse el proyecto Artonauti un proyecto pedagógico para sensibilizar y estimular el pensamiento creativo de niños y jóvenes?
Desde luego que sí. Si consideramos que el arte puede ser el estímulo de un pensamiento no sólo creativo, sino también inferencial y lógico, capaz de dar vida a mundos narrativos, nos comprometemos en este proceso. En particular, en nuestras intervenciones en las escuelas, son los profesores quienes lideran este proceso, a menudo a través de seminarios web o conferencias con expertos como la Dra. Simona Ruggi, profesora de psicología del arte en la Universidad Católica, para ofrecer a los profesores herramientas para estimular a los niños a través de las obras de arte. ¿Se podría considerar la posibilidad de utilizar un álbum como juego? Si está bien guiado por un adulto, el juego puede convertirse en una herramienta y convertirse en una ventana al mundo a través de la narración. Colaboramos activamente con los profesores, que son actores clave en este proceso, ofreciendo talleres que parten de la obra de arte y se desarrollan en actividades creativas e interdisciplinares, en las que intervienen no sólo la historia del arte, sino también asignaturas como italiano, geometría y matemáticas. Hemos desarrollado soportes como folletos para ayudar a los adultos a encontrar formas eficaces de contar historias a los niños. Aprender delante de un cuadro, por ejemplo, es una guía que hemos elaborado y que sugiere juegos, actividades y enfoques para que niños y adultos participen delante de obras de arte.
Todos pueden aprender de todos. En su caso, ¿qué le enseñó Artonauts? ¿Y qué le sigue enseñando hoy en día?
Descubrimos que mucha gente sigue apreciando el simple placer de compartir un álbum de cromos con un nieto o unos amigos. Nuestro principal reto es seguir anclados en el mundo analógico en una era cada vez más digital. Seguimos creyendo en el valor de la socialidad. Es alentador ver que el álbum se está convirtiendo cada vez más en una experiencia social, una forma de conectar con los demás. Es estupendo oír historias de chavales que se reúnen para tomar un aperitivo y se llevan el álbum para intercambiar cromos. Lo que más satisfacción nos da son los testimonios que recibimos a diario. Recibimos una foto de Arnaldo Pomodoro pegando una de sus figuritas de Artonauti y creando su álbum social en su fundación. El propio Pomodoro dijo que cualquiera que entre puede contribuir a su álbum social adjuntando una figurita. Estos gestos nos confirman que vamos en la buena dirección, que estas interacciones siguen siendo vitales y que sigue siendo necesario estar juntos. Nuestro reto continúa, pero mientras haya gente convencida de que se puede acercar a un niño de 7 años al arte a través de un álbum de cromos, aquí estaremos para apoyarla.
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