Flashback, la feria de arte antiguo y contemporáneo que se celebra cada año en Turín, llega a su séptima edición para este 2019: como es su característica, este año hay un tema central (los Errantes), y como cada año la calidad es muy alta. A la espera de nuestro top ten de las obras más interesantes que el público encontrará en esta edición de la exposición-mercado (en el Pala Alpitour del 31 de octubre al 3 de noviembre), hemos recogido las impresiones, el día del preestreno, de las directoras Stefania Poddighe y Ginevra Pucci. Entrevista realizada por Federico Giannini.
A la izquierda Stefania Poddighe, a la derecha Ginevra Pucci. |
Flashback 2019 |
FG. Flashback es una feria que siempre guarda importantes sorpresas para coleccionistas y aficionados cada año. Si quisiéramos señalar a quienes nos siguen las principales novedades de este año, ¿qué les sugeriríamos?
SP-GP. Evidentemente, la principal novedad son las obras de arte: son todas nuevas, no hay nada ya visto en ediciones anteriores. Además, el layout ha cambiado por completo, y la propia disposición de la feria es radicalmente distinta. Una vez más, nos gustaría destacar que una de las principales características de Flashback es que se trata de una gran historia dividida en capítulos, y cada año presentamos un capítulo diferente. Nos parece divertido, sobre todo si pensamos en el hecho de que las ferias de arte no tienen título ni tema: es, por tanto, algo un poco especial, propio, que se viene haciendo desde la primera edición. El capítulo de este año está dedicado a los Vagabundos, con el doble sentido de los que “yerran” en el sentido de que vagan sin rumbo, y los que “yerran” en el sentido de que también pueden equivocarse mientras vagan. Este tema fue fundamental a la hora de desarrollar todo el trabajo de la séptima edición de Flashback, tanto con las galerías (en cuanto a la elección de las obras), como en la forma de montar la feria, así como en la parte relacionada con charlas, vídeos y exposiciones. Partimos del concepto y, a partir de ahí, realizamos todo lo necesario para estructurar la feria.
¿Cómo encaja el tema de los Errantes en la larga historia de Flashback, que ya va por su séptimo capítulo? ¿Por qué este tema?
Es necesario partir de una premisa: nuestra narrativa principal es que el arte es todo contemporáneo: en Flashback, vivimos en un espacio temporal en el que las obras, aunque pertenezcan a distintos periodos históricos, son de uso contemporáneo... y, por tanto, todas son contemporáneas. El vagabundo es el que deambula y no tiene destino: se trata de disfrutar de la obra sin prejuicios (quizá con respecto al periodo de datación), es decir, de experimentar la obra por lo que la obra da al observador en el momento en que obra y usuario entran en contacto. La obra, de hecho, sólo se activa en presencia de su espectador: si no hay espectador, la obra no existe. El paseante es el que se encuentra frente a la obra a su paso y, sin prejuicios, la experimenta por lo que la obra comunica.
No sólo hay prejuicios hacia las obras, sino quizá también hacia las ferias...
No sabemos si existen prejuicios reales contra las ferias, pero sí sabemos que, cuando se trata del mercado, puede ocurrir que quienes se ocupan del arte más vinculado al museo y a la exposición tengan algunos prejuicios. Y por eso muchas veces decimos que la feria te permite tener un contacto especial con la obra: si yo sé que esa obra se puede comprar, en consecuencia, y ya automáticamente, esa obra pasa a formar parte de mi vida cotidiana, pasa a formar parte de mi vida cotidiana, sé que la puedo tener en mi casa. No importa si al final no la compro: lo que importa es la percepción, la forma en que uno se enfrenta a la obra. El museo enfría ciertos sentimientos, en cierto modo “sacraliza” la obra. Para nosotros, la obra, colocada en la dimensión de una feria, se convierte en cotidiana. Este aspecto también está relacionado con todos los proyectos que realizamos en la ciudad durante el año: el concepto es que el arte es algo cotidiano y, de este modo, se convierte en algo al alcance de todos.
Y la forma en la que Flashback quizás hace que el arte esté más ’al alcance de todos’ es con el proyecto Opera viva, que pone a la ciudad en contacto directo con el arte. Para la edición de 2019, el proyecto especial de Flashback Opera Viva es un proyecto de arte urbano, concebido por Alessandro Bulgini y comisariado por Christian Caliandro. Consiste en unos carteles expuestos en Turín, en la Piazza Bottesimi. ¿Por qué esta elección?
Opera viva es un proyecto desde el primer año. Debemos decir que estamos muy cerca de De Dominicis: nuestro concepto de arte totalmente contemporáneo nació precisamente así. Y el proyecto Opera Viva nació de la misma manera: Flashback es un organismo vivo en constante mutación que también debe estar en contacto con el territorio que lo rodea. Por eso, en 2015 también decidimos no quedarnos centrados solo en los días de la feria, sino salir de los espacios dedicados al arte, y utilizar lo que ya existe (en el caso del proyecto Opera viva 2019 hablamos de carteles municipales: el proyecto consiste precisamente en unos carteles, por lo tanto en algo que ya existe), para dar arte a todo el mundo, permitiendo que todo el mundo lo disfrute, quizá incluso inconscientemente. Pero esta es precisamente nuestra misión: hacer accesible al público más amplio incluso las cosas quizás a veces más complicadas o menos inmediatas que puede presentar el arte contemporáneo.
¿Y cómo responden los coleccionistas a su propuesta?
Muy bien: hemos llegado a la séptima edición porque, evidentemente, se han juntado toda una serie de características que funcionan. En definitiva, Flashback funciona porque hay interés por parte del mercado, de los coleccionistas: en definitiva, de todos. Las galerías vuelven si están los coleccionistas, los coleccionistas vienen si hay obras de calidad como las que hay aquí. Así que la feria funciona porque el sistema funciona.
¿Y para el público de aficionados? ¿Podemos decir que Flashback sigue siendo un acontecimiento cultural, independientemente del valor que naturalmente tiene para el mundo del coleccionismo y del mercado?
Cuando pensamos en cómo presentar Flashback, una de las frases que nos caracteriza es que cultura y mercado forman parte de la misma ecuación. Luciano Pistoi solía decir que el primer acto de crítica es comprar. Significa que en el momento en que decido comprar algo, he introyectado esa cosa y tiene ese cierto valor para mí. La cultura y el mercado no podrían vivir separados: ¿cómo se puede decir que las obras que se venden aquí no tienen nada que ver con la cultura? Una es el soporte de la otra: el mercado es el soporte de la cultura, pero sin cultura no habría mercado.
Una última broma: ¿cuáles son sus expectativas para esta edición 2019 de Flashback?
Ya nos sentimos felices cuando vemos, como hoy, a la gente paseando y mostrando un aire de satisfacción. Para nosotros, esto es muy importante. Vivir con expectativas no es algo que nos caracterice: nos marcamos muchos pequeños objetivos de vez en cuando, sin estirarnos demasiado. Nos fijamos pequeñas metas que intentamos alcanzar con nuestras propias fuerzas y a nuestra manera, porque tenemos nuestra propia forma de ser, que no queremos distorsionar en modo alguno. Creemos que hemos creado el contenido y el contenedor adecuados, y esperamos que los demás perciban Flashback tal y como nosotros lo hemos concebido y lanzado.
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