¿En qué punto se encuentra la digitalización de los museos y el patrimonio cultural? Los cierres que han afectado a los sitios culturales desde marzo hasta hoy han obligado a acelerar los procesos en curso, y hay nuevos proyectos en marcha para que nuestros sitios culturales sean cada vez más digitales. La digitalización es una cuestión fundamental y estratégica para el patrimonio cultural, hasta el punto de que el plan de digitalización del patrimonio es el de mayor envergadura de los presentados por el Ministerio de Patrimonio y Actividades Culturales como candidatos a los fondos de la UE de Nueva Generación (es decir, los impropiamente llamados todavía “Fondo de Recuperación”). Para saber cómo está trabajando el Ministerio en materia digital, hemos hecho balance de la situación con el Ministro de Bienes Culturales, Dario Franceschini. La entrevista es de Federico Giannini.
Dario Franceschini |
FG. Señor Ministro, empecemos por los datos. De un análisis de Swg para Confcommercio sobre el consumo cultural de los italianos durante el periodo de encierro se desprende que los contenidos culturales en la web (visitas virtuales a museos, espectáculos, teatro o conciertos en streaming) fueron poco tenidos en cuenta. Por ejemplo, visitas virtuales a museos: sólo el 4% realizó una visita virtual completa, y el 17% vio algo, pero sin prestar especial atención. El 79% restante o no conocía esta posibilidad, o la conocía pero no le interesaba. En su opinión, ¿cómo deben interpretarse estos datos? ¿Es el comienzo de un proceso lento? ¿O falta algo?
DF. Desde los primeros días del cierre, MiBACT ha trabajado para mantener los sitios culturales en red, activos y conectados. Se han preparado nuevos contenidos digitales ad hoc, se han multiplicado las contribuciones audiovisuales con campañas promovidas a marchas forzadas para permitir a los italianos mantenerse en contacto con su patrimonio cultural, desde #ArtYouReady hasta #laculturanonsiferma, promovidas prèmiere en los canales sociales de MiBACT para el primer DanteDì, para el aniversario de Rafael y para la Navidad en Roma. Según una encuesta del Politécnico de Milán, los museos estatales italianos triplicaron su presencia digital durante los meses de cierre, con un aumento considerable de su actividad en las redes sociales y el consiguiente incremento de seguidores. Dicho esto, en las circunstancias del cierre, las instituciones culturales se vieron obligadas a acelerar un proceso de digitalización que en ese momento se encontraba en una fase de transición. Se hizo mucho por la vía de urgencia, con buenos resultados que aún tienen un amplio margen de mejora. Por ello, MiBACT ha propuesto, en el marco de los fondos de la UE para la próxima generación, un plan integral de digitalización para sus instituciones culturales. Es preciso mejorar la oferta de contenidos en línea para que resulte plenamente atractiva al público potencial. Para lograrlo se necesitan importantes recursos, que sólo están disponibles en el marco europeo.
Sin embargo, está claro que durante el encierro hubo una verdadera fiebre por lo digital, pero a menudo fue improvisada. Una encuesta del Osservatorio Innovazione Digitale nei Beni e Attività Culturali (Observatorio de Innovación Digital en Bienes y Actividades Culturales) del Politécnico de Milán, realizada también después del llamado encierro, reveló que el 51% de los museos italianos no emplea a ningún profesional, interno o externo, que tenga competencias digitales. Sin embargo, no puede decirse que lo digital sea una cuestión nueva: ¿qué se ha hecho en el pasado en materia de competencias, qué se ha hecho tras el cierre (y qué se hará en el futuro) para mejorar la situación, qué está previsto para dotar a los museos de las competencias necesarias? ¿Existen planes de formación, se utilizarán cifras relacionadas con lo digital? Y si es así, ¿con qué fórmulas?
No en vano, en 2016, cuando el MiBACT tuvo la oportunidad de convocar oposiciones tras ocho años desde la última convocatoria, también se seleccionó por primera vez entre los profesionales del patrimonio cultural a responsables de promoción y comunicación. Durante el encierro, estos nuevos profesionales, ya establecidos en varios museos y parques arqueológicos, se conectaron en red de forma innovadora, lo que permitió una acción coordinada eficaz en materia digital. Se trata de un primer paso importante. En el futuro, los nuevos concursos tendrán en cuenta la necesidad de inyectar nuevas energías en la maquinaria de protección y valorización del patrimonio cultural, incluidos los profesionales con competencias digitales. Así, los fondos de la UE para la próxima generación, que recuerdo no pueden utilizarse para contrataciones permanentes, se destinarán a la formación digital del personal y a la realización de proyectos incluidos en este plan, con importantes efectos sobre el empleo.
Muchos museos han probado nuevas formas de comunicación este verano. Sin embargo, según Valentino Nizzo, director del Museo Nacional Etrusco de Villa Giulia, el problema fundamental es la inadecuación de los medios al público, y “la clave hay que buscarla en las formas de comunicación”. Y de hecho, últimamente se habla mucho de transmedialidad. En este sentido, ¿qué se está experimentando en los museos estatales? ¿Veremos pronto cómo los museos cambian su forma de comunicar y de dirigirse a su público? Y si es así, ¿cómo imagina la comunicación de los museos del futuro?
Es un cambio en marcha que, como todas las transiciones aceleradas por la crisis pandémica, aún no ha concluido. Muchos institutos han reforzado sus canales sociales, alimentándolos constantemente con contenidos, mientras que a nivel central se ha lanzado un agregador, Culturaitaliaonline, que por primera vez reúne las actividades digitales de museos, parques arqueológicos, bibliotecas, archivos estatales y superintendencias en un formato continuamente actualizado. Estamos avanzando hacia una rápida evolución en la comunicación de las instituciones culturales, estamos entrando en la madurez de los Museos 4.0 en los que lo digital desempeñará un papel cada vez más predominante. No sustituirá la asistencia a los museos, pero la hará más amena, instructiva y fácil.
Lo digital también podría ser clave para la promoción de los territorios a través de la labor de los museos: un tema sobre el que, sin embargo, se ha trabajado poco. ¿Cuál es su idea al respecto?
Las zonas del interior de nuestro país albergan un patrimonio extraordinario, que sólo espera ser puesto en valor. Para lograr este objetivo, que también nos ayudará a gobernar el flujo del turismo internacional cuando, al final de la pandemia, vuelva con más ímpetu que antes, necesitamos infraestructuras capaces de facilitar la movilidad, la recepción y la conectividad. Por eso MiBACT, de nuevo en el contexto de los fondos Next Generation de la UE, ha propuesto un gran plan nacional para la recuperación de los pueblos, mediante la regeneración de espacios públicos y edificios históricos, infraestructuras digitales, mejora de la accesibilidad y revitalización del patrimonio cultural.
Otro problema es la venta de entradas en línea. Todavía son pocos los museos que ofrecen al público esta posibilidad. ¿Qué se está haciendo para resolver este problema? Tengamos en cuenta también que todo esto será muy importante incluso cuando termine la emergencia Covid, porque mejorará la experiencia museística y acercará aún más al público (lo que podría ocurrir con otras medidas: pienso, por ejemplo, en las aperturas nocturnas). En cuanto a la mejora de la experiencia museística, ¿hay algo previsto?
Las restricciones impuestas a la asistencia a los museos durante el periodo de reapertura han obligado a adoptar cada vez más un sistema de reservas en línea. Ahora los museos vuelven a estar cerrados, una decisión dolorosa por la necesidad de minimizar la movilidad de las personas. Este tiempo se aprovechará para mejorar lo hecho hasta ahora en la implantación de la venta de entradas en línea, también porque se ha visto que los italianos han agradecido la oportunidad de visitar sus museos, de volver a conectar con su patrimonio cultural. Cuando vuelva el turismo internacional, los museos tendrán que estar preparados para proponer una nueva forma de fruición, dotándose de mayor convicción con formas de compra y reserva de la visita a distancia.
Otro capítulo es el de las colecciones en línea: pocos museos las han puesto a disposición del público. Me gustaría preguntarle, por tanto, en qué punto nos encontramos con la digitalización de las colecciones. Además, dado que el MiBACT ha propuesto invertir 2.500 millones del Fondo de Recuperación para el “plan de digitalización del patrimonio cultural”, sería interesante saber cómo, concretamente, piensa invertir el ministerio esta suma tan importante.
No en vano, la reciente reforma del MiBACT preveía la creación de la Biblioteca Digital, un instituto autónomo dedicado exclusivamente a la digitalización del patrimonio custodiado en bibliotecas y archivos, lo que nos permitirá tratar de igual a igual con los gigantes de la red. No excluyo que en los museos vayamos en la misma dirección: es nuestro deber proteger el patrimonio cultural también en su forma digital, convirtiendo al Estado en protagonista de una acción que, de otro modo, estaría destinada a exponer a los museos individuales a las condiciones dictadas por el over the top.
En los últimos meses usted ha insistido mucho en la necesidad de un “Netflix de la cultura”, hasta el punto de que en el decreto de relanzamiento se asignaron 10 millones de euros para realizarlo. ¿Cuál es su idea de este “Netflix de la cultura” del que no se ha filtrado mucho hasta ahora? ¿Cómo piensa realizarlo? ¿Habrá también “conexiones” con la experiencia en vivo, por ejemplo, acceso para visitantes de museos?
El encierro nos ha mostrado cómo la oferta cultural puede pasar de los museos, el cine y las salas de espectáculos en directo directamente a los hogares. Este fenómeno ha demostrado que se puede multiplicar la oferta cultural y llegar a más gente. Por eso estamos pensando en una idea, ya financiada con diez millones de euros, para crear una plataforma digital pública, que estamos construyendo con Cassa Depositi e Prestiti pero que también puede contar con socios privados, que pueda ofrecer toda la oferta cultural de nuestro país a cambio de una cuota en Italia y en el mundo. Por el momento no es posible saber cuánto durarán las medidas de restricción para el cine, los teatros, el teatro y el espectáculo en vivo, por lo que esta propuesta pretende ser un complemento. Nadie, que quede claro, piensa sustituir la belleza del espectáculo en vivo o la visita a un museo en persona. Esta integración puede dar a quienes quieran quedarse en casa o en cualquier parte del mundo la oportunidad de visitar un museo o disfrutar de una película o una obra de teatro. También es un gran vehículo para promover la cultura de nuestro país.
Una cuestión importante son los datos: los museos estatales hacen pocos perfiles, y esto afecta tanto a las actividades en línea como a las físicas. Es decir, nuestros museos saben poco de su público. ¿Cómo piensa mejorar un problema cada vez más acuciante?
Está claro que el uso cada vez mayor de perfiles sociales por parte de los museos permitirá perfilar mejor a los públicos potenciales. También en este campo el big data será crucial, y aún queda mucho trabajo por hacer al respecto.
Para terminar, me gustaría citar una observación de Alfonsina Russo, directora del Coliseo, quien escribió en nuestra revista que la oferta digital de los museos se ha propuesto en los últimos meses en función de las capacidades de las personas, “y es evidente”, señaló, “que no todos han sido capaces de hacer frente a esta onda expansiva, bien por falta de personal, bien por falta de herramientas adecuadas, bien por ausencia de una estrategia en el sentido de programación, diseño, creación de contenidos. Ahora volvemos a estar en un momento muy delicado, y quizás se avecine una nueva ”onda expansiva", ya que el drástico descenso de visitantes probablemente seguirá afectando a los museos (que tendrán que estar mejor preparados que en marzo). ¿Cuánto tiempo cree que se mantendrá esta situación?
Por desgracia, la onda expansiva ha llevado a la dolorosa decisión de cerrar museos. Muchos ya se están preparando para seguir en contacto con su público, como demuestran las numerosas iniciativas digitales que se están poniendo en marcha en estas horas. Muchas seguirán en los próximos días, porque, repito, no sabemos cuánto tiempo será necesario mantener los museos cerrados.
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