El art strategist, una nueva figura profesional entre el arte y el marketing digital


Ante la escasez de puestos de trabajo en el patrimonio cultural, muchos jóvenes historiadores del arte han recurrido a la tecnología y han inventado nuevas profesiones que también tienen mucha demanda en el mercado. Una de ellas es la de estratega del arte. ¿En qué consiste? Eleonora Rebiscini lo explica en esta entrevista.

El problema del desempleo en el sector cultural es una cuestión real que afecta (y aflige) a varios recién licenciados (y no) en cursos académicos de arqueología, historia del arte, gestión del patrimonio cultural y economía del patrimonio cultural. Según un estudio reciente(Patrimonio cultural y desempleo intelectual, de Alessandro F. Leon), el porcentaje de licenciados y empleados en el sector ronda el 37,8%. Esto significa que bastante más de la mitad de los licenciados en patrimonio cultural no encuentran un empleo en el mundo laboral relacionado con el sector para el que estudiaron.

Ante unas oposiciones tardías por parte del Ministerio de Cultura y una oferta de empleo reducida casi a la mínima expresión por parte de los museos, tanto públicos como privados, los jóvenes que siguen estudiando patrimonio cultural buscan nuevas herramientas de trabajo que les permitan “crear un puesto de trabajo” cuando éste no es ofrecido por sus responsables. Muchos de estos recién licenciados recurren a la tecnología y a las redes sociales. En concreto, éstas han permitido recientemente la creación de nuevas figuras de especialistas en el sector cultural, como elArt Advisor y elArt Strategist. Estas figuras profesionales, principalmente expertos en marketing digital, aunque no forman parte de la plantilla oficial de un museo o empresa cultural, trabajan junto a ella y crean las estrategias culturales y de marketing para hacer que los espacios artísticos sean “más atractivos” para los visitantes nacionales e internacionales.

Es el caso de Eleonora Rebiscini, romana de nacimiento, que, tras un máster en Historia del Arte, decidió asistir a la Escuela de Negocios de “Il Sole 24 Ore” y obtuvo un máster en Economía y Gestión del Arte y el Patrimonio Cultural. Así, se acerca al marketing en las redes sociales desde su época universitaria, dedicándose al negocio de comercio electrónico de su familia. Eleonora, que nació en 1992, se dio cuenta enseguida del potencial del marketing digital aplicado al arte y comenzó, a través de su perfil de Instagram, a difundir arte. Hoy, su cuenta de Instagram tiene nada menos que once mil seguidores, lo que no está nada mal teniendo en cuenta que su público objetivo es predominantemente italiano y apasionado no de la moda, sino del arte. Hablando con Eleonora, uno se entera de una nueva figura profesional, la de la “Art Strategist”, una profesional polivalente que combina la experiencia en el campo del arte con el marketing digital, como ella misma explicó a Finestre sull’Arte.

Eleonora Rebiscini
Eleonora Rebiscini
Eleonora Rebiscini
Eleonora Rebiscini

FDV. Eleonora, ¿podrías explicar a quienes no están muy familiarizados con el mundo de las redes sociales y la tecnología, qué significa trabajar como estratega del arte para museos, casas de subastas y empresas relacionadas con el arte y la cultura? Creo que es sumamente importante que lo hagas, teniendo en cuenta las dificultades que muchas personas (yo incluida) tenemos para encuadrar esta nueva figura profesional de la que tanto estamos oyendo hablar últimamente....

ER. El art strategist es una nueva figura profesional, nacida para combinar las competencias técnicas en marketing digital con las adquiridas durante mis estudios universitarios en historia del arte. En el Palazzo Strozzi de Florencia, por ejemplo, he estado trabajando durante los últimos tres meses en un proyecto relacionado con la exposición de Arte Americano con el objetivo preciso de ampliar la audiencia de visitantes, y también de aumentar el grado en que el nombre del museo es conocido por sus visitantes. El proyecto, que duró unos tres meses, consistió en trabajar en la búsqueda de influencers que reflejaran los temas de la exposición, como el estigma del sida en Estados Unidos o la cuestión del racismo.

Me parece muy interesante que haya trabajado con una casa de subastas. ¿Cuál es el papel de un estratega del arte para una casa de subastas?

Para la casa de subastas Pandolfini, con la que sigo trabajando, fue sobre todo consultoría estratégica con el personal del departamento de marketing para mejorar y aumentar la identidad de la marca Pandolfini en Internet. Colaboramos estrechamente durante tres meses (de mayo a julio de 2021) y ayudé a dar forma a su línea de comunicación en las redes sociales.

Imagino que la pandemia sin duda ha orientado su trabajo en una dirección positiva, dado el mayor uso de las redes sociales por parte de los usuarios y que ha afectado a todos los sectores de la economía. ¿Ha sido éste también el caso de su trabajo?

Con la pandemia, mis competencias se han vuelto muy solicitadas porque el lenguaje digital, huelga decirlo, ha sido un medio fundamental para relanzar el mundo del arte. Crear y comisariar una estrategia de comunicación digital resultó ser un expediente perfecto para promover y valorizar nuestro patrimonio artístico y hacer que la gente volviera a los museos. Me sentí y me sigo sintiendo útil porque mi trabajo, a su pequeña manera, está contribuyendo a la recuperación. Cuando la gente me pregunta a qué me dedico, respondo que en realidad me ocupo del presente y el futuro del arte: con Artsquare.io, una startup italiana con sede en Londres, una plataforma de tokenización que permite a todo el mundo convertirse en copropietario de obras de iconos como Andy Warhol y Keith Haring y de jóvenes contemporáneos como Jago, contribuimos a la democratización del mercado del arte derribando las barreras de acceso. En pocas palabras, es el mismo mecanismo que afecta al mercado de valores. En Artsquare.io, me encargo del departamento de marketing de la start-up, cuidando su imagen pública e informando a los clientes potenciales sobre cómo utilizar sus servicios. Es un proyecto muy ambicioso, que refleja mis principios en todos los sentidos.

Un último comentario y una última pregunta. Desde 2020 también impartes Marketing Digital para el Arte y la Cultura en el máster Economia e Management dell’Arte e dei Beni Culturali de la Academia Treccani, una escuela de formación de posgrado. ¿Cuál es su relación con los jóvenes (y no) licenciados del sector que ahora se incorporan al mundo laboral? ¿Qué consejos cree que puede darles? En su opinión, ¿sigue siendo posible encontrar trabajo en el mundo del patrimonio cultural hoy en día?

Como profesor del máster de la Academia Treccani, tengo la oportunidad de estar en contacto con jóvenes licenciados que intentan con todas sus fuerzas salir adelante en el sector y trabajar en el campo para el que se licenciaron, una situación que, como sabe, es muy difícil en la Italia actual. Lo que más me enorgullece es la confrontación con estos jóvenes que me escriben todos los días para pedirme consejo. Siempre soy sincero y directo: sin paciencia, estudio e iniciativa, no se llega a ninguna parte. Encontrar trabajo en el sector del arte en Italia sigue siendo posible, hace falta tener la mente abierta, algo esencial para combinar sectores aparentemente no relacionados. Lo importante es no estancarse en una única perspectiva: no sólo existe la carrera de conservador de museo o la de profesor universitario e investigador. Hay que mirar alrededor, buscar nuevos caminos y seguir formándose, como hice yo acercándome a un sector aparentemente lejano como el marketing digital, que sin embargo me está permitiendo trabajar en el mundo del arte.


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