By Redazione | 13/01/2025 18:58
Las Colecciones Egiptológicas de laUniversidad de Pisa, que forman parte del Sistema de Museos Universitarios, conservan un tesoro inestimable para el estudio dela sociedad egipcia: son los ostraka de Ossirinco, que representan un extraordinario corpus de testimonios históricos, lingüísticos y culturales del antiguo Egipto.
Estos fragmentos de cerámica y otros materiales fueron descubiertos en gran parte durante las campañas de excavación llevadas a cabo en el yacimiento arqueológico de Oxirrinco (actual El-Bahnasa: el nombre griego "Oxirrinco" es el que asumió la antigua ciudad egipcia de Per-Medjed tras la conquista de Egipto por Alejandro Magno), situado en el centro de Egipto, a lo largo de la orilla occidental del Nilo. El yacimiento, famoso por la extraordinaria cantidad de papiros encontrados, fue una fuente fundamental para el estudio de la vida cotidiana, la burocracia y la cultura en el Egipto grecorromano y tardoantiguo. La colección de Pisa se compone de unos 1.500 ostraka de cerámica, adquiridos por la Universidad de Pisa en 1968.
El término ostraka (plural de ostrakon, del griego ὀστράκον) hace referencia a fragmentos de cerámica utilizados como soporte de escritura en la Antigüedad. La elección de estos materiales estaba relacionada con su gran disponibilidad y bajo coste en comparación con el papiro, más valioso y caro. Sin embargo, también existía un material que hoy nos parece bastante extraño: los huesos de animales. Las Colecciones Egiptológicas de Pisa, en particular, conservan una escápula y una mandíbula de dromedario, esta última especialmente reconocible por conservar algunos dientes, en los que podemos ver signos grabados en demótico. No era raro que se utilizaran huesos de animales como soportes de escritura, precisamente por su fácil disponibilidad. Las ostrakas se utilizaban para muchos fines: documentos administrativos, memorandos, listas contables, recibos.
Las ostraka halladas en Oxirrinco ofrecen una visión única de la sociedad egipcia en las épocas helenística, romana y bizantina, revelando aspectos tanto de la vida cotidiana como de las estructuras administrativas y religiosas. Los fragmentos de las Colecciones Egiptológicas de Pisa, la mayoría de los cuales están escritos en demótico (penúltima fase de la lengua egipcia, caracterizada por una escritura derivada de formas de escritura en "ieriático", sistema que se desarrolló junto a los más famosos jeroglíficos), mientras que otros están en griego o copto, aportan importantes pruebas de las costumbres y actividades del pueblo egipcio, ya que la escritura demótica se reservaba principalmente para los documentos comunes. En resumen, puede considerarse una especie de escritura popular.
El yacimiento de Ossirinco es conocido por haber conservado una de las mayores colecciones de textos egipcios antiguos, principalmente papiros, pero también ostraka, todos ellos de época romana, augustea y post-agustana. Los ostraka de Ossirinco conservados en la Universidad de Pisa proceden de una de las fases de exploración arqueológica llevada a cabo en el yacimiento entre los siglos XIX y XX. Las colecciones de Pisa incluyen materiales de gran interés para los estudiosos de la egiptología y la papirología.
Entre los documentos más comunes se encuentran recibos (por ejemplo, de suministros de agua, grano, aceite), registros de pagos, listas de bienes. La mayoría de los ostraka se refieren al comercio entre la ciudad de Oxirrinco y el pequeño oasis de Baharia. El estudio de estos tiestos de cerámica es, por tanto, crucial para comprender la historia económica de Egipto en época romana y cómo se organizaba el comercio entre Egipto y los oasis en la época a la que se remontan los tiestos (es decir, la época de la dominación romana de Egipto).
Uno de los aspectos más fascinantes es la variedad lingüística. Los ostraka reflejan la transición lingüística y cultural que tuvo lugar en Egipto, destacando la interacción entre la cultura egipcia autóctona y las influencias griega y romana. El demótico, una forma simplificada de la escritura jeroglífica utilizada con fines prácticos, y el copto, la última fase de la lengua egipcia escrita con el alfabeto griego, coexisten con el griego, que dominaba en los ámbitos administrativo y literario.
Los ostraka han sido estudiados en profundidad por egiptólogos y papirólogos, que han analizado tanto su contenido textual como sus características materiales. La paleografía, es decir, el estudio de las formas de escritura, ha permitido datar los fragmentos e identificar los contextos de producción, y los análisis materiales han contribuido a comprender mejor las tecnologías y las prácticas artesanales de la época.
Estos objetos son de gran importancia no sólo para los estudiosos de la historia antigua y la papirología, sino también para el público en general. De hecho, representan una ventana única a la vida cotidiana del antiguo Egipto, revelando detalles concretos sobre las prácticas administrativas de esta antigua civilización. Su conservación en las Colecciones Egiptológicas de la Universidad de Pisa permite a los estudiosos acceder a un valioso recurso para comprender mejor la dinámica cultural y social del antiguo Egipto. Una pieza fundamental del mosaico cultural del antiguo Egipto, en esencia: estos fragmentos, aunque a menudo de pequeño tamaño, contienen valiosa información que ilumina aspectos complejos y variados de la sociedad egipcia del periodo grecorromano. Su conservación y estudio representan una importante contribución a la comprensión de la historia, la lengua y la cultura de una civilización que sigue despertando fascinación e interés.
Las Colecciones Egiptológicas de Pisa son un museo abierto regularmente al público: el sitio web ofrece información práctica sobre horarios y tarifas de entrada.