El genio y las sombras de Bernini llegan al teatro: estreno en Rávena de la obra sobre el artista

Del 3 al 15 de diciembre de 2024, el Teatro Rasi de Rávena acogerá el estreno mundial de Letterea Bernini, la nueva obra de Marco Martinelli, director, dramaturgo y cofundador de Le Albe junto con Ermanna Montanari (que también es coguionista del espectáculo), producida en coproducción con Emilia Romagna Teatro ERT/Teatro Nazionale. Este monólogo, interpretado por Marco Cacciola , que se mete en el papel de Bernini, explora los lados más controvertidos y humanos del gran artista barroco Gian Lorenzo Bernini, trazando un paralelismo entre el siglo XVII y el presente.

El espectáculo, que después de Rávena llegará a otras ciudades italianas en 2025, se inspira en un hecho documentado: Bernini, ya anciano, se enfrenta a las acusaciones de Francesca Bresciani, una artesana de lapislázuli, que le reprocha no haber pagado el precio justo por una de sus obras. La tensión entre ambos, con Bernini furioso con la mujer, se convierte en el pretexto para una investigación sobre el poder, las rivalidades artísticas y la complejidad del alma humana. La obra, ambientada el 3 de agosto de 1667, nos traslada al estudio romano de Bernini, donde el artista, escultor, pintor y arquitecto está furioso con Bresciani, al tiempo que evoca el fantasma de su rival histórico, Francesco Borromini. Esta figura atormentada, cuya tragedia humana culminó en suicidio, se convierte en el eje de la comparación con Bernini.

“El amor por Bernini surge paradójicamente de su gran rival, Francesco Borromini”, explica Martinelli. “Hace años Ermanna y yo entramos en San Carlino, la obra maestra de Borromini, y quedamos encantados, sobrecogidos, atónitos. A partir de ahí empecé a leer sobre todo; y cuanto más me adentraba en la vida de Borromini, más aparecía su rival, Gianlorenzo. Al principio tendía a apartarlo, me molestaba esa figura prepotente, tan protegida por los papas, el dictador artístico de la Roma de su tiempo. No era sólo un gran artista, era un empresario, decidía quién trabajaba y quién no. Entonces, en un momento dado, gracias a Ermanna, yo también me quedé embelesado por la grandeza de Bernini y lo primero que pensé fue en crear un diálogo entre ambos. Pero como en una película del oeste, no había sitio para los dos en escena, así que Bernini acabó ocupando el escenario, porque además de pintor, escultor y arquitecto, era también un hombre de teatro”.

Concebido inicialmente como un diálogo entre los dos artistas, el texto se convirtió en un monólogo densamente poblado de voces y recuerdos, encarnados por Cacciola, que alterna el italiano y el napolitano en una interpretación intensa y estratificada. El Bernini de Martinelli no es sólo un genio polifacético y ambicioso, sino también un hombre lleno de contradicciones: su personaje emerge en toda su complejidad, reflexionando sobre las dinámicas de poder que aún hoy impregnan la sociedad.

A través de una dramaturgia que entrelaza el siglo XVII y el contemporáneo, la obra evoca temas universales, como la relación entre intelectuales y propaganda, la competencia entre artistas y la eterna tensión entre creatividad y compromiso. Entre citas de papas y cardenales, el texto llega a referencias modernas, evocando dictadores y dinámicas sociales actuales, como el fenómeno de los adeptos.

La trama culmina cuando Bernini se entera del suicidio de Borromini. Su furia da paso a una reflexión más profunda, a la “pietas” hacia su rival y a un tardío reconocimiento de su genio. ¿Quién puede comprender plenamente la grandeza de un artista? Su rival. Su adversario. Su par. “Bernini fue una figura llena de contradicciones, capaz de violencia y matonismo por un lado y capaz de momentos, en cambio, de gran humanidad, de lo contrario no nos habría regalado todas sus obras maestras”, subraya Martinelli sobre esta indagación en la complejidad del alma humana, aún más significativa en una época, la nuestra, dominada por el maniqueísmo, las (anti)ideologías simplificadoras y las picota mediáticas. La tensión entre admiración y hostilidad, entre pasado y presente, hace de Lettere a Bernini una obra que no es sólo un homenaje al Barroco, sino también una lente crítica sobre la sociedad contemporánea, que nos recuerda que el conflicto, en el arte como en la vida, también puede ser generador.

La obra, tras su estreno en Rávena, saldrá de gira por varias ciudades italianas. Del 28 al 30 de enero estará en el Teatro Eleonora Duse de Génova, del 4 al 9 de febrero en el Teatro Elfo Puccini de Milán, del 4 al 9 de marzo en el Teatro delle Passioni de Módena, del 2 al 6 de abril en el Teatro Biondo de Palermo y, por último, del 10 al 16 de abril en las Gallerie d’Italia de Nápoles.

El genio y las sombras de Bernini llegan al teatro: estreno en Rávena de la obra sobre el artista

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