Mimmo Paladino, vida y obra del artista de la Transvanguardia

Domenico Paladino, conocido como Mimmo (Paduli, 1948), es un pintor, escultor y grabador italiano conocido por ser uno de los principales exponentes del movimiento Transavanguardia y por haber creado instalaciones a gran escala en varias ciudades italianas. Su estilo es reconocible por la presencia de elementos tomados de diferentes culturas, como máscaras, animales, manos y cabezas. El artista es muy conocido en el extranjero, donde se le han dedicado numerosas exposiciones individuales.

El movimiento del que forma parte, la Transavanguardia, nació a principios de la década de 1980: fundado por el crítico de arte Achille Bonito Oliva, el grupo estaba formado por Enzo Cucchi, Sandro Chia, Francesco Clemente, Nicola De Maria y el propio Mimmo Paladino. Sus experiencias individuales tienen en común el deseo de inspirarse en el pasado e incluso en tradiciones pictóricas muy distintas y distantes para crear un lenguaje híbrido capaz de reunir épocas diferentes, de una manera que podría denominarse transhistórica (de ahí el nombre). Del grupo, Mimmo Paladino es el artista más esencial, más próximo al primitivismo y al expresionismo alemanes de principios del siglo XX.

La vida de Mimmo Paladino

Mimmo Paladino nació en Paduli, una localidad cercana a Benevento, Campania, el 18 de diciembre de 1948. Comenzó a acercarse a las artes a través de su tío paterno Antonio, pintor, y se matriculó en el Liceo Artístico de Benevento. Asistió a la Galería de Lucio Amelio en Nápoles, donde conoció al pintor Antonio Del Donno, y juntos visitaron la Bienal de Venecia, fascinados por el Pop Art. Paladino expuso por primera vez en 1968 en la Galería Carolina de Portici, cerca de Nápoles, donde fue presentado por el crítico de arte Achille Bonito Oliva. La relación entre ambos se remonta a esta época, que se convirtió en una unión estable con el paso del tiempo, ya que Bonito Oliva presentaría a Paladino en varias ocasiones más y escribiría extensamente sobre él. Inicialmente, Paladino comenzó a adentrarse en el campo de la fotografía, utilizando esta técnica para experimentos conceptuales, siguiendo plenamente la tendencia de la época. También probó el collage, dominando así diferentes técnicas.

Poco después, el artista decidió abandonar Campania y se trasladó a Milán en la década de 1970, una ciudad muy animada desde el punto de vista artístico donde conoció fácilmente las últimas innovaciones. Aquí, de hecho, entró en contacto con nuevas tendencias que anticipaban el retorno al arte figurativo, tras un largo periodo caracterizado por el predominio del arte conceptual. En particular, su participación en la exposición International Triennale für Zeichnung de Wroclaw supondría un punto de inflexión hacia el renacimiento del figurativismo italiano. Mientras tanto, Paladino seguía fascinado por el dibujo mural y, en la segunda mitad de la década de 1970, realizó murales en Nápoles (para la Galería Lucio Amelio, donde había expuesto por primera vez) y Milán. En el segundo mural, en particular, comienzan a aparecer algunos elementos que serán característicos de la obra de Paladino, como algunas máscaras sobre un fondo plano monocolor.

Mientras tanto, el interés de Paladino por el dibujo le lleva también a dedicarse a la pintura, y así comienza su colaboración con el grupo Transavanguardia. Paladino es incluido como exponente del grupo en su presentación oficial en la Bienal de Venecia de 1980 con la exposición Aperto 80. Ese mismo año le siguió una exposición individual itinerante que recorrió varias ciudades (entre ellas Basilea y Amsterdam), una muestra individual en el Badischer Kunstverein de Karlsruhe y su primera exposición en Nueva York, lo que consagró su éxito no sólo en Italia, sino también a escala internacional. Entre 1981 y 1982 continuó su incesante actividad expositiva en muestras y galerías de varias ciudades, tanto de Europa como de Estados Unidos. Organizó exposiciones individuales en Alemania (Berlín, Basilea y Hannover), Bolonia, Londres, Milán, Sydney, París, Nápoles, Roma, Zúrich y muchas otras. En 1994, se convirtió en el primer artista italiano contemporáneo en celebrar una exposición individual en China.

Paladino es un artista de gran curiosidad que experimenta con técnicas diferentes, incluso muy diferentes. En los años 80, se aventuró en la técnica del grabado, en colaboración con otros artistas como Giorgio Upiglio y Alberto Serighelli, consiguiendo resultados notables. Produjo varios libros de objetos y de artista, como EN DE RE (1980) y otros, hasta la década de 2000. También ha creado escenografías para representaciones teatrales, conciertos y diversos tipos de eventos.

Pero, sobre todo, son célebres sus esculturas e instalaciones, tanto permanentes como temporales, que también dan lugar a proyectos arquitectónicos en colaboración con grandes arquitectos italianos, como Roberto Serino en los años 80 y Renzo Piano en los 2000. Por último, también fue el director del largometraje Quijote (2006), realizado dentro de un macroproyecto dedicado a la figura de Don Quijote, entre cuyos protagonistas se encuentra el cantante Lucio Dalla. Paladino ha recibido numerosos honores: entre otros, es Commendatore Ordine al Merito della Repubblica Italiana, Académico Honorario de la Royal Academy of Arts y Académico Ordinario de la Accademia Nazionale di San Luca. En 2008 recibió el Doctorado Honoris Causa en Arquitectura por la USI - Università della Svizzera italiana, y en 2021 el Doctorado Honoris Causa en Artes Visuales por la Universidad de Bolonia Alma Mater Studiorum.

El estilo y la obra de Mimmo Paladino

Las obras de Mimmo Paladino son importantes para el arte italiano, ya que se sitúan en una fase relevante de transición desde un arte más conceptual, en el que la forma apenas está presente en favor de representaciones más abstractas, hacia un retorno gradual a la figura. La propia producción artística de Paladino muestra esta transición que tiene lugar hacia finales de la década de 1970. El elemento que hace inmediatamente reconocible la obra de Paladino es el uso de colores vivos y puros, que constituyen el fondo de la composición o forman parte directamente de ella, y la recurrencia de elementos específicos representados de manera estilizada, como animales (en particular el caballo), cabezas y manos. Estos elementos resultan ser referencias a diversas culturas primitivas, y se pueden reconocer inspiraciones extraídas de la iconografía del arte paleocristiano, egipcio y etrusco. Algunos viajes a Brasil y Sudamérica en 1982 ayudaron al artista a aumentar el abanico de referencias al quedar fascinado por la cultura local, impregnada de animismo primitivo.

En 1983, al mismo tiempo que seguía exponiendo por todo el mundo, tanto en solitario como en grupo junto con otros artistas de la Transvanguardia, el artista decidió crear un complejo de viviendas en su ciudad natal de Paduli, compuesto por esculturas y objetos dispersos por la zona y que sirviera de enlace entre su casa y algunos talleres. Realizó el proyecto junto con el arquitecto Roberto Serino. La colaboración con Serino continuó en dos ocasiones. La primera fue en 1987, en el marco de un proyecto coordinado por Alessandro Pomodoro para la reconstrucción de la iglesia de Gibellina, destruida tras un devastador terremoto en 1968. La segunda fue para la creación de una estatua para la ciudad de Benevento, que se inauguró en 1992.

En la década de 1990, Paladino creó una serie de instalaciones colocadas en espacios urbanos, la más famosa de las cuales es Montagna di sale (1990). La obra consiste en caballos de madera (idénticos a los que suelen verse en los cuadros de Paladino) de pie o tumbados sobre un simulacro de montaña de sal hecha de hormigón, fibra de vidrio y piedra triturada. Inicialmente, esta obra iba a formar parte de la escenografía de una representación de La novia de Mesina, de Friedrich Schiller, pero posteriormente se duplicó y se instaló temporalmente en la Piazza Plebiscito de Nápoles (1995) y en la Piazza Duomo de Milán (2011).

En la década de 2000, además de diversificarse en el campo dela edición (produjo otros libros y trabajó en algunas ilustraciones para nuevas ediciones de La Ilíada y La Odisea publicadas por la editorial “La lettera” de Florencia), desde 2004 Paladino ha participado en proyectos de naturaleza variada y a gran escala por toda Italia. En 2004, realizó las puertas de la nueva iglesia del Padre Pío en San Giovanni Rotondo, dentro del proyecto diseñado por Renzo Piano. En 2006, inició un proyecto sobre El Quijote, que incluyó una exposición con pinturas, esculturas y una película, y continuó con nuevas ilustraciones y un libro de artista. En 2008, creó La porta di Lampedusa, una gran puerta de terracota y hierro, un monumento dedicado a la memoria de los emigrantes que murieron en el mar mientras intentaban alcanzar las costas italianas huyendo de sus países de origen, devastados por el conflicto. En 2010, se le pidió que creara los decorados para una serie de conciertos de los cantantes Lucio Dalla y Francesco de Gregori (reunidos en un proyecto conjunto treinta años después de su primera colaboración). En 2011, diseñó el proyecto de la nueva sala que alberga la escultura del siglo VI a.C. Il Guerriero di Capestrano (El guerrero de Capestrano ) para el Museo Villa Frigerij de Chieti, mientras que en 2012 diseñó la iluminación del escenario de la “Notte della Taranta” de Melpignano (Le). El telón para el Teatro Regio de Parma data de 2021.

Dónde ver las obras de Paladino

Algunas de las obras de Paladino están expuestas permanentemente en varios museos italianos. Puede admirarlas en Nápoles, en el Museo Napoli Novecento 1910-1980. Per un museo in progress de Nápoles, en el Museo Nazionale di Capodimonte de Nápoles y en el Museo d’Arte Contemporanea Donnaregina (MADRE) de Nápoles.

Otras obras se encuentran en la Galleria Nazionale d’Arte Moderna e Contemporanea de Roma, en el MAMbo - Museo d’Arte Moderna di Bologna de Bolonia y en Cagliari, en la Galleria d’Arte Moderna La instalación Montagna di sale (1990) se llevó de forma permanente al Baglio Di Stefano, complejo arquitectónico que alberga la Fundación Orestiadi en Gibellina, provincia de Trapani. Por último, también se conservan obras de Paladino en el Metropolitan Museum of Art de Nueva York.

Mimmo Paladino, vida y obra del artista de la Transvanguardia

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