Jannis Kounellis, el griego del Arte Povera. Vida, estilo, obras


Jannis Kounellis, de origen griego, fue uno de los principales exponentes del Arte Povera. Vida, estilo, principales obras.

Jannis Kounellis (El Pireo, 1936 - Roma, 2017), artista de origen griego nacionalizado italiano, fue uno de los principales exponentes delArte Povera, cuyo modus operandi consistía en la recuperación y reutilización de materiales desechados para crear instalaciones, que pretendían expandirse más allá de los límites físicos del cuadro forjando un vínculo entre la obra y su entorno.

Kounellis se unió a los demás poveristas en torno a 1967, de forma bastante natural, ya que el pintor, desde sus inicios sobre lienzo, afines al abstraccionismo, ya había manifestado cierta crisis respecto a la pintura unos años antes y había empezado a introducir elementos similares a la performance. La música clásica, los animales vivos y materiales naturales como el carbón se convertirían en elementos recurrentes en la obra de Kounellis, que se mantuvo activo hasta pocos años antes de su muerte en 2017.

Como artista y como persona, Kounellis siempre sintió muy cercano el tema de laideología política, ya que vio con sus propios ojos la guerra civil en su Grecia natal, un trauma que le produjo una relación de impaciencia con su patria. Además, Kounellis manifestó a menudo una tendencia a la decepción y al replanteamiento de ciertas convenciones del arte, a las que no dejó de responder a través de sus instalaciones, hasta una especie de asentamiento en patrones ya recorridos en su juventud, que se aprecia en la última fase de su vida.

Jannis Kounellis
Jannis Kounellis

La vida de Jannis Kounellis

Jannis Kounellis nació en Grecia, en El Pireo, el 23 de marzo de 1936: allí permaneció hasta los veinte años. Durante su infancia vivió la guerra civil griega de 1946-1949, y esta particular situación influyó enormemente en el desarrollo de laidentidad política de K ounellis y también condicionó su visión artística. Ya de adolescente, Kounellis había creado algunas obras y empezado a tomar clases de dibujo, antes de elegir matricularse primero en elInstituto de Arte de Atenas y luego en la Escuela de Bellas Artes, donde sin embargo sólo permaneció un año debido a roces con sus profesores.

Tras este episodio, Kounellis abandonó Grecia y prosiguió su formación artística lejos de su patria, decidiendo romper drásticamente con sus orígenes e incluso renegando de ellos durante mucho tiempo. Se trasladó entonces a Italia, a Roma, precisamente el día de Año Nuevo de 1956. Se matriculó en la Academia de Bellas Artes de la capital italiana, donde tuvo la oportunidad de estudiar con Toti Scialoja, que resultó ser un gran referente para su formación en el arte informal y su conocimiento delexpresionismo abstracto. En general, el ambiente cultural de Roma fue muy importante para el artista, ya que le permitió ampliar sus horizontes, encontrando, según él mismo admite, fermentos vivos y nuevos de los que carecía totalmente en Grecia.

Kounellis inauguró su primera exposición individual en 1960, mostrando las obras que había creado durante sus estudios en la Academia de Bellas Artes. La exposición, que se celebró en la Galería Tartaruga de Roma, se tituló El alfabeto de Kounellis, ya que se trataba de una serie de lienzos blancos en los que destacaban grandes letras del alfabeto, así como números y otros signos, pintados con pinturas acrílicas negras. Posteriormente, en 1964, se celebró una segunda exposición individual en el mismo espacio expositivo. En 1961 participó en su primera exposición colectiva dentro del XII Premio Lissone, con una obra similar a las ya expuestas en su primera individual, inaugurando una larga serie de participaciones en diversas exposiciones italianas y europeas.

Un año fundamental para Kounellis fue sin duda 1967. En efecto, en esta fecha se produjo, en primer lugar, una nueva evolución de su arte, por la que abandonó cada vez más el lienzo para adueñarse del espacio circundante a través de instalaciones, en consonancia con una crisis general respecto a la pintura y la vanguardia que se estaba manifestando en el arte contemporáneo. Además, ese mismo año comenzó su colaboración con los artistas que formarían el colectivo Arte Povera. De hecho, participó en varias exposiciones del grupo: Lo spazio degli elementi: fuoco immagine acqua terra en la galería romana Attica, Arte povera - Im-spazio en la galería La Bertesca de Génova, y al año siguiente también estuvo presente en la exposición-evento Arte povera più azioni povereen los Antichi arsenali de Amalfi. También en 1968, Kounellis participó por primera vez en una exposición en Estados Unidos, concretamente en una muestra colectiva itinerante titulada Jóvenes italianos. La década de 1980 fue el periodo de consagración de Kounellis como artista de relevancia internacional, gracias a su incesante actividad expositiva en Europa y Estados Unidos, incluidas exposiciones individuales y retrospectivas dedicadas, que ya venía desarrollándose desde la década de 1970. Posteriormente, el artista fue profesor de pintura en Alemania, concretamente en la Kunstakademie de Düsseldorf, entre 1993 y 2001. Falleció en Roma el 16 de febrero de 2017 a causa de problemas cardíacos.

Jannis Kounellis, Señal (1961; esmalte sobre lienzo)
Jannis Kounellis, Señal (1961; esmalte sobre lienzo)
Jannis Kounellis, Rosa negra (1966; esmalte sobre lienzo; Milán, Museo del Novecento)
Jannis Kounellis, Rosa negra (1966; esmalte sobre lienzo; Milán, Museo del Novecento)
Jannis Kounellis, Sin título (1969; instalación)
Jannis Kounellis, Sin título (1969; instalación)
Jannis Kounellis, Fire Daisy (1967; hierro, pico con colector, tubo de goma, bombona de gas, 90 x 30 cm; Roma, Colección Mario Pieroni)
Jannis Kounellis, Daisy of Fire (1967; hierro, pico con colector, tubo de goma, bombona de gas, 90 x 30 cm; Roma, Colección Mario Pieroni)

El estilo y la obra de Jannis Kounellis

Las intenciones artísticas de Jannis Kounellis se distinguieron inmediatamente de las de sus maestros, entre ellos el ya mencionado Toti Scialoja, por una visión muy personal del arte y del mensaje que debe transmitirse a través de él, un aspecto que siempre ha estado presente en Kounellis, desde sus años de estudio en laAcademia de Bellas Artes de Roma. Kounellis pronto identificó un patrón recurrente para presentar en el lienzo, consistente en signos tipográficos oscuros (letras del alfabeto, números y signos) que destacan sobre fondos claros, creando un lenguaje reducido al hueso y nunca puramente estético, sino accesible y comprensible para todos. Incluso la decisión de trabajar con materiales cotidianos expresa la clara voluntad de Kounellis de eliminar cualquier planteamiento de fin en sí mismo de las obras para hacer del arte un lenguaje universal. Este es el periodo de las obras Sin título , fechadas entre 1958 y 1960. Kounellis tituló deliberadamente así gran parte de su producción, con el fin de anular cualquier aportación personal del artista y dejar al espectador la libertad de encontrar su propia y libre interpretación.

Las obras fechadas en la década de 1960 coincidieron con la participación de Kounellis en las exposiciones del grupo Arte Povera. Se trataba de un colectivo de artistas que, en total contraste con el arte tradicional, recuperaban materiales de desecho “pobres” como tierra, madera, plástico, textiles y similares para crear instalaciones diseñadas con el objetivo de eliminar cualquier limitación física dada por la pintura y, en su lugar, crear un vínculo entre la propia obra y su entorno. Kounellis encaja en este contexto de forma bastante natural, ya que desde hacía algún tiempo había creado una forma embrionaria de performance pintando en directo durante sus exposiciones y, una vez terminada la obra, declamando en voz alta las letras y signos que representaba de vez en cuando. Durante estos actos, Kounellis cuidaba hasta el más mínimo detalle, incluida su indumentaria: solía vestir una tela pintada que recordaba a la misma ropa que llevaba Hugo Ball en las veladas dadaístas del famoso Cabaret Voltaire de Zúrich a principios del siglo XX, rindiendo así un homenaje explícito a las primeras vanguardias.

La tendencia del artista hacia la performance continuó cuando, en 1964, Kounellis creó sus primeras obras con acompañamiento musical; por ejemplo, en otra obra Sin título, Kounellis pintó sobre el lienzo las notas de los tres primeros compases de la canción Petite fleur, de Sidney Bechet, de 1952, interpretándola mientras admiraba la obra. Mientras tanto, se producían algunos puntos de inflexión importantes en el arte contemporáneo. En efecto, en la segunda mitad de los años sesenta, los artistas empezaron a replantearse las vanguardias como algo que ya no se consideraba satisfactorio, sino caduco, y como la expresión de un individualismo del artista que ya no tenía razón de ser. Habíamos entrado ya en el temperamento ideológico que desembocaría en los movimientos de protesta de 1968, y Kounellis estaba metido de lleno en él, empezando a tener profundas crisis con respecto a la pintura. Las obras de este periodo resultaron ser básicamente happenings, en los que la música estaba presente de forma cada vez más preponderante en comparación con los años anteriores.

La urgencia de Kounellis, muy por delante de los demás artistas italianos, era poder establecer una relación lo más directa posible entre el arte y la realidad objetiva. Así, empezó a experimentar con distintos materiales y a combinarlos con la presencia de animales vivos; por ejemplo, en otra obra Sin título, aplicó temporalmente tres rosas de tela blanca al lienzo con pinzas, y fijó unas jaulas con pájaros vivos en su interior. La aplicación temporal de las telas pretendía simbolizar la fragilidad de los sistemas y códigos lingüísticos.

Otra obra muy significativa en cuanto a la superación de la bidimensionalidad del lienzo es Margherita di fuoco (1967), que consistía en una flor de metal en cuyo centro se colocó un colector de una bombona de gas de la que emanaba una llama azul. La llama era una referencia directa al elemento fuego, muy apreciado por Kounellis, ya que atravesó indemne los siglos, siendo descubierto por el hombre en la prehistoria, luego utilizado en la Edad Media como medio de castigo y martirio, hasta su reciente aplicación en la industria moderna. Otro elemento con el que Kounellis trabajó frecuentemente y que presentó por primera vez en la exposición Arte Povera - Im-spazio en 1967 fue el carbón, colocado dentro de una estructura metálica llamada “caja de carbón”. El artista estaba muy fascinado por esta combinación de contenedor y contenido, de hecho para él era una metáfora del encuentro entre el elemento artificial de la carbonera y la materia natural de su interior, que deja sus huellas tangibles, ya que el carbón ensucia y mancha todo aquello con lo que entra en contacto.

A finales de la década de 1960, Kounellis también probó suerte en una serie de escenografías para representaciones teatrales, que a menudo no se concebían simplemente como un elemento de fondo sobre el que se desarrollaba la escena actuada, sino que pretendían introducir en el escenario elementos inquietantes que perturbaran deliberadamente tanto al público como a los actores, que se veían obligados a actuar de una forma inusual. Posteriormente, el fuego vuelve a ser protagonista en una instalación concebida para la galería Iolas de París, en la que Kounellis vuelve a utilizar colectores de bombonas de gas insertándolos a lo largo de las paredes de la sala. Una vez encendidos los colectores, las llamas del gas impedían al espectador entrar en la habitación, que mientras tanto se había llenado por completo de humo, escenificando así la distancia entre el artista y el espectador de sus obras, junto con la metáfora del estallido de la disidencia ideológica y política en 1968.

Otro punto de inflexión en los experimentos de Kounellis se produjo en 1969 con la instalación Sin título, en la que aparecían por primera vez caballos vivos, un elemento recurrente en la obra del artista. La obra fue concebida para inaugurar los nuevos locales de la galería L’Attico de Fabio Sergentini e incluía doce caballos vivos atados a las paredes de la galería a intervalos regulares. El espectador, inmerso en un momento multisensorial que estimulaba sobre todo el olfato, además de la vista y el oído, permanecía sin embargo inhibido e incómodo ante la engorrosa presencia de los animales y tendía de forma casi inconsciente a permanecer a los lados del espacio disponible. El caballo no se eligió al azar, sino que era una referencia directa al arte antiguo, creando así un choque entre pasado y presente, pero también entre cultura y materia.

Los ruidos industriales (como los generados por los colectores de las bombonas de gas encendidas) o naturales (como los producidos por los caballos) fueron dejando paso en los años 70 a la música clásica, que se utilizó tanto para implicar de nuevo al público en la escucha activa, como de referencia cultural e ideológica europea respecto a la situación política del momento, por ejemplo eligiendo el Và pensiero de Nabucco de Verdi para una representación en una exposición de Achille Bonito Oliva en 1970 con una clara intención política. En otra actuación de 1973, en cambio, Kounellis dispuso sobre una mesa fragmentos de una estatua de escayola del dios griego Apolo y un cuervo disecado, y luego se presentó ante el público con una máscara mientras al mismo tiempo un flautista tocaba piezas de Mozart cada dos minutos, declarando así todo el desaliento que sentían las opciones de la política y la incapacidad del artista para lograr un cambio en una sociedad que por entonces era completamente individualista. Entre los años setenta y ochenta, sin embargo, una especie de decepción se apoderó de Kounellis debido a que el Arte Povera dio paso a lógicas más comerciales dictadas por las galerías y, en consecuencia, sus obras se volvieron más oscuras.

En 1974, aparecen por primera vez pirámides hechas de café en polvo, que se presentan al público como si fueran mercancías a la venta, un elemento que también se repetirá más adelante y que tiene un doble significado: por un lado, es una forma de continuar el razonamiento sobre el sentido del olfato, que ya había comenzado con la presencia de animales vivos, y por otro, el café se utiliza como referencia a la cultura mediterránea de origen y al comercio extensivo.

La década de 1980 constituyó un periodo de desencanto total para Kounellis, que empezó a eliminar los elementos vivos de sus obras, sustituyendo cada vez más el fuego por hollín y los animales vivos por animales disecados. En la década de 1990, el artista reelaboró algunas soluciones que ya había emprendido en el pasado con una nueva madurez más meditativa, avanzando hacia una mayor conciencia de la monumentalidad. Una de las obras más significativas de este periodo es Offertorio (1995), instalada en la Piazza Plebiscito de Nápoles, consistente en una losa metálica de la que brotaban lenguas de fuego en el centro de la plaza, mientras que al mismo tiempo doscientos armarios sostenidos por pesadas cuerdas colgaban de la bóveda del pórtico de la iglesia de S. Francesco di Paola, confirmando un diálogo entre distintos materiales que se transmiten a través de la historia y permanecerán para las generaciones futuras.

También realizó otra obra de gran significado político en 1995: el Monumento a la memoria de Concetto Marchesi, Egidio Meneghetti y Ezio Franceschini también conocido como Resistencia y Liberación para el patio de la Universidad de Padua, con motivo del 50 aniversario de la Resistencia italiana. A principios de la década de 2000, realizó una peculiar instalación en la GNAM - Galería Nacional de Arte Moderno de Roma, un gran laberinto de chapa en el que se colocaron diversos elementos de su arte, como pilas de carbón, montones de piedras y otros. Seguirá realizando diversas instalaciones en Italia hasta 2012.

Jannis Kounellis, Ofertorio (1995; instalación)
Jannis Kounellis, Ofertorio (1995; instalación)
Jannis Kounellis, Sin título (2005; instalación; Nápoles, MADRE)
Jannis Kounellis, Sin título (2005; instalación; Nápoles, MADRE)

Dónde ver las obras de Kounellis

Las obras de Kounellis, la mayoría sin título, se encuentran en varios museos italianos. Empezando por el norte de Italia, destacan el Museo San Fedele Sacello degli Asburgo, Milán, el Centro per l’arte contemporanea Luigi Pecci de Prato y el Centro Arti Plastiche de Carrara. En el centro, se pueden encontrar obras de Kounellis en el MAXXI - Museo nazionale delle arti del XXI secolo sez. d’arte figurativa, Roma. La obra Margherita di fuoco (1967) también se encuentra en Roma, en la Colección Mario Pieroni.

Por último, en el sur de Italia, se pueden ver sus obras en Nápoles, tanto en el Museo d’arte contemporanea Donnaregina MADRE como en el Museo di Capodimonte; en la Reggia di Caserta en la Colección Terrae Motus y, por último, en Palermo en el Palazzo Riso - Museo Regionale d’Arte moderna e contemporanea.

Jannis Kounellis, el griego del Arte Povera. Vida, estilo, obras
Jannis Kounellis, el griego del Arte Povera. Vida, estilo, obras


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