Happening y Fluxus. Orígenes, historia, estilo, principales exponentes

En laEuropa posterior a la Segunda Guerra Mundial, el recuerdo de las tragedias derivadas de la guerra y las tensiones políticas provocadas por la Guerra Fría dieron lugar a la creación de diversos movimientos de opinión que se oponían a toda forma de autoritarismo. Esto condujo la investigación de los artistas hacia una reflexión sobre el ser humano, buscando expresiones alternativas a las experiencias artísticas delInformal, que marcaba la escena cultural de aquellos años.

Los experimentos artísticos que tuvieron lugar entre las décadas de 1960 y 1970 se agrupan bajo el epígrafe de Neovanguardias, ya que seguían el concepto expresado por las vanguardias históricas de principios del siglo XX, en la estela de Marcel Duchamp, que veía el arte como un proceso puramente mental y redefinía el concepto de obra de arte. El Nuevo Dadá, el Body Art, el Land Art, el Happening y el Fluxus fueron tendencias que se propusieron investigar la cuestión del arte en relación con la vida y la sociedad, y por tanto los problemas conexos de índole política y social, relatándolos de la manera más acorde con su naturaleza artística.

En particular, los movimientos que recorrieron Europa a partir de 1968 dieron lugar a una serie de cambios en la concepción de los derechos y libertades individuales y las actitudes sexuales. Creció la atención de los medios de comunicación y la sociedad hacia el cuerpo: los artistas exploraron este tema llevando el cuerpo a una dimensión performativa. Aquí, el componente probatorio del registro fotográfico y videográfico concreto resultó fundamental.

Muchos artistas, incluso conceptualmente distantes entre sí, siguieron esta investigación: en Francia, Yves Klein con Anthropométrie (1960); en 1961, en Italia, Piero Manzoni dejó su firma en un modelo, creando Scultura vivente . En un momento en que el cuerpo se convertía en tema central de la investigación artística internacional, el grupo japonés Gutai, los accionistas vieneses, Allan Kaprow con el Happening y Fluxus esbozaron un nuevo horizonte expresivo en el arte contemporáneo.

Origen y desarrollo deHappenings y Fluxus

Entre las décadas de 1960 y 1970, profundas transformaciones sociales y nuevos acuerdos políticos afectaron a Europa y Estados Unidos. 1968 fue un año crucial, en el que se produjeron los cambios más radicales, especialmente en Europa, donde asistimos a la politización de amplios segmentos de la población juvenil y estudiantil que se movieron contra las instituciones y la moral burguesa, en oposición a la sociedad de consumo y al sistema económico capitalista; fueron movimientos de denuncia contra todo tipo de autoritarismo.

Estas fuertes corrientes se extendieron en la búsqueda de la redefinición de las estructuras políticas, el replanteamiento cultural y social, alcanzando al movimiento de emancipación de la mujer, las reivindicaciones de las libertades individuales, los derechos humanos y del cuerpo, las orientaciones sexuales. Eran escenarios que inevitablemente desbordaban el mundo del arte y la cultura, donde se cuestionaban los esquemas más canónicos. Eran propuestas que ya se avanzaban tímidamente en los círculos surrealistas y dadaístas, en las vanguardias de principios del siglo XX. El artista Marcel Duchamp ya perseguía la idea de un arte más conceptual, con vistas a superar -con sus ready-mades- la convención de la obra de arte como artefacto estético ofrecido a la contemplación pasiva.

Algunas anticipaciones de esta percepción de la creación artística aparecieron también en el ballet moderno del coreógrafo Merce Cunningham y en la música experimental de John Cage en la América de los años cincuenta. En un momento histórico en el que el individuo se situó en el centro de un replanteamiento en clave existencialista, surgió una nueva consideración del público y del usuario de la obra de arte, que empezó aquí a salir de su papel pasivo al que había estado relegado hasta ahora, convirtiéndose en un componente esencial de la propia obra.

La realización de esta transformación disruptiva en la relación artista-usuario se debe al artista ruso naturalizado estadounidense Allan Kaprow (Atlantic City, 1927 - Encinitas, 2006): él fue el creador de una nueva forma de expresión, a la que dio el nombre de happening . Kaprow realizó muchos de estos acontecimientos artísticos en Estados Unidos y en el extranjero, sistematizando ciertas tendencias y organizándolas a partir del concepto duchampiano de que “la vida misma es arte”. También compartía la idea del arte como “acción de la vida” con el músico John Cage, del que era íntimo amigo. En una primera etapa, los happenings estuvieron vinculados a la dimensión de la música, el teatro y el ballet moderno, hasta el punto de que los primeros eventos tuvieron lugar en escuelas de danza o pequeños teatros experimentales.

También desde el frente japonés, el grupo Gutai fue una experiencia que experimentó con veladas en escenarios, con artistas comprometidos en acciones y performances, en cierto modo precursores de los happenings de Kaprow. En 1957, el crítico francés Michel Tapié viajó a Osaka, donde apoyó al grupo, promoviendo también sus eventos en exposiciones americanas. Sin embargo, elhappening propiamente dicho nació en 1959, cuando Allan Kaprow organizó una intervención en la Reuben Gallery de Nueva York: 18 happenings en 6 partes.

Aunque la obra-acontecimiento se originó como un proyecto, el resultado en su futuro era absolutamente imprevisible dada la necesaria implicación del público. Esta modalidad artística estableció un nuevo modo de diálogo con sus espectadores, que se vieron envueltos en un intercambio de energías psicológicas. La total imprevisibilidad del resultado se consideraba parte del proyecto artístico, que carecía de guión o aparato narrativo escénico. De ahí que el happening se distanciara de un entorno “arquitectónico” como el teatro para estructurarse en la utilización sistemática delentorno más cotidiano, como la calle, donde acogía a quien estaba activamente en escena. Kaprow consolidaba así aquel pensamiento, embrionario a principios del siglo XX, según el cual todo momento de la vida es potencialmente una obra de arte: para que lo sea, es necesario entenderlo en su potencial dimensión artística, separándolo de lo efímero de la vida cotidiana. Y es esencial que el acontecimiento surja espontáneamente. Kaprow estructuró su pensamiento en el texto Assemblage, environments & happenings (1966), que comienza así: "La línea entre el arte y la vida debe mantenerse tan fluida, y quizá tan indistinta, como sea posible". Este pensamiento, que apoyó la realización de los happenings, proporcionó un terreno fértil para el nacimiento de Fluxus.

Fluxus fue un grupo que surgió entre 1961 y 1962 en Europa: inicialmente, su constitución procedía del campo de la música, en particular de los conciertos experimentales. El artista y arquitecto lituano George Maciunas (Jurgis Mačiunas; Kaunas, 1931 - Boston, 78), considerado uno de los fundadores del grupo, promovió los primeros actos Fluxus en Nueva York en 1961, con motivo del concierto experimental Musica antiqua et nova, y después en Alemania, en Wiesbaden.

Fluxus fue un fenómeno bastante interdisciplinar, por lo que resulta difícil de reconstruir o definir: no se puede hablar de movimiento, ya que carecía de una organización poética interna. El denominador común era la convicción de que todo podía ser arte y de que cualquiera podía practicarlo: una vez más, cada momento de la vida puede ser un acontecimiento artístico, si se concibe como tal y se expone al usuario, que se implica con sus reacciones. Fluxus fue también el resultado natural determinado por todos aquellos movimientos sociales y políticos que sacudieron Europa en aquellos años, por lo que fue una experiencia caracterizada por la máxima democratización del arte. De hecho, todas las aportaciones eran aceptadas: el grupo concebía el hecho artístico como un flujo ininterrumpido de situaciones y emociones; toda participación se consideraba fundamental independientemente de su origen. Desde el ámbito experimental del músico John Cage, pasando por la participación del land-artist Christo, Daniel Spoerri del Nouveau Réalisme, Joseph Beuys del ámbito poverista alemán, hasta las performances de la artista japonesa Yoko Ono.

Fluxus seguía el principio de la creatividad difusa, ya que los artistas, cada uno aportando su propia formación y experiencia, traspasaban las fronteras entre las artes visuales, la música, la poesía y el teatro, y cualquier otra disciplina. Al mismo tiempo, atacaban la figura del artista profesional y el sistema del arte, desafiando al mercado elitista, abogando en su lugar por un arte accesible a todos. Todo ello transformando la irrelevancia, la banalidad de las acciones y objetos cotidianos mediante una reinterpretación estética.

Principales exponentes y estilos

Desde Japón, los artistas Gutai organizaron diversas manifestaciones tanto en espacios cerrados, como galerías, como al aire libre o en escenarios. En 1955, en la primera exposición colectiva del grupo en una galería de Tokio, el artista Saburō Murakami (Kobe, 1925 - Kioto, 1996) se lanzó violentamente contra una serie de pantallas de papel, rasgando la superficie con su propio cuerpo: la acción-obra se titulaba Hacer muchos agujeros en un instante. En la misma ocasión, en el jardín contiguo a la misma galería, por tanto al aire libre, Kazuo Shiraga (Amagasaki, 1924 - 2008) rodó con tanta vehemencia por un charco de barro que sufrió heridas leves. La actuación, puntualmente fotografiada, se tituló Desafío con barro.

Unos años más tarde, en 1959, Allan Kaprow (1927-2006) estudió la obra por la que podemos hablar de happenings. 18 Happenings en 6 partes: seis series de acciones tuvieron lugar simultáneamente en tres salas diferentes de la Reuben Gallery de Nueva York. En estos espacios se esparcieron diversos objetos cotidianos y algunos instrumentos musicales. Se invitaba a los espectadores a utilizarlos siguiendo las instrucciones proporcionadas por el propio artista, creando un efecto que, sin embargo, se salía de lo previsible. En 1961, para la exposición colectiva Martha Jackson Gallery NY 1961, de nuevo Kaprow llenó el patio situado detrás de la galería con cientos de neumáticos usados e invitó a los espectadores a caminar, sentarse y tumbarse sobre estos montones de neumáticos, incluso a moverlos a voluntad y volverlos a colocar en su sitio. El happening se llamó Yard.

Para Kaprow era esencial que los espectadores participaran en el evento con una espontaneidad casi infantil, tenían que estar dispuestos a jugar con el artista sin hacer demasiadas preguntas. Yard fue una obra crucial en la producción del artista, que utilizó de forma irónica y sin escrúpulos un espacio expositivo, utilizando neumáticos como metáfora de la contaminación del mundo del arte.

A partir de 1962, el alemán Joseph Beuys (Krefeld, 1921 - Düsseldorf, 1986) estableció contactos con el entorno Fluxus: en este contexto contribuyó a la creación de Infiltración homogénea en 1966, cubriendo un piano de cola con una tela, que hoy se conserva en París, en el Centro Pompidou.

El francés Ben Vautier (Nápoles, 1935) merece especial atención por su producción hecha de gestos y posturas provocadoras, precursoras del clima de 1968. Adscrito al grupo Fluxus, Vautier se cepilló los dientes en público en 1963, un acto banal realizado en cualquier calle de Niza. Un acto considerado artístico en el momento en que fue propuesto a un público e inmortalizado en una foto, Se laver les dents en publique.

De los años 70 data la performance Tv Cello (1971): en este caso se utilizaron televisores que se introducían en los montajes. La idea partió de Nam June Paik, artista coreano (Seúl, 1932 - Miami, 2006), precursor de lo que más tarde sería el videoarte. Consistía en una extraña estructura que reproducía la apariencia de un violonchelo: en su interior se colocaron pequeños monitores que transmitían sonidos e imágenes. En la representación, el instrumento era tocado por una músico e intérprete estadounidense, Charlotte Moorman (Little Rock, 1933 - 91). Los sonidos y las imágenes se transmitían por cable y, como tales, eran completamente imprevisibles, combinados con los sonidos reales emitidos por la intérprete.

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