Diego Rivera, el gran muralista mexicano. Vida, obra, estilo


Diego Rivera fue uno de los principales exponentes del muralismo mexicano. Vida, principales obras, temas, estilo.

Diego Rivera (Guanajuato, 1886 - Ciudad de México, 1957) es recordado hoy no sólo como uno de los máximos exponentes del muralismo mexicano, sino también por haber imprimido al arte una matriz política. Pintura y política: dos binomios estrechamente vinculados en la producción del artista. Las obras de Rivera, de hecho, recorren los años de la turbulenta lucha de clases que sacudió México a principios del siglo XX: por un lado, esta lucha tenía como objetivo combatir la dictadura militar del general Porfirio Díaz y, por otro, era el altavoz de un pueblo que reclamaba derechos y justicia social.

La revolución mexicana, iniciada en 1911 y liderada por Emiliano Zapata y Pancho Villa, involucró a una gran parte de la clase baja mexicana, formada por simples obreros y campesinos que buscaban hacer valer sus derechos. En la década de 1920 llegaron los primeros resultados de la lucha: se hicieron reformas sociales y políticas y se aplicaron los principios de la Constitución. Restablecido el orden en el país, el mundo de la cultura vuelve a respirar y realiza la importante tarea de educar al pueblo. Esta misión incluye también a Diego Rivera, quien en 1922 toma partido político, afiliándose al Partido Comunista Mexicano, lo que provoca un gran cambio en su producción artística: a partir de ese momento, sus obras salen a la calle y están literalmente al alcance de todos. Comienzan a aparecer grandes murales en las paredes desnudas de los edificios públicos de Ciudad de México.El arte se convierte en un instrumento de expresión, de protesta y, sobre todo, se convierte en un modo de expresión al alcance de todos.

Los impresionantes murales políticamente motivados de Rivera están imbuidos de un fuerte valor social, llamando la atención sobre los temas más caros a la ideología comunista. Los temas representados encarnan a la clase obrera, los humildes y los marginados, además de expresar una crítica explícita a la Iglesia. Hasta la fecha, sus murales más famosos, repartidos entre México y Estados Unidos, pueden considerarse precursores del arte público, en particular del arte callejero, por su contenido progresista y provocador. El arte mexicano en su conjunto “abandona” el caballete y sale del museo, un lugar que ahora se considera elitista y dedicado a un arte incapaz de dialogar con el pueblo. Es en las calles de las ciudades donde se respira el verdadero espíritu humano, es en los murales donde aparece un realismo puro y sencillo, comprensible para las masas. La experiencia de los murales mexicanos pronto influyó en Estados Unidos, también gracias a la gran producción artística de Diego Rivera.

Diego Rivera
Diego Rivera

La vida de Diego Rivera

DiegoRivera nació en Guanajuato en 1886. Manifestó su precoz aptitud para el arte con sólo diez años, cuando ingresó en la Academia de San Carlos de Ciudad de México, donde asistió a clases nocturnas y más tarde obtuvo varias becas. Para su formación fueron fundamentales sus numerosos viajes a Europa: se vio influido tanto por la tradición italiana a través de las obras de Giotto, Masaccio y Miguel Ángel, como por el contexto parisino a través de las obras cubistas de maestros como Pablo Picasso. En París también entabló amistad con Amedeo Modigliani, quien en 1914 le dedicó un Retrato, actualmente en una colección privada. Entre los éxitos de Rivera destaca sin duda la exposición de 1910 en el Salón de los Independientes de París. De regreso a México, realizó su primer mural en el Anfiteatro Bolívar de la Escuela Nacional Preparatoria de Ciudad de México.

La tormentosa vida amorosa de Rivera sólo encontró sosiego con su tercer matrimonio, con Frida Kahlo, la artista mexicana más famosa del momento. Además de sus numerosos éxitos en la esfera artística, cabe mencionar las constantes tensiones de Rivera en el mundo político. Las continuas protestas por su pertenencia al Partido Comunista Mexicano le llevaron a abandonarlo durante un tiempo y trasladarse a Estados Unidos. Aquí organizó una exposición individual, que se inauguró en 1931 en el recién fundado Museo de Arte Moderno de Nueva York. Dos años más tarde, en la misma ciudad, creó Man at the Crossroads (El hombre en la encrucijada), un gran mural ubicado en el Rockefeller Center, situado en la Quinta Avenida, una de las calles emblemáticas del capitalismo. La obra duró poco, ya que el retrato de Lenin provocó muchas críticas y el fresco fue retirado. La tenacidad del artista le llevó, una vez de vuelta en casa, a volver a proponer la obra destruida en la segunda planta del Palacio de Bellas Artes de Ciudad de México, a menor escala y con un nombre modificado(El hombre que controla el universo).

Con una dilatada carrera y producción artística a sus espaldas, Diego Rivera falleció el 24 de noviembre de 1957, siendo todavía uno de los artistas mexicanos más influyentes del siglo XX, y un portavoz de la clase obrera, de los pobres y de aquellos que, hasta la llegada de su arte, no habían tenido la oportunidad de expresar la injusticia social por la que tanto habían luchado y sufrido durante tanto tiempo.

Diego Rivera, Mañana en Ávila (1908; óleo sobre lienzo, 97 x 123 cm; Ciudad de México, Museo Nacional de Arte)
Diego Rivera, Mañana de Ávila (1908; óleo sobre lienzo, 97 x 123 cm; Ciudad de México, Museo Nacional de Arte)
Diego Rivera, El Rastro (1915; óleo sobre lienzo, 27,5 x 38,5 cm; Ciudad de México, Museo Dolores Olmedo)
Diego Rivera, El Rastro (1915; óleo sobre lienzo, 27,5 x 38,5 cm; Ciudad de México, Museo Dolores Olmedo)

Las principales obras y el estilo de Diego Rivera

Los grandes murales de Diego Rivera que adornan las fachadas de los edificios suelen estar llenos de personajes, de una maraña de trabajadores, cada uno atento a realizar un gesto diferente, como era la realidad de los obreros en las empresas, las fábricas y los campos. Sus obras parecen auténticas ciudades obreras. La corriente en la que se inscribe su arte, la de la pintura mural mexicana (o muralismo) en la que artistas como José Clemente Orozco y David Alfaro Siqueiros se encuentran entre sus máximos exponentes, es un arte original que bebe de la tradición, tanto europea (los grandes frescos de la historia del arte) como indígena precolombina, para narrar la revolución mexicana que estalló en 1911. El objetivo es crear arte público con fuertes connotaciones sociales y políticas.

Uno de los principales ejemplos es La industria de Detroit, creado en 1932. El mural se creó en las fachadas de la Ford Motor Company en las elegantes calles de Nueva York. Se trata de una serie de 27 murales, que ahora se conservan en el Instituto de Artes de Detroit. La obra, que representa a obreros en una fábrica e interviene sobre la relación entre el hombre y el trabajo, así como sobre la relación entre el hombre y la máquina (un tema especialmente actual si se piensa en las luchas por los derechos de los trabajadores en aquella época), suscitó también una polémica por parte de la Iglesia, que leyó en los murales, impregnados de filosofía marxista, sólo una parodia del nacimiento de Cristo y pidió que fueran retirados. Sin embargo, la intervención del Instituto de Artes de Detroit consiguió evitar la destrucción de la impresionante obra y proteger su matriz artística.

Si la obra de Detroit se salva, no puede decirse lo mismo de la del Rockefeller Center, que, como ya se ha dicho, fue sin duda una de las más controvertidas y efímeras. El hombre que controla el universo es, de hecho, una de las obras más emblemáticas de la lucha social librada por el artista. En la representación, controlando el universo aparece la figura de un hombre idealizado. A los lados, dos ideologías opuestas miran hacia el centro de la composición. A la izquierda, la crítica del mundo capitalista, a través del desarrollo de la ciencia y en agudo contraste con el avance de los soldados de la Primera Guerra Mundial. A la derecha, en cambio, la ideología socialista liderada por figuras como Lenin, Karl Marx y otras destacadas figuras políticas.

Entre las obras maestras que Rivera creó en 1931 se encuentra La construcción de una ciudad, actualmente en el Instituto de Arte de San Francisco. La obra representa una obra en construcción con varias escenas. En cada una de ellas, un grupo de obreros trabaja en la construcción de la ciudad. El tema puede interpretarse como una metáfora, una especie de construcción de una ciudad ideal en la que cada trabajador, a través de su propia contribución, pueda formar parte de una sociedad sin jerarquías y sin injusticias.

Diego Rivera, La industria de Detroit, mural norte (1933; fresco; Detroit, Detroit Institute of Arts)
Diego Rivera, La industria de Detroit, Mural Norte (1933; fresco; Detroit, Detroit Institute of Arts)
Diego Rivera, El hombre que controla el universo (1934; fresco, 480 x 1145 cm; Ciudad de México, Palacio de Bellas Artes)
Diego Rivera, El hombre que controla el universo (1934; fresco, 480 x 1145 cm; Ciudad de México, Palacio de Bellas Artes)
Diego Rivera, La construcción de una ciudad (1931; fresco; San Francisco, San Francisco Institute of Arts)
Diego Rivera, La construcción de una ciudad (1931; fresco; San Francisco, San Francisco Institute of Arts)

Dónde ver las obras de Diego Rivera

El arte de Rivera puede verse principalmente en México y Estados Unidos. A pesar del largo viaje que supondría visitar sus obras en dos países tan distantes y aún tan divididos, ayudaría más a comprender las protestas y la reivindicación de derechos que caracterizan su estilo. Varias de sus obras muebles se conservan en el Museo Nacional de Arte de Ciudad de México, y otras se encuentran en el Museo Dolores Olmedo, también en la capital mexicana (allí se conserva un importante núcleo de obras de Frida Kahlo, así como de Diego Rivera). Estos son los dos principales museos para conocer el arte de Rivera.

También en Ciudad de México pueden verse varios de sus murales: en el Palacio Nacional, el Palacio de Bellas Artes, el Palacio de Gobierno. Fuera de México, el mural más famoso se encuentra en el Detroit Institute of Arts. El arte de Rivera sigue comunicando hoy en día y, aunque las injusticias han cambiado con el tiempo, el sentimiento de protesta que une a un arte tan narrativo que abarca dos mundos distantes sigue siendo fuerte.

Diego Rivera, el gran muralista mexicano. Vida, obra, estilo
Diego Rivera, el gran muralista mexicano. Vida, obra, estilo


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