Der Blaue Reiter. Historia y estilo del grupo expresionista

Der Blaue Reiter (“El Jinete Azul”) fue una organización de artistas fundada en Múnich ( Alemania ) en 1911 y activa hasta 1914, que contribuyó al establecimiento del arte abstracto. El grupo fue uno de los dos núcleos fundamentalesdel expresionismo alemán, formado por artistas internacionales que produjeron obras y teorías sobre el arte a principios de siglo y organizaron exposiciones colectivas itinerantes hasta la Primera Guerra Mundial. Su producción estaba vinculada principalmente a los valores emocionales y espirituales de la expresión personal, cuya evolución fue decisiva para la posterior experimentación visual a lo largo del siglo XX.

En la primera década del siglo, Múnich era una ciudad culturalmente importante, un polo de atracción para jóvenes artistas que convergían allí para entrar en contacto con nuevas experiencias y abrir nuevos caminos. Entre ellos se encontraba el ruso Vasily Kandinsky (Moscú, 1866 - Neuilly-sur-Seine, 1944), que abandonó una prometedora carrera académica (había estudiado Derecho) a los treinta años para dedicarse a la pintura. En 1911, Kandinsky y otros, que compartían intenciones de innovación en el lenguaje artístico, se separaron de la NKvM - Neue Künstlervereinigung München (Nueva Asociación de Ar tistas de Múnich) a la que pertenecían y fundaron el grupo Der Blaue Reiter. Estos pintores se compararon con la práctica del otro grupo expresionista de Dresde , Die Brücke (“El Puente”), pero emprendieron una búsqueda más espiritual, antinaturalista y antifigurativa. Su pintura pretendía ser esencialmente una rebelión subjetiva contra la realidad y una expresión del contenido interior, a través de representaciones estructuradas pero no objetivas, con colores alterados, vivos y muy significativos.

Además del ruso Kandinsky, cuya personalidad motriz se orientaba hacia la búsqueda de ritmos de formas y colores en relación con la música, el grupo incluía a los alemanes Franz Marc (Múnich, 1880 - Verdún, 1916), que fue su cofundador, Gabriele Münter (Berlín, 1877 - Murnau am Staffelsee, 1962), August Macke (Meschede, 1887 - Perthes-lès-Hurlus, 1914), los rusos Alexej von Jawlenskij (Toržok, 1864 - Wiesbaden, 1941) y Marianne von Werefkin (Tula, 1860 - Ascona, 1938), con, entre otros, el suizo Paul Klee (Münchenbuchsee, 1879 - Muralto, 1940). Las ideas y escritos de estos artistas contribuyeron a sentar las bases de la experimentación revolucionaria.

Historia del grupo Der Blaue Reiter

A principios de 1909, en Múnich, el ruso Vasily Kandinsky propuso formar un nuevo grupo de artistas para organizar exposiciones libres de la dinámica académica y expositiva tradicional. Se convirtió en presidente de la NKvM - Neue Künstlervereinigung München (Nueva Asociación de Artistas de Múnich), que ya entonces reunía a varios de los futuros miembros de Der Blaue Reiter. Entre los miembros se encontraban los rusos Alexej von Jawlensky y Marianne von Werefkin, así como los alemanes Gabriele Münter, Alexander Kanoldt y el germano-estadounidense Adolf Erbsloh. Aparte de su deseo de romper con el establishment artístico dominante, estos artistas compartían un estilo visual que bebía de las lecciones del fauvismo francés y, en cierta medida, del simbolismo, y seguían la experiencia del grupo expresionista alemán pionero Die Brücke, formado por Ernst Ludwig Kirchner, Fritz Bleyl, Erich Heckel y Karl Schmidt-Rottluff, que operó en Dresde de 1905 a 1911 y en Berlín hasta 1913.

Para el NKvM y la posterior formación del grupo Der Blaue Reiter, los artistas de Die Brücke fueron una referencia. Sin embargo, los artistas muniqueses perseguían objetivos muy distintos a los de sus “colegas” de Dresde. Ambos grupos se inspiraron en el uso de colores vivos de los fauves y en técnicas de grabado históricas como la xilografía, pero mientras los artistas de Die Brücke utilizaban colores vibrantes para expresar la emoción exaltada de sus figuras simplificadas, para Kandinsky y sus artistas esos colores debían ir más allá de la mera persuasión emocional a través de la forma para encontrar resonancia en el alma humana.

Der Blaue Reiter (título tomado de un cuadro de Kandinsky de 1903 y de Los caballos azules pintados por Marc en 1911) se formó por iniciativa del propio Kandinsky en 1911, después de que una de sus obras fuera excluida de una exposición del NKvM. El rechazo del cuadro El Juicio Final (1910) creó una división entre los miembros, a la que siguió la organización de una exposición independiente también conocida como “Primera Exposición de los Editores de Caballos Azules”. Se celebró entre finales de 1911 y principios de 1912 en la Moderne Galerie Tannhäuser de Múnich e incluyó más de cuarenta obras de catorce artistas, para una variedad de obras que reflejó de inmediato el interés por la experimentación libre y la expresión auténtica. Además de Kandinsky y Franz Marc, participaron Gabriele Münter y August Macke, así como el compositor experimental Arnold Schoenberg.

A continuación, en 1912, varios nuevos asociados se ofrecieron a participar en una segunda exposición colectiva dedicada en gran parte al arte gráfico, que se celebró en la galería “New Art” de Hans Goltz, con 315 obras de más de 30 artistas internacionales del Art Nouveau, el cubismo y el arte popular “naif”. Entre ellos estaban Paul Klee, Pablo Picasso y Georges Braque. La posición del grupo se hizo explícita en Der Blaue Reiter Almanach, una colección publicada también en 1912, editada por Kandinsky y Marc, que reunía 14 artículos y ensayos teóricos, bastante decisivos para los posteriores desarrollos estéticos del grupo, y más de 140 reproducciones de obras de arte.

Pinturas e ilustraciones de maestros como El Greco, Van Gogh, Gauguin, Matisse, Rousseau y el grupo Die Brücke con Kirchner y Heckel. Imágenes en comparación con xilografías, tallas medievales y tapices, y con objetos del arte del vidrio bávaro, y otros realizados fuera de Europa, como bronces de Benín a dibujos infantiles, por ejemplo. Gracias a la centralidad de Kandinsky y Marc, Der Blaue Reiter alcanzó un rigor teórico unificador que lo convirtió en un movimiento más definido que su predecesor NKvM.

Sólo dos años antes de la aparición delAlmanaque, en 1910, Kandinsky había escrito el tratado Lo espiritual en el arte (publicado más tarde, a finales de 1911, y traducido del original alemán al francés y al inglés) consolidándose como un revolucionario teórico del arte de la época. Para Kandinsky, el artista moderno tenía la misión de conducir a su espectador a la trascendencia espiritual a través de su expresión abstracta o no objetiva, construida sobre el conocimiento del efecto de la obra no sólo en el ojo sino en el alma, principio que denominó"necesidad interior". Su intuición más decisiva fue conectar los componentes visuales de la obra de arte con elementos extravisuales, como la emoción, el pensamiento, abstractos por excelencia, carentes así de una manifestación tangible o figurativa. En su búsqueda de un lenguaje para expresar su planteamiento abstracto, los artistas del grupo liderado por Kandinsky establecieron paralelismos entre la pintura y la música, denominando a menudo sus obras “composiciones”, “improvisaciones” y “estudios”, tomados de la terminología musical, explorando la sinestesia, como asociación entre los sentidos en la percepción del color, el sonido y otros estímulos.

Las dos exposiciones de Der Blaue Reiter viajaron por toda Europa de 1912 a 1914, con sedes en numerosas ciudades internacionales, y elAlmanaque fue muy leído durante este periodo, difundiendo aún más las ideas del grupo. Su última exposición tuvo lugar en la famosa Galerie “Der Sturm” de Berlín, donde sus obras también se incluyeron en una exposición llamada “Primer Salón de Otoño alemán”, celebrada en 1913. Pero con el estallido de la Primera Guerra Mundial, Der Blaue Reiter se dispersó prematuramente. Marc y Macke fueron reclutados para el servicio militar alemán y asesinados poco después, y los miembros extranjeros del grupo, Kandinsky entre otros, se vieron obligados a repatriarse. Tras escapar de la guerra, volvieron a reunirse: en 1924, Kandinsky, Klee y el estadounidense Lyonel Feininger, que habían sido profesores en la Bauhaus de Weimar, formaron un nuevo grupo, Die Blaue Vier (“Los cuatro azules”), con el otro antiguo miembro Alexej von Jawlenskij, y expusieron juntos de 1925 a 1934.

El estilo de los principales exponentes

Aunque el estilo pictórico variaba de un artista a otro dentro de Der Blaue Reiter, el grupo se orientaba hacia tendencias comunes. Su expresionismo se consideraba la contrapartida abstracta al estilo figurativo distorsionado de Die Brücke y una respuesta colorista a las exploraciones formales monocromáticas contemporáneas emprendidas por la vanguardia cubista de París. Si Picasso y Braque simplificaban sus paletas a grises y marrones para centrarse mejor en cuestiones formales, los artistas de Der Blaue Reiter intensificaban el uso del color sin ataduras aparentes, teorizando sobre sus cualidades simbólicas. Esto ya se entiende por el atributo “azul” del caballero del nombre, que hacía referencia a la convicción de Kandinsky y Marc de que el azul con sus matices era el color que más simbolizaba la capacidad de ir más allá de la condición terrenal. Emplearon colores no naturalistas, como Die Brücke, sino con efectos decididamente más líricos y evocadores, interpretando cada uno el mundo con su propia mirada, como desobediencia subjetiva a la realidad.

En Lo espiritual del arte y en los ensayos publicados en elAlmanaque, Kandinsky expuso y desarrolló su teoría de las propiedades de los colores, según la cual, por ejemplo, el amarillo venía a representar el calor y la excitación, significando alegría, fastidio o agotamiento, y el azul, más apacible y de resonancia espiritual, podía conducir a una sensación de calma. Del mismo modo, Marc también estableció una teoría que asignaba valores simbólicos a determinados colores. Por ejemplo, en sus xilografías y pinturas de animales en la naturaleza, predominantemente figurativas, el amarillo pasó a representar la alegría femenina, mientras que el azul representaba la masculinidad y, como para Kandinsky, la espiritualidad(La vaca amarilla, 1911; El destino de los animales, 1913). El simbolismo del color se empleó en diversos grados en las obras de muchos artistas de Der Blaue Reiter. Entre otros, Klee, músico y dibujante experimental, inició una revolucionaria exploración del colorismo durante este periodo. Inspirado por los escritos de Kandinsky, comenzó a ir más allá de sus primeras obras en blanco y negro hacia un intenso estudio del color y la abstracción que le convirtió en uno de los miembros centrales del grupo. La acuarela y lápiz sobre papel Al estilo de Kairuán, de 1914, se considera su primera obra totalmente abstracta, en la que el pintor optó por renunciar a imágenes reconocibles en favor de una equilibrada composición geométrica de círculos, rectángulos y polígonos irregulares delicadamente coloreados con una variedad de colores mezclados.

Todos estos artistas se interesaban también por las artes de los “primitivos” de África, Oceanía, Norteamérica y Extremo Oriente, más cercanos a un estado de espiritualidad innato e inmediato que la civilización había perdido. La innovación de su pintura radicaba en la idea de que los colores y las formas simplificadas, como en el auténtico primitivismo, conducían a un contacto con valores arcaicos perdidos y trascendentes. En su ensayo titulado “Los salvajes de Alemania”, también publicado en elAlmanaque, Marc describía a sus colegas -entre los que se encontraban los artistas del NKvM, la Secesión berlinesa y Die Brücke- como “salvajes” que luchaban contra un “viejo poder constituido” para crear “símbolos pertenecientes a los altares de una futura religión espiritual”. Esta rehabilitación de la noción de “salvaje” fue de la mano del redescubrimiento del arte “primitivo” que penetró en Europa recogido en museos etnográficos y suplantó al clasicismo eurocéntrico.

La ruptura con las limitaciones intelectuales de la sociedad occidental moderna les permitió alcanzar un medio de expresión más “simple”, lo que significó que las formas, representadas de forma directa, menos articulada y con menos verosimilitud, podían alejarse de la belleza canónica que hasta entonces se había considerado la meta más elevada del arte, tendiendo hacia la abstracción suprema de la forma.

El contenido de Der Blaue Reiter Almanach también demostraba el compromiso del grupo con la forma musical, dado también por las codificaciones de Kandinsky de la relación sinestésica entre color y sonido. La música era la analogía perfecta para el arte visual abstracto, no sólo capaz de evocar profundas respuestas emocionales o resonancias espirituales, sino, a través de los timbres reconocidos de ciertos instrumentos, capaz de evocar imágenes o asociaciones a pesar de la incapacidad del ojo humano para “ver” la música. El lenguaje sonoro confería vitalidad y fuerza a las composiciones pictóricas, que podían ser estridentes y cacofónicas o tranquilas y armoniosas; una forma pigmentada podía crecer en un lienzo, o una combinación de tonos crear un vibrato visual. El pintor describía sus composiciones pictóricas como “visiones interiores”, similares en todo a una sinfonía.

Pintada durante su etapa en Der Blaue Reiter, la Composición VII (1913), considerada por muchos como una de sus mayores obras maestras (óleo sobre lienzo de dos metros por tres), presenta un conjunto de colores y formas en el que las imágenes no inmediatamente reconocibles, pero sí fuertemente expresivas y evocadoras, han sido ampliamente interpretadas por la crítica de arte. El impulso hacia la abstracción de Kandinsky y los demás se basaba en la creencia de que la humanidad vivía el fin de los tiempos y necesitaba un renacimiento espiritual. Pero la destrucción generalizada de la Primera Guerra Mundial golpeó a muchos artistas e intelectuales como un apocalipsis.

El óleo sobre cartón Despedida de August Macke , de 1914, refleja el estado de ánimo que embargaba a los europeos. Pintado tras el estallido de la Primera Guerra Mundial y la posterior disolución de Der Blaue Reiter, fue también el último cuadro que Macke completó antes de morir en el frente. La paleta mixta y tenue contrasta con los lienzos de brillantes colores de antes de la guerra, y los cuerpos alienados y anónimos que asoman son señales visuales de los sentimientos de miedo y ansiedad de aquella época bélica. Las figuras, simplificadas y sin rasgos, derivan del enfoque abstracto de Der Blaue Reiter, aunque el sentimiento de redención espiritual había desaparecido.

Der Blaue Reiter. Historia y estilo del grupo expresionista

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