Carla Accardi, vida y obra de la gran artista abstracta


Carla Accardi, una de las principales artistas italianas de la segunda mitad del siglo XX, fue una de las primeras mujeres abstraccionistas. Vida, obras, estilo.

Carla Accardi, de soltera Carolina Accardi (Trapani, 1924 - Roma, 2014), fue una de las primeras mujeres italianas en dedicarse al abstraccionismo, corriente en la que actuaban mayoritariamente artistas masculinos, y en darse a conocer en el extranjero. Al principio formó parte del colectivo Forma 1, pero después trabajó por su cuenta y ocasionalmente con el grupo MAC - Movimento Arte Concreta. Su investigación artística se basa en dos pilares fundamentales, por un lado el abstraccionismo entendido como la reducción de formas y signos a lo esencial, eliminando cualquier significado simbólico o alegórico de la composición, y por otro el compromiso de demostrar que las mujeres artistas no tenían por qué producir un arte delicado en sus temas y colores debido a su género, al contrario, debían ser libres para representar mensajes contundentes, al igual que sus colegas masculinos. Por esta razón, el nombre de Accardi se relaciona a menudo con elactivismo en favor de las ideas feministas.

Accardi utilizó el lienzo clásico, pintó con materiales inusuales (como la caseína) y, además, creó una serie de instalaciones que continúan y amplían la propia obra en el espacio, demostrando que trabajar con una técnica no excluye automáticamente otra.

Carla Accardi
Carla Accardi

La vida de Carla Accardi

Nacida en Trapani el 9 de octubre de 1924, Carla Accardi creció en una familia llena de ilustres ejemplos de mujeres fuertes, ya que era prima de la escritora Evi Zamperini Pucci y de la política Elda Pucci, alcaldesa de Palermo y candidata al Parlamento Europeo. Por tanto, Accardi siempre ha estado en contacto con modelos femeninos que han contribuido a la emancipación de la mujer y a su reconocimiento en funciones que hasta entonces habían sido coto exclusivo de los hombres.

Carla Accardi obtuvo el bachillerato clásico en Trapani, tras lo cual se trasladó a Palermo para asistir a la Academia de Bellas Artes, donde se graduó en 1947. Ese mismo año se trasladó a Roma, donde frecuentóla Osteria Fratelli Menghi, un lugar de referencia de la cultura romana donde se reunían artistas, escritores, poetas y directores. Allí formó el grupo Forma 1 junto con Ugo Attardi, Pietro Consagra, Piero Dorazio, Mino Guerrini, Achille Perilli, Antonio Sanfilippo (que se convertiría en su marido en 1949 y del que se separó en 1964) y Giulio Turcato. Se trataba de un colectivo de artistas unidos por la misma convicción de que el arte debía estar desprovisto de significados alegóricos o psicológicos, por lo que en sus obras volvían a dar a la forma y al signo su significado esencial. Forma 1 se situaba, de hecho, entre elabstraccionismo, ya que las obras del colectivo no eran figurativas ni presentaban una abstracción de los objetos, y el realismo, ya que se trataba de formas utilizadas en su verdadera naturaleza, combinando así las características fundacionales de los dos principales caminos tomados por el arte italiano de aquellos años. Más tarde, el grupo comenzó a tomar caminos diferentes, por los que algunos volvieron al figurativismo, mientras que otros, como Accardi, continuaron en la estela del abstraccionismo. Finalmente, el grupo se disolvió en 1951.

La pintora inauguró su primera exposición individual en 1950, en la Libreria Age d’Or de Roma, mientras que en 1951 se trasladó a Milán y comenzó a frecuentar la librería Salto. Allí se reunían los exponentes del grupo MAC - Movimento arte concreta (Movimiento arte concreto), entre ellos Bruno Munari. Los principios del MAC no distaban mucho de los de Forma 1, con el que compartían el deseo de perseguir un abstraccionismo literalmente “concreto”, principalmente geométrico y desvinculado de cualquier interpretación simbólica de las formas. Accardi no se unió completamente al grupo, pero colaboró con ellos de vez en cuando hasta su disolución en 1958. En 1955 Accardi inauguró una exposición individual en la Galleria San Marco de Roma, en la que presentó sus investigaciones dedicadas a la reducción cromática y de signos, y ese mismo año figuró entre los artistas de la exposición Individualidad de hoy por invitación del crítico de arte francés Michel Tapié, gran promotor del arte informal. Tapié invitó a Accardi a varias exposiciones entre Italia y el extranjero, consolidando su fama y convirtiéndola en la primera mujer pintora abstracta conocida y reconocida en el extranjero.

La artista también formó parte de los movimientos feministas italianos, formando el grupo “Rivolta femminile” junto con Elvira Banotti y Carla Lonzi. A finales de su vida, la pintora recibió varios nombramientos: fue miembro de la Academia de Bellas Artes de Brera en 1996 y entró en la Comisión de la Bienal de Venecia en 1997. En 2014, la pintora cayó enferma y, a pesar de que acudió repentinamente al hospital Santo Spirito de Roma, su estado pareció inmediatamente grave. Murió poco después de su llegada al hospital, el 23 de febrero, a la edad de noventa años.

Carla Accardi, Scomposizione (1947; óleo sobre lienzo, 132 x 264 cm; Milán, Museo del Novecento)
Carla Accardi, Descomposición (1947; óleo sobre lienzo, 132 x 264 cm; Milán, Museo del Novecento)
Carla Accardi, Gris y colores (1954; óleo sobre lienzo; Roma, Colección particular)
Carla Accardi, Gris y colores (1954; óleo sobre lienzo; Roma, Colección privada)
Carla Accardi, Integración coloreada (1954; caseína sobre lienzo, 85 x 99 cm; Archivo Accardi Sanfilippo)
Carla Accardi, Integración de colores (1954; caseína sobre lienzo, 85 x 99 cm; Archivo Accardi Sanfilippo)
Carla Accardi, Duello interrotto (1955; caseína sobre lienzo, 156 x 176 cm; Archivo Accardi Sanfilippo)
Carla Accardi, Duelo interrumpido (1955; caseína sobre lienzo, 156 x 176 cm; Archivo Accardi Sanfilippo)
Carla Accardi, Pequeños sectores (1962; caseína sobre lienzo, 97 x 130 cm; Archivo Accardi Sanfilippo)
Carla Accardi, Pequeños sectores (1962; caseína sobre lienzo, 97 x 130 cm; Archivo Accardi Sanfilippo)

El estilo y la obra de Carla Accardi

La investigación pictórica de Carla Accardi se caracteriza por una adhesión total a un abstraccionismo muy cercano al concretismo. Es decir, formas, líneas y colores son llevados al lienzo, deliberadamente reducidos a lo esencial y dispuestos según un esquema geométrico totalmente desprovisto de significados alegóricos. En otras palabras, los elementos utilizados no representan una “abstracción” de la realidad, ni se consideran como vehículo de mensajes particulares, sino que son simplemente signos que deben interpretarse como tales. Además, la adhesión de Accardi al feminismo también está muy presente en su producción pictórica, ya que la base de su obra era el deseo de demostrar cómo una mujer pintora no tenía por qué anclarse en un arte que sólo expresara delicadeza. Por el contrario, las artistas podían y debían expresar en sus obras mensajes fuertes e impactantes, al igual que los artistas masculinos, rompiendo definitivamente con este patrón tomado de la tradición.

Al principio de su carrera, los ecos del concretismo están bastante presentes en las obras creadas en el seno del colectivo Forma 1, como puede verse en la serie Scomposizioni de 1947. Tras la disolución del grupo, las pinturas de Accardi viran hacia el blanco y negro, introduciendo el uso de la caseína para realzar los colores. Véase, por ejemplo, la transición de Gris y colores (1954) a Integración de los colores (1954) hacia Duello interrotto (1955), Negativo positivo (1956) e Integrazione ovale (1958). El color, de nuevo aplicado al lienzo mediante caseína, vuelve como claro protagonista en la producción de Accardi de los años sesenta, probablemente influido por la difusión del colorista Pop Art de Andy Warhol. Ejemplos de ello son Piccoli settori (1962), Violarosso (1963) y Moltiplicazione verde argento (1964),

En las obras de este periodo, a menudo aparecen letras que no componen ningún mensaje, por lo que también se utilizan como simple signo pictórico, lo que el artista denominaba un “alfabeto imaginario”. Se trataba de un recurso utilizado por el artista para emplear un lenguaje deliberadamente ininteligible.

Entre los años sesenta y setenta, el artista tiende a “salirse” del lienzo, llevando sus investigaciones a instalaciones de diversa índole, utilizando materiales plásticos como láminas de “sicofoil”. Se trataba de un tipo de acetato de celulosa transparente, pintado con pinturas y esmaltes. Estos experimentos se materializaron inicialmente en la disposición de láminas estiradas y enrolladas, como Nero rosa y Nero giallo, ambas de 1967, y culminaron en Triplice tenda (1969). La instalación consistía en una estructura realizada como si fuera una auténtica tienda de campaña decorada con signos gráficos pintados de rosa, que podía cubrirse por completo. Posteriormente, Accardi continuó sus experimentos con la serie Trasparente (Transparente), un grupo de obras de diversos tamaños, de nuevo realizadas en sicofoil y aplicadas sobre una base a modo de marco, fechadas entre 1974 y 1975.

Posteriormente, en la década de 1980, el artista realiza los Lenzuoli, lienzos rugosos de grandes dimensiones en los que vuelven a dominar los signos, en numerosas variantes y diferentes combinaciones de color. Sin embargo, en los años noventa seguirá centrándose en esta faceta, volviendo al lienzo “clásico”. Entre las obras de este periodo de veinte años figuran Parentesi n.1 (1980), Animale immaginario 1 (1987), Grande capriccio viola (1988), Vortice del vento verde (1998) y Residui cauti (1999).

Carla Accardi, Violarosso (1963; caseína sobre lienzo, 162 x 195 cm; Archivo Accardi Sanfilippo)
Carla Accardi, Violarosso (1963; caseína sobre lienzo, 162 x 195 cm; Archivo Accardi Sanfilippo)
Carla Accardi, Multiplicación verde plata (1964; caseína sobre lienzo, 285 x 280 cm; Archivo Accardi Sanfilippo)
Carla Accardi, Multiplicación verde plata (1964; caseína sobre lienzo, 285 x 280 cm; Archivo Accardi Sanfilippo)
Carla Accardi, Nero giallo (1967; pintura sobre sicofoil, 165 x 165 cm; Rivoli, Castello di Rivoli Museo d'Arte Contemporanea)
Carla Accardi, Nero giallo (1967; pintura sobre sicofoil, 165 x 165 cm; Rivoli, Castello di Rivoli Museo d’Arte Contemporanea)
Carla Accardi, Grande capriccio viola (1988; vinilo sobre lienzo crudo, 195 x 280 cm; Archivo Accardi Sanfilippo)
Carla Accardi, Grande capriccio viola (1988; vinilo sobre lienzo crudo, 195 x 280 cm; Archivo Accardi Sanfilippo)
Carla Accardi, Vórtice de viento verde (1998; vinilo sobre lienzo, 220 x 480 cm; Archivo Accardi Sanfilippo)
Carla Accardi, Vortice del vento verde (1998; vinilo sobre lienzo, 220 x 480 cm; Archivo Accardi Sanfilippo)

Dónde ver las obras de Carla Accardi

Las obras de la pintora italiana se encuentran en varios museos dedicados al arte contemporáneo, tanto en Italia como en el extranjero.

En Italia, un grupo muy amplio de obras se encuentra en el MACRO - Museo de Arte Contemporáneo de Roma. Además, las obras Multiplicicazione verde argento (1964), Nero Rosa (1967) y Nero Giallo (1967) se encuentran en el Castello di Rivoli, en Piamonte. Otras obras se encuentran en el Museo di Arte Moderna e Contemporanea de Trento, las Gallerie Civiche de Módena y Bolonia, el Palazzo Reale y la Fondazione Prada de Milán.

Las obras de Carla Accardi también pueden verse en el extranjero, en particular en Estados Unidos, en el Museo Guggenheim de Nueva York, y en Bélgica, en el S.M.A.K. (Stedelijk Museum voor Actuele Kunst) de Gante.

Carla Accardi, vida y obra de la gran artista abstracta
Carla Accardi, vida y obra de la gran artista abstracta


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