Desagradable y horrendo episodio de intolerancia en Poitiers (en la región de Poitou, centro de Francia), donde una obra de arte contemporáneo dedicada a los migrantes fue incendiada y gravemente dañada. La instalación, titulada SOS - Save our souls (Salvemos nuestras almas), es obra de Achilleas Souras (Londres, 2000), un artista greco-británico de 19 años residente en Estados Unidos. Se trata de un iglú-refugio de cinco metros de altura hecho con chalecos salvavidas usados por los migrantes durante las travesías del Egeo y abandonado en la isla de Lesbos, primera escala en Europa de muchos de los que dejan atrás las guerras y el terrorismo en Siria, Afganistán e Irak. La obra recuerda a los iglús de Mario Merz, pero está vinculada a las tragedias actuales de la migración, de la que quiere convertirse en símbolo.
La instalación fue concebida en 2017, cuando Souras tenía solo dieciséis años, y desde entonces ha dado la vuelta al mundo: con motivo del Día Mundial del Refugiado de 2017, se expuso también en el MAXXI de Roma, y en Italia se presentó asimismo en el Salón del Mueble de Milán, también en 2017. En Poitiers, la obra había sido expuesta en el marco de la exposición Traversées Poitiers, que se celebra en la ciudad francesa del 12 de octubre de 2019 al 19 de enero de 2020 (la obra de Souras era visible desde el inicio de la exposición). El incendio se declaró en torno a la noche del 21 al 22 de diciembre (probablemente muy temprano en la mañana del 22 de diciembre), y no cabría duda de su origen provocado, aunque por el momento se desconoce quiénes fueron los autores del despreciable acto. La policía de Poitiers ha abierto una investigación para determinar las circunstancias de este acto.
"Es una de las obras emblemáticas de Traversées, y fue incendiada deliberadamente en la noche del sábado 21 al domingo 22 de diciembre", declaró el alcalde de Poitiers, Alain Claeys. Además de tristeza, siento incomprensión. Una obra de arte es la libre expresión de un creador. No tiene la ambición de cambiar el mundo, ni de resolver problemas: es un punto de vista, subjetivo, sensible, que puede hacernos cuestionar nuestra sociedad. Si el artista es libre en su acto creativo, el espectador es igualmente libre de pensar lo que quiera. Por eso es sano que una obra de arte suscite emociones, opiniones y reacciones. Pero destruir una obra de arte es impedir y suprimir toda posibilidad de reflexión, intercambio y debate".
“Mis pensamientos”, añadió el primer ciudadano, “van dirigidos al artista, a los habitantes de Poitiers y a todos los ciudadanos que están, lo sé de buena tinta, indignados. Poitiers es todo lo contrario de este acto odioso y escandaloso: una ciudad para el debate y la apertura”. Ahora habrá que decidir qué hacer con la obra, pero por las primeras informaciones parece que el artista ha decidido dejarla expuesta tal cual, dañada, hasta el final de la exposición: sólo se añadirá un panel explicativo de por qué está en tan mal estado.
En la foto: SOS - Salvemos nuestras almas, de Achilleas Souras, tras el incendio.
Una obra de arte contemporánea (de un artista de 19 años) dedicada a los migrantes fue incendiada en Francia |
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