Seis obras maestras de Rafael en las Galerías Uffizi digitalizadas en gigapíxeles

Seis nuevas obras de Rafael han sido digitalizadas en gigapíxeles: continúan las operaciones de valorización del patrimonio artístico llevadas a cabo por Haltadefinizione, la empresa tecnológica de Franco Cosimo Panini. Se trata de seis obras maestras conservadas en la Galería Palatina del Palacio Pitti y en los Uffizi: la Madonna velada, la Madonna del Gran Duque, el Retrato del cardenal Bibbiena, el Retrato de Tommaso Inghirami conocido como Fedra, el Retrato de joven con pomo y el San Juan Bautista. Se añaden así a la galería virtual de obras maestras de Rafael en muy alta definición.

“Hoy en día, la digitalización puede considerarse uno de los principales medios para que el patrimonio sea accesible y utilizable por el público a gran escala”, subraya Luca Ponzio, fundador de Haltadefinizione. “Los proyectos que llevamos a cabo junto con nuestro socio tecnológico Memooria, tienen como principal objetivo la difusión, el conocimiento y la conservación del patrimonio cultural, mediante la aplicación de las más modernas técnicas fotográficas. Hoy en día, la tecnología digital nos permite salvaguardar la memoria de nuestro patrimonio”.

En el sitio web de Haltadefinizione es posible realizar un viaje a través de las pinceladas de Rafael entre detalles, miradas y símbolos para descubrir el pasado a través de las grandes obras maestras del arte.

A continuación, algunas pistas sobre las seis nuevas obras de Rafael en gigapíxel.

Retrato de un joven con pomo (c. 1504)

La identidad del personaje no se conocía por los inventarios en el momento en que la colección de Urbino llegó a Florencia en 1631 con las posesiones de Vittoria della Rovere, esposa del gran duque Fernando II y última heredera de la familia. Una de las hipótesis planteadas se refiere a Francesco Maria della Rovere, sobrino del papa Julio II e hijo adoptivo de Guidobaldo y Elisabetta Gonzaga, que fue nombrado heredero del ducado de Urbino en 1504, y es precisamente a este cargo al que podría aludir la simbólica manzana dorada. Retratado de medio cuerpo, el joven viste camisa blanca y túnica de lana, complementadas con la típica sobrevesta de terciopelo rojo con incrustaciones de bordados dorados a cuadros y ribeteada de pieles que estaba de moda en el siglo XVI.

Virgen del Gran Duque (c. 1506 - 1507)

Se trata de uno de los cuadros más famosos de Rafael y una de las imágenes de identidad de la Galería Palatina, el museo que alberga el mayor número de pinturas sobre lienzo y tabla del artista de Urbino. El artista demuestra en este cuadro su habilidad para hacer inmediata y humana la representación de lo sagrado. Fue pintado hacia 1506-1507, durante su estancia en Florencia entre 1504 y 1508. En la elaboración de este pequeño y precioso cuadro, Rafael pudo basarse en un rico bagaje iconográfico, el de las innumerables Madonas con Niño en terracota, estuco, madera, mármol e incluso bronce que maestros del siglo XV como Donatello, Ghiberti y Luca della Robbia habían producido copiosamente.

Retrato de Tommaso Inghirami conocido como Fedra (c. 1510 - 1511)

Vestido con una túnica roja ceñida a la cintura por una faja blanca y con la cabeza cubierta por un gorro rojo, el personaje emerge en primer plano sobre un fondo hoy muy oscurecido, pero que originalmente consistía en una cortina verde. Se trata de Tommaso Inghirami, hombre de letras nacido en Volterra en 1470 y protegido de Lorenzo el Magnífico. Su apodo de Fedra se debe a su actuación en el papel principal de la tragedia homónima de Séneca, en la que se distinguió por su destreza en el verso latino. Entre los numerosos encargos oficiales que recibió del Papa, en 1510 fue nombrado prefecto de la Biblioteca Vaticana, época en la que se pintó este retrato.

Velado (c. 1512 - 1515)

El velo colocado sobre el cabello, del que deriva el título del espléndido retrato, indica la condición de mujer casada, pero la identidad de la protagonista sigue siendo incierta. Según Giorgio Vasari, que vio el cuadro cuando estaba en casa del mercader Matteo Botti en Florencia, se trataría del retrato de la mujer que Rafael amó hasta su muerte, Margherita Luti conocida como la Fornarina, pero el suntuoso vestido de la mujer y las joyas hacen suponer que se trata del retrato de una joven noble, pintado por Rafael por encargo.

Retrato del cardenal Bibbiena (c. 1516)

Hombre de letras, diplomático, amigo y colaborador de confianza del papa León X, Bernardo Dovizi aparece retratado en traje oficial, con túnica blanca y mozzetta de raso rojo, complementada con una berretta roja. Apoya el brazo derecho en el reposabrazos de la silla mientras sujeta con la mano derecha una carta en la que está escrito “Sanctissimo d(omi)no nostro Pap...”, evidentemente dirigida al papa. En su rostro se aprecia una expresión punzante y su mirada se dirige atentamente hacia el espectador, a través de la cual transmite su autoridad, su filo intelectual, pero también su esencia más humana. Incluido en la lista de obras enviadas a París en 1799, fue recuperado en 1815 y colocado al año siguiente en la Sala de Saturno de la Galería Palatina, donde aún se conserva.

San Juan Bautista en el desierto (1517 - 1518 ca.)

San Juan es representado como un niño, vestido con pieles según la tradición, sentado sobre una roca señalando a Jesús. Su mano izquierda está levantada y señala una pequeña cruz que simboliza el destino de Jesús, mientras que su mano derecha sostiene un pergamino con las palabras “Ecce agnus dei”.

En la imagen, un detalle de La Velata de Rafael.

Seis obras maestras de Rafael en las Galerías Uffizi digitalizadas en gigapíxeles

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