La Dirección General de Arqueología, Bellas Artes y Paisaje del Ministerio de Bienes Culturales ha adquirido, ejerciendo su derecho de tanteo a propuesta de la Superintendencia de Florencia, Pistoia y Prato, una importantísima escultura etrusca: se trata de la llamada Cabeza Lorenzini, obra procedente de Volterra. Se trata de una cabeza masculina, de tamaño superior al natural, que debe su nombre a la familia que la poseía y que probablemente en la antigüedad formaba parte de una estatua de cuerpo entero que tenía fines cultuales. La obra era conocida desde hacía mucho tiempo: uno de los más grandes arqueólogos del pasado, Ranuccio Bianchi Bandinelli, la calificó como “la más griega de las obras etruscas”. Son muchas las características por las que la obra reviste una importancia excepcional: de hecho, es una de las escasas obras etruscas conocidas en mármol (para ser exactos, la Cabeza Lorenzini es de mármol de Apuano) y, según la Superintendencia, es el fragmento estatuario más importante de Volterra y una de las esculturas más significativas de toda la historia de Etruria.
La fecha de la escultura, según los estudiosos de la Superintendencia, puede datarse en la fase arcaica tardía del arte etrusco (finales del siglo VI y principios del V a.C.), y la obra fue realizada probablemente por un taller que ejecutaba obras fuertemente influidas por la tradición greco-oriental con ascendencia ática. Según la Superintendencia, la Testa Lorenzini “ofrece una visión extremadamente interesante del debate sobre la recepción, reelaboración e irradiación de modelos en el periodo Arcaico, lo que confiere a la obra una importancia particular para la comprensión de la cultura figurativa de la Etruria Arcaica centro-norte”.
La obra, que fue adquirida por la suma de 355.000 euros, no siempre ha estado oculta a los ojos del público: de hecho, ha estado expuesta durante mucho tiempo en el Museo Guarnacci de Volterra gracias a un acuerdo con sus propietarios. Y ahora se abre el debate sobre su futura ubicación: la Superintendencia de Florencia asegura que la escultura se expondrá pronto al público y se destinará a un “prestigioso emplazamiento museístico de la Toscana”. Entre los destinos hipotéticos figuran el Museo Arqueológico Nacional de Florencia y el Museo Nacional Etrusco de Villa Giulia, en Roma, pero no se descarta (aunque de momento parece la solución menos probable) un regreso al Museo Guarnacci (la cabeza Lorenzini, al fin y al cabo, procede de Volterra). El alcalde de la ciudad toscana, Marco Buselli, ya ha dado pasos en este sentido: ha escrito una carta al ministro Bonisoli instando al traslado al Museo Guarnacci, dado que el museo de Volterra ha sido durante mucho tiempo el lugar donde la obra se ha mostrado al público. Buselli subraya, sin embargo, que las decisiones deberán tomarse en torno a una mesa que reúna a representantes del ministerio y expertos para indicar las soluciones más correctas a seguir. La mayor dificultad reside en el hecho de que el Guarnacci es un museo municipal, y por regla general los objetos adquiridos por el Estado acaban en museos pertenecientes al Estado (como los museos de Florencia y Roma antes mencionados). Pero, por supuesto, el juego no está cerrado a priori.
El Estado adquiere una de las esculturas etruscas más importantes: la Testa Lorenzini, hasta ahora de propiedad privada, pasará a un museo público |
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