Durante la ceremonia de entrega del título de profesor honoris causa en la Academia de Bellas Artes de Carrara, celebrada hoy, lunes 23 de abril de 2018, Maurizio Cattelan (Padua, 1960), ha confesado que el de hoy ha sido su primer discurso ante un auditorio. Por ello, proponemos el texto íntegro del discurso del artista véneto.
Es la primera vez que hablo en público. En primer lugar, quiero dar las gracias a esta Academia, a su profesorado y a su director por esta hermosa ceremonia y este honor. En mi caso, es la prueba de que a veces se aprende más de camino a la escuela que en la escuela. Quiero dar las gracias a todos los artistas pasados y presentes por ser mis maestros silenciosos. Cada uno de ellos me ha demostrado que las fronteras no existen. Nuestro vocabulario puede inventarse cada día, y si algo no existe, podemos crearlo. Me enseñaron que las reglas hay que aprenderlas, pero que para no perderse toda la diversión, no hay que romperlas constantemente. Algunos de ellos me enseñaron que hacer arte es como poseer mentes. A través de su práctica, muchos artistas me han sugerido que sin disciplina, silencio, determinación, sacrificio, pasión, alegría, locura, riesgo e irracionalidad, el resultado de nuestro trabajo es un mero ejercicio de estilo. Todos están de acuerdo en que la misión de un artista es descubrir símbolos. Sólo con ellos podemos trascender las modas, el gusto y el buen pensar, y entablar una batalla con la historia y un diálogo con nuestros miedos más oscuros. Quiero dar las gracias a todas las personas que han estado a mi lado a lo largo de los años y que, con gran paciencia, me han ayudado, aconsejado y, a menudo, criticado útilmente. Sin ellos, mi trabajo habría sido menos puntual y habría estado mucho más plagado de errores. Gracias a los amigos que hoy me acompañan y para los que colaboro en diversos proyectos, por permitirme explorar las periferias del lenguaje del arte y descubrir nuevos lenguajes. Gracias en particular a Lucio Zotti, a quien podría definir como mi tercer ojo: juntos iniciamos esta aventura llamada arte y juntos vimos nacer muchas de mis obras. Por último, quiero dar las gracias a Carrara, a su mármol y al orgullo de quienes lo trabajan, porque aquí descubrí un material con el que se escribe la historia. También quiero dar las gracias a todos los estudiantes de esta Academia, que con su entusiasmo y creatividad serán los artistas del mañana".
En la foto: Maurizio Cattelan (... ¡patrocinado por Huawei!) hoy durante la ceremonia en la Academia de Bellas Artes de Carrara.
Cattelan habla en público por primera vez. Texto íntegro del discurso |
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