Una Virgen cubierta de recortes, recibos y papeles y acompañada de la inscripción “porca”: esta era la obra que la artista Alt había presentado para la edición de 2018 de AR[t]CEVIA, un festival de arte contemporáneo que se celebra cada año en Arcevia, en la región de Las Marcas, y que este año se prolongará hasta el 14 de octubre. La obra había causado revuelo desde agosto, cuando se inauguró: la comunidad local había clamado por su retirada, y la dirección de la exposición había accedido, pero aun así había permanecido en el lugar de la exposición (aunque oscurecida), con la esperanza de que pudiera volver a proponerse para su contemplación pública. No hubo suerte: tras una nueva petición, el artista, de acuerdo con Laura Coppa, directora artística de AR[t]CEVIA, decidió retirar definitivamente la obra de la exposición.
La decisión llegó tras las protestas de algunos visitantes, mientras que la orden de retirada vino directamente del alcalde de Arcevia, Andrea Bomprezzi. Laura Coppa, que también es concejala de Cultura del Ayuntamiento de Arcevia, ya había intentado en agosto explicar los motivos de la exposición de la obra en una carta abierta: "Como comisaria de la exposición, no puedo censurar, sino al límite mediar entre el artista y el público, para salvaguardar a ambos y dejar a ambos la libertad de expresarse, la libertad de observar o no observar y de formarse su propia opinión: por eso no entro en los méritos de las diversas percepciones de la obra. Para la obra, además, también se había imaginado una ubicación especial, oculta tras un muro, y con la entrada resaltada por una señalización adecuada que indicaba que el contenido de la obra podría herir la sensibilidad de alguien del público.
La obra, según explicó el propio artista, es una reflexión sobre el papel de la Virgen María dentro de la religión cristiana: para Alt, la Virgen, un ídolo religioso inventado por varones, representa la negación de la feminidad de la mujer porque encarna el estereotipo de lo que se suponía que debían ser las mujeres según una sociedad profundamente dominada por los hombres. Además, como explicó el artista al diario marqués CentroPagina, la Virgen es “una máquina de hacer dinero”, de ahí la decisión de colorearla de oro y hacer que no sostenga un niño, sino un “botín” en forma de promesas de salvación eterna a cambio de un pago. La propia virginidad de la Virgen, según Alt, “proviene de la mente del hombre, que ve a la mujer como un objeto de su propiedad, y la Virgen encarna este concepto de la manera más absoluta”. En la economía global de la obra, la inscripción “porca” representaba un corolario final, un resumen de las razones por las que la religión, según Alt, convertiría a la Virgen en “porca” como instrumento económico y fuente de idolatría.
La artista protestó por la decisión de retirar la obra: “un creyente no debe oponerse si fuera de los lugares de culto existen otras formas de pensamiento, que también pueden manifestarse de manera antitética a la suya”. Sin embargo, las intervenciones en su defensa fueron en vano: el público ya no podrá ver la obra.
En la imagen, la obra Alt retirada por AR[t]CEVIA.
Arcevia, la Madonna "porky" del artista Alt es considerada blasfema y ha sido retirada de la exposición |
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