Grazia Varisco (Milán, 1937) es una figura destacada del arte moderno y cinético italiano. Es conocida por su exploración de las percepciones visuales y la dinámica espacial mediante el uso de materiales industriales y técnicas innovadoras. La artista nació en 1937 en Milán, se formó en laAcademia de Bellas Artes de Brera y en 1959 comenzó su carrera como miembro del grupo T, uno de los colectivos de arte cinético y programado más influyentes de Italia, pioneros en la introducción de experimentos perceptivos y entornos interactivos destinados a estimular reacciones diferentes e inesperadas en los visitantes. Formado por Giovanni Anceschi, Davide Boriani, Gianni Colombo, Gabriele De Vecchi y Grazia Varisco, el grupo tomó el nombre de “T” del concepto de tiempo, como una nueva dimensión que envuelve al visitante en el espacio-tiempo. Aunque los cinco formaban parte del grupo, cada uno de ellos mantuvo su propia identidad artística, a diferencia de otros colectivos que optaron por firmar sus obras con unas iniciales comunes. Con la experiencia del grupo T, Varisco comenzó inmediatamente a trabajar en proyectos como las Mesas Magnéticas, desarrolladas entre 1959 y 1962, utilizando formas y elementos magnéticos. Este acercamiento al arte permitió al artista sumergirse en un proceso creativo con una finalidad lúdica. El juego, entendido como instrumento de conocimiento, se convierte en una invitación a interactuar con sus objetos, manipulando conceptos elementales presentes en obras como Duets, o Gnomons e incluso Frangible Reticles. En sus obras, el público asume el papel de co-artista, participando activamente: puede tocar, mover, actuar directamente, experimentar e incluso aprender. Su investigación se caracteriza, por tanto, por un profundo interés en la variabilidad de las imágenes y la percepción del movimiento. En este artículo, en Finestre sull’Arte hemos seleccionado las 10 obras y series más importantes para entender la obra de Grazia Varisco. ¿Cuáles son? Nota del editor: algunas de las obras descritas a continuación pueden admirarse en la exposición Grazia Varisco. Esperienze d’arte in gioco, Macerata, GABA.MC, hasta el 2 de junio.
La instalación interactiva Mesa magnética Mesa lineal variable de 1959-1962 presenta una mesa de hierro con filamentos móviles controlados por imanes. La obra fue presentada por Grazia Varisco en Miriorama 6, la exposición de 1960 del colectivo Gruppo T, junto con otras obras. Se anima al espectador a jugar con los filamentos sobre la superficie metálica, creando configuraciones siempre nuevas y estimulando una percepción lúdica y experimental. En esta obra,elementos simples como puntos, líneas y formas geométricas básicas se unen a imanes, invitando a jugar con opuestos como orden/desorden, arriba/abajo, antes/después, cerrado/abierto.
En la serie Pantallas luminosas variables, creada entre 1961 y 1968 y conservada en el Museo MA*GA de Gallarate, Varisco se interesa por la luz como fenómeno en continuo cambio. Es una energía lenta y rápida que invade el espacio. La obra consiste en un dispositivo compuesto por una tira de madera que une dos paneles colocados en ángulo reflectante: uno se mueve mientras el otro permanece estático. La luz interior procede de una lámpara de neón circular. Los espectadores pueden así observar el cambio de la imagen, resultado de la programación mecánica de la rotación y superposición de los paneles. La instalación pretende ampliar la variación de las imágenes y mantener constantemente la atención del espectador. El uso de luz artificial permite alternar luz y oscuridad, uniendo dos extremos y explorando la percepción a través de fenómenos como la imagenposterior, es decir, la manifestación de una imagen en la visión tras un periodo de exposición a la imagen original, elefecto moiré, un fenómeno óptico que se produce cuando dos o más rejillas se superponen creando un patrón de interferencia, y la compensación cromática, una técnica de luminotecnia para corregir el color y la luz.
A través de los Mercuriali, una serie creada entre 1965 y 1971, Grazia Varisco explora la variación óptico-cinética utilizando vidrio industrial de superficie lenticular. El vidrio refracta y modifica el patrón geométrico básico en respuesta al movimiento del observador. A partir de la década de 1960, el artista desarrolló su investigación artística con las obras Mercuriali y Reticoli frangibili, explorando el concepto de multiestabilidad de las imágenes. La serie se distingue por el uso de vidrio reforzado con alambre. El vidrio interactúa con tachuelas de metal cromado pulido, mientras que materiales como imanes, vidrio industrial que altera la imagen, un motor eléctrico y la luz se eligen por sus propiedades cambiantes.
En Reticoli frangibili (Retículas frangibles), 1965-1971, las impredecibles variaciones de las imágenes son el resultado de lainterferencia de la retícula de vidrio reforzado con alambres con diferentes marcas. La instalación representa una esencia dinámica, indicando su característica distintiva de cambio constante. Las obras de celosía rompible son transitorias, captan la atención con su escurridizo juego visual y se reorganizan en formas impredecibles. Como en los Mercuriali, nuevos signos y nuevas representaciones surgen continuamente de los cambios en el patrón geométrico, mientras que las texturas del vidrio interfieren con los signos, amplificándolos, reduciéndolos y ocultándolos a la vista. Los colores se alternan, a menudo contrastados, creando una dinámica de opuestos.
En las primeras obras de Varisco, elarte cinético abraza ideas futuristas, con una luz fragmentada que representa el encuentro con el mundo industrial. Así, en 1974 crea Meridiana, una obra con la que reconoce el valor de la materia en el espacio. Con madera, collage de cartón y un mueble de latón, crea una textura que recuerda los ángulos del reloj de sol. La luz, en este contexto, aporta una visión temporal suspendida, jugando con la materia y la luz en armonía. El artista decide también bautizar la varilla del reloj de sol con el nombre de Gnomon: su etimología deriva de la palabra conocimiento, que en este caso representa el conocimiento del tiempo, de su paso, medido, por el desplazamiento del signo de la sombra proyectada.
Extrapagine, serie realizada entre 1974 y 1982, representa páginas y tarjetas con tonos amarillos sobre fondo blanco, anotaciones en los márgenes, aberturas y cuadrículas, diseñadas con técnicas mixtas, collage y cordel sobre cartón. Tipografía y encuadernación componen un microcosmos de precisión y perfección. Para Grazia Varisco, su obra es una mezcla de azar y diseño, de papel y desecho, iniciada por un “no debería ocurrir” (declarado por sus responsables), pero que a veces se manifiesta, entre las páginas de los libros, como una inesperada desviación de la norma.
La serie Gnomoni(Gnomones) de 1975-1986 representa una de las exploraciones relacionadas con el funcionamiento del pliegue que se vienen analizando desde mediados de la década de 1970. En estas obras, el pliegue no se considera un acto mecánico, sino un motivo que genera diferentes experiencias perceptivas en los observadores. Los pliegues investigan las dilataciones espacio-temporales de las superficies y la interacción entre luz y sombra, tanto en un plano bidimensional como tridimensional. Mediante el acto de plegar, se establece una asociación con el concepto de rebajar o aplastar en la percepción común. En Gnomoni, el plegado levanta y anima el espacio vacío en lugar de ocuparlo, implicando al espectador en sus movimientos. La ambigüedad resultante capta la mirada del espectador, invitándole a una exploración visual de la estructura.
Las esculturas que componen la serie Duetos, 1986-1989, están formadas por dos placas de acero pintadas adyacentes. Su proximidad representa un doble significado: por un lado, limita el espacio como un telón de teatro, mientras que, por otro, intenta superar el obstáculo visual a través del hueco entre las placas. Aunque parecen delgadas, las placas cobran vida con la luz, mostrando las formas en perspectivas siempre nuevas. Duetto se presta a un sutil juego de opuestos, como positivo/negativo, oblicuo/ortogonal, vacío/lleno, reflejando la experiencia humana de la generación de la vida: la colisión de elementos que generan la materia del universo. A través de estas obras, Grazia Varisco ha representado la tridimensionalidad en un signo que busca ser preciso y minimalista. Pasando de tres a dos y a cuatro dimensiones, intenta explicar un concepto de geometría simple.
Entre 2008 y 2015, Varisco creó la serie Quadri Comunicanti. Las obras están dispuestas en una pared con seis marcos rectangulares de hierro negro, colocados en diferentes ángulos e intervalos regulares. Algunos están parcialmente vacíos, dejando la pared a la vista, mientras que otros están parcialmente llenos de placas de acero superespejadas. El título de la serie recuerda la ley de los vasos comunicantes, comparando metafóricamente los marcos con jarrones: las planchas de metal, similares a superficies de agua, ocupan el espacio de cada marco hasta un nivel uniforme. La disposición de los marcos sigue la línea continua de la altura del líquido, es decir, de los fragmentos de metal. La conexión con elagua está representada por el uso del acero, que crea una superficie inestable. En ella, Varisco ha decidido atenuar el efecto reflectante mediante satinado, cepillado y martillado, alterando su aspecto.
A través de Touch Resonances, 2010-2016, Grazia Varisco invita a los espectadores a interactuar con la obra, sin inhibiciones, jugando con el sentido deloído a través de una experiencia multisensorial. Consiste en una placa de hierro pintada de negro cortada con láser.
10 obras para conocer a Grazia Varisco, pionera del arte cinético italiano |
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