El Museo de Orsay adquiere un cuadro excepcional de un seguidor irlandés original de Van Gogh


El Museo de Orsay adquirió un cuadro excepcional de Roderic O'Conor, seguidor irlandés de Paul Gauguin y Vincent van Gogh. Hay pocos cuadros suyos en colecciones públicas.

El museo de Orsay ha logrado adquirir una obra rara de Roderic O’Conor (Castleplunket, 1860 - Nueil-sur-Layon, 1940), artista irlandés singular y seguidor de Gauguin y Van Gogh: se trata de un lienzo titulado Garçon breton de profil (" Muchacho bretón de perfil"), importante también porque pocas obras de O’Conor se conservan en colecciones públicas. El cuadro enriqueció la colección postimpresionista y, en particular, la de la Escuela de Pont-Aven.

La obra se remonta a los años de estancia de O’Conor en Bretaña, en Pont-Aven y Pouldu, entre 1891 y 1893: durante estos años pintó algunos paisajes importantes, así como retratos de jóvenes bretones, entre ellos la obra que acaba de adquirir el museo de Orsay. O’Conor había llegado a Francia con la idea de estudiar el arte de los impresionistas, pero su pintura cambió radicalmente tras conocer las obras de Gauguin. En Francia, O’Conor frecuentó a artistas como Armand Seguin, Erico Forbes-Robertson, Cuno Amiet y Emile Bernard. Este último, en particular, fue decisivo para O’Conor porque le introdujo enel arte de Van Gogh, mostrándole al artista irlandés veintidós cartas que Bernard había recibido del pintor holandés: algunas de las misivas contenían dibujos que causaron una profunda impresión en O’Conor.



Sin embargo, O’Conor no era un mero imitador, sino que proponía soluciones originales fruto de su contacto con sus maestros ideales. El Niño bretón lo revela: ejecutado en Pont-Aven, el retrato utiliza un empaste muy denso y estratificado, de modo que varias zonas de la obra aparecen casi en relieve. Es una obra que requirió mucho trabajo, gran parte del cual se realizó en el estudio. El tema no es original, ya que otros artistas de Pont-Aven habían pintado bretones disfrazados (aunque O’Conor fue, no obstante, uno de los primeros), pero es innovador en cuanto a las soluciones estilísticas adoptadas, en particular las estrías oblicuas de colores complementarios yuxtapuestos que dan luz y relieve a la obra y que constituyen un rasgo típico del arte del pintor irlandés. Las formas se construyen así mediante rayos de colores sólidos que se yuxtaponen para crear formas simplificadas que se convierten casi en arquetipos, en este caso de la realidad rural de la Bretaña de finales del siglo XIX.

El cuadro, que costó 200.000 euros, recaudados en parte gracias al apoyo de la asociación Amis des Musées d’Orsay et de l’Orangerie, había sido expuesto en público por última vez en 1957, para ser llevado a la feria Tefaf de Maastricht en 2020 por el galerista Jean-Luc Baroni, a quien el museo parisino se lo compró. El lienzo se presentará en la Galerie Françoisa Cachin, en la quinta planta del museo, cuando reabran los museos franceses.

Imagen: Roderic O’Conor, Garçon breton de profil (1893; óleo sobre lienzo, 38,1 x 44,5 cm; París, Museo de Orsay)

El Museo de Orsay adquiere un cuadro excepcional de un seguidor irlandés original de Van Gogh
El Museo de Orsay adquiere un cuadro excepcional de un seguidor irlandés original de Van Gogh


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