Una obra site-specific sobre erotismo y afectividad para el Museo Novecento de Florencia

Con motivo del décimo aniversario del Museo Novecento de Florencia, el director Sergio Risaliti invitó a MP5 a crear unaobra específica para el museo. La obra titulada La terza dimensione (La tercera dimensión ) se presenta como una imponente cinta de figuras en blanco y negro, pintada directamente sobre las paredes de las dos logias del Museo, que se extienden desde la planta baja hasta el primer piso. La Tercera Dimensión es una obra única dividida en dos secciones. La primera es una secuencia de figuras pintadas rigurosamente en blanco y negro que ocupan con cierta solemnidad, de arriba abajo, las paredes que rodean el claustro de la ex Leopoldina. Presentadas de pie y frente a frente, parecen suspendidas y solemnes en una especie de limbo espacial y temporal. La estructura es paratáctica y se asemeja a la de los frisos y composiciones clásicas o medievales, como en la Teoría de los Profetas, Vírgenes y Mártires de los mosaicos de Sant’Apolinnare Nuovo de Rávena. Como en las obras antiguas, cada una de estas figuras parece habitar perfectamente el espacio que se le asigna, captando la sacralidad del lugar, a lo largo de los siglos dedicado a la lectura y a la oración, realzando la subjetividad en su condición de multitud fluida. En la galería abierta del piso superior, la estructura paratáctica da paso a una coreografía de cintas entrelazadas de figuras que se tocan, se abrazan, se besan. Un desenvolvimiento de deseos y afectos sin interrupción, donde todo se expresa en plenitud, con dulzura y sinceridad sin freno, vergüenza, imposición.

A partir de la yuxtaposición de los dos capítulos de esta narración de cuerpos y gestos, realizados con unos trazos sintéticos de color, se tiene una clara percepción del movimiento, físico, emocional y espiritual. Dos coreografías especulares que dialogan entre sí, componiendo un único espectáculo en cuyo centro se sitúa el cuerpo de cada uno de nosotros, núcleo afectivo de cuidado, intimidad y deseo. Los cuerpos, de estáticos pasan a ser campos dinámicos, que se enredan escenificando un movimiento que restituye el poder del encuentro físico, de la proximidad, de la exploración de la propia subjetividad y de los deseos más profundos, más allá de lo prohibido y lo reprimido. Saber que cada una de estas figuras y gestos forma parte de un archivo de imágenes extraídas de la filmografía porno nos hace comprender cómo en el centro de la visión poética de MP5 está la belleza del deseo, la sacralidad de la subjetividad y de su cuerpo, el dulce poder del amor que anula la distancia entre lo humano y lo divino. Los cuerpos heterogéneos de MP5 no hablan de consumo sexual sino de erotismo y afectividad, de un nuevo orden amoroso construido por relaciones no homologadas y no sometidas, consciente o inconscientemente, al régimen punitivo de los condicionamientos sociales y culturales.

MP5, cuyo poder comunicativo es conocido tanto en Italia como en el extranjero, ha creado una obra que desafía la simple categorización. Su estilo, incisivo y radical, es inconfundible y deja una impresión duradera. Rehusando limitarse a géneros o escuelas específicos, su obra abraza un lenguaje visual abierto e inclusivo que comunica con delicadeza y poesía, sin concesiones. A través de una estética de refinada cultura visual, MP5 habla a la multitud, poniendo en escena la sensualidad de la intimidad y el erotismo de la diferencia, expresados con naturalidad y sin pudor.

El proyecto, que podrá verse hasta el 20 de octubre de 2024, está comisariado por Sergio Risaliti y Jacopo Gonzales.

Imagen: MP5, La tercera dimensión. Cortesía del artista y Museo Novecento, 2024. Fotografía de Ela Bialkowska OKNO studio.

Una obra site-specific sobre erotismo y afectividad para el Museo Novecento de Florencia

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