Una exposición a la escucha. Cómo será el Pabellón de Italia en la Bienal 2024


Presentado el Pabellón de Italia en la Bienal de Venecia 2024: la exposición de Massimo Bartolini, comisariada por Luca Cerizza, se titulará "Due qui / Escuchar" y estará dedicada al tema de la escucha, de uno mismo y de los demás.

Esta mañana se ha presentado el Pabellón de Italia de la Bienal de Venecia 2024: la exposición de Massimo Bartolini, el único artista que representará a nuestro país, comisariada por Luca Cerizza, se titula Due qui / To Hear y pretende explorar el tema de la exposición internacional, Stranieri Ovunque / Foreigners Everywhere a través de una instalación sonora y ambiental comisariada por el artista. La obra, concebida en relación con el contexto de la exposición, ofrece al espectador un viaje inmersivo por todos los espacios del Pabellón de Italia, incluidos los jardines, combinando elementos de vacío y lleno, movimiento y quietud, con la intención de conducirle a encuentros inesperados con obras e instalaciones de carácter sonoro y performativo. El proyecto pretende investigar la noción de lo extraño no sólo dentro de las relaciones interpersonales, sino también dentro de uno mismo. A través de la escucha de uno mismo, uno intenta comprender su posición en el mundo y las relaciones que establece con los demás y la sociedad. De este modo, la idea de no ser un extraño debe comenzar por no ser un extraño para uno mismo, destacando la importancia de una conciencia interior para una comprensión más profunda de la propia identidad y del papel que uno desempeña en el contexto social.

La Dirección General de Creatividad Contemporánea del Ministerio de Cultura contribuyó con 800.000 euros a la realización del Pabellón de Italia, formalizada mediante un acuerdo con la Fundación La Biennale di Venezia. El Pabellón de Italia pudo realizarse gracias a la contribución de TOD’S, que actuó como Socio, y Banca Ifis, que apoyó el proyecto como Patrocinador. La contribución de estas dos empresas ascendió a más de 400.000 euros. También hubo varios donantes cuyo apoyo fue crucial para la realización del proyecto. Entre ellos figuran la Fondazione Sandretto Re Rebaudengo, el Palazzo Bentivoglio de Bolonia, ACACIA - Associazione Amici Arte Contemporanea Italiana, la Colección Mauro De Iorio, Nicoletta Fiorucci, Silvia Fiorucci y Hofima. A esta lista se añaden Corrado Beldì, Frescobaldi, que fue el proveedor oficial del Pabellón italiano durante la ceremonia de inauguración, la Universidad IUAV de Venecia, la Fundación Ugo y Olga Levi por su asesoramiento en el campo de la música y por su apoyo en hospitalidad, y NABA - Nueva Academia de Bellas Artes de Milán. Un pabellón, por tanto, mucho menos costoso que Storia della notte e destino delle comete (Historia de la noche y destino de los cometas ), de Gian Maria Tosatti, la exposición del Pabellón de Italia en la Bienal de 2022, que costó más de 2 millones de euros, de los cuales 600.000 fueron financiados por la Dirección General de Creatividad Contemporánea del MiC y 1.450.000 por patrocinadores.

Pabellón de Italia. Foto: Giulio Squillacciotti
Pabellón italiano. Foto: Giulio Squillacciotti
Gráficos para el Pabellón de Italia en la Bienal 2024
Gráficos del Pabellón de Italia en la Bienal 2024

Cómo será la exposición

El título del proyecto Due qui / Oír sugiere el acto de escuchar como una forma de acción hacia los demás. Encuentro, escucha, relación y sonido son elementos fundamentales en los más de 30 años de práctica artística de Bartolini, y en este proyecto el paradigma acústico adquiere una dimensión tanto física como metafórica, invitando a la toma de conciencia y a la apertura hacia los demás. En el itinerario propuesto, dos figuras simbólicas introducen idealmente los espacios y el proyecto: los árboles del Jardín de las Vírgenes y un Bodhisattva pensativo. Estas representaciones de la naturaleza y la espiritualidad parecen encarnar momentos de quietud, pero en realidad expresan una forma más profunda de relación con el mundo. El árbol, con sus raíces conectadas a la tierra, y el Bodhisattva, sentado en contemplación, representan formas más sutiles y profundas de relacionarse con el universo circundante. En torno a estas figuras y con ellas se despliegan las obras que componen el proyecto, cuya pieza central es una gran instalación sonora accesible al público. El Bodhisattva pensativo, figura típica del budismo, representa a aquel que, habiendo alcanzado la iluminación, renuncia voluntariamente a mostrar el camino a otros seres humanos. Como explica el propio artista, “El Bodhisattva es una figura que siempre me ha fascinado, porque es un individuo que no actúa, sino que reflexiona. Su invitación a no hacer nada cuestiona de raíz el concepto de historia”. La instalación, por su parte, no produce arquitectura, sino sonido: es una estructura que no ocupa espacio, sino que deja pasar y atraviesa a todos, generando comunidades temporales unidas precisamente por la escucha de una misma fuente".

Bartolini entiende la referencia al Bodhisattva como una forma de disenso hacia una cultura de la actuación entendida como perspectiva única. Su práctica artística abarca una multiplicidad de sugerencias, referencias y lenguajes, combinando la sensibilidad hacia la música, el teatro y la performance con la capacidad de desarrollar una relación única con los espacios y su arquitectura. En la Tese delle Vergini, Bartolini ha optado por mostrar un respeto radical por los espacios, mostrándolos en su seductora estratificación histórica, sin sofisticaciones, dispuestos a acoger las presencias que resuenan en ellos.

El proyecto para el Pabellón de Italia representa el resultado más complejo y ambicioso de esta práctica colaborativa, definida por Bartolini como una “jam session” artística. A través de un largo proceso de diálogo e intercambio, comisario y artista definen una red de relaciones y colaboraciones en la que participan otros artistas de diferentes disciplinas y orígenes geográficos. Las compositoras Caterina Barbieri y Kali Malone, junto con Gavin Bryars y su hijo Yuri Bryars, contribuirán a las obras sonoras de Bartolini, mientras que Nicoletta Costa y Tiziano Scarpa concebirán nuevos textos interpretados en el espacio Giardino.

Junto a la exposición, el Programa Público de encuentros comisariado por Luca Cerizza y Gaia Martino, inspirado en la frase de John Cage “La música está en todas partes, si sólo tuviéramos oídos”, ofrecerá una variedad de eventos que incluyen conferencias, entrevistas, actuaciones musicales, lecturas, conversaciones y momentos de taller. Organizados en los espacios del Giardino delle Vergini en torno a cuatro temas principales -Naturaleza/Paisaje, Máquina, Política de la escucha, Espiritualidad-, los encuentros darán voz a diferentes perspectivas humanas, sociales, espirituales y ecológicas. Participarán, entre otros, Elena Biserna, Nicoletta Costa, Attila Faravelli, Valentina Megaletti, Maurizio Maggiani, Enrico Malatesta, Nicola Ratti, George David Haskell, Brandon LaBelle, Diana Lola Posani y Tiziano Scarpa.

Durante el mes de mayo, tendrá lugar un evento especial en el parque Villa Fürstenbergde Mestre: una nueva actuación sonora especialmente concebida por Massimo Bartolini titulada Balada para diez árboles, en la que participarán diez saxofonistas. El proyecto Due qui / To Hear irá acompañado de dos publicaciones. La guía de la exposición, publicada por Electa, ofrecerá una amplia panorámica del proyecto expositivo, enriquecida con textos de Massimo Bartolini, Elena Biserna, Luca Cerizza y David Toop, así como material biográfico y textual de colaboradores del proyecto como Nicoletta Costa y Tiziano Scarpa, y dibujos realizados por el propio artista para ilustrar el proyecto.

Una segunda publicación en profundidad, editada por Luca Cerizza y publicada por Timeo, estará disponible en otoño. Esta publicación, al no ser un catálogo tradicional, actuará más bien como una continuación ideal del Programa Público, explorando los temas que guían el proyecto artístico y curatorial del Pabellón de Italia. Utilizando el formato de una antología, incluirá una amplia selección de textos de filósofos, ensayistas, artistas, musicólogos, músicos y poetas como Elena Biserna, Chandra Livia Candiani, Maurizio Maggiani, George David Haskell, Brandon LaBelle y David Toop, muchos de los cuales serán también protagonistas de las reuniones del Programa Público. La publicación contendrá asimismo una detallada documentación fotográfica del Pabellón y una selección de obras de Massimo Bartolini que abarcan más de treinta años de producción artística.

Massimo Bartolini, Bodhisattva pensando (2024; lápiz sobre papel)
Massimo Bartolini, Bodhisattva pensante (2024; lápiz sobre papel)
Luca Cerizza y Massimo Bartolini. Foto: Matteo De Mayda
Luca Cerizza y Massimo Bartolini. Foto: Matteo De Mayda

Artista y comisario

Massimo Bartolini (Cecina, 1962) vive y trabaja en Cecina. Emprendió su carrera artística tras estudiar topografía en Livorno y licenciarse en la Accademia di Belle Arti de Florencia en 1989. Además de su actividad artística, también enseña artes visuales en la NABA Nuova Accademia di Belle Arti de Milán y en la Accademia di Belle Arti de Bolonia. Desde 1993, ha expuesto sus obras en numerosas exposiciones tanto en Italia como en el extranjero, consolidando así su reputación tanto a nivel nacional como internacional.

Su producción se caracteriza por una gran variedad y transversalidad de lenguajes y materiales utilizados. Abarcan desde obras performativas en las que intervienen actores temporales o el público, hasta dibujos ejecutados con lentitud y paciencia; desde grandes instalaciones públicas realizadas con la colaboración de otras personas y conocidos, hasta pequeñas obras-esbozo montadas en el estudio; desde complejas esculturas sonoras hasta fotografías y vídeos. Bartolini está abierto a una amplia gama de medios artísticos, reinventándolos de formas poco convencionales.

Su trayectoria artística se caracteriza por una constante investigación y experimentación del lenguaje artístico, buscando siempre el material más adecuado para expresar un concepto o una narrativa. Para Bartolini, hacer y disfrutar del arte es un viaje de descubrimiento y comprensión de uno mismo, de su relación con el mundo y de las posibilidades de relacionarse con los demás. Este viaje se construye a menudo mediante el uso, el contraste y la transformación de distintos materiales de formas sorprendentes, creando así momentos de revelación, asombro y pequeñas epifanías inesperadas.

Entre sus exposiciones individuales destacan: Hagoromo, Centro per l’arte contemporanea Luigi Pecci (Prato, 2022); On Identikit, CSAC - Centro Studi e Archivio della Comunicazione dell’Università di Parma (2020); Manifesta 12 (evento colateral) Caudu e Fridu, Palazzo Oneto (Palermo, 2018); Four Organs, Fondazione Merz (Turín, 2017); Studio Matters+1, Fruitmarket Gallery (Edimburgo, 2013) y S.M.A.K. (Gante, 2013); Serce na Dloni, Centro de Arte Contemporáneo Znaki Czasu (Toruń, 2013); HUM, AuditoriumArte (Roma, 2012) y MARCO - Museo de arte contemporáneo (Vigo, 2012); Museu Serralves - Museu de Arte Contemporânea (Oporto, 2007); Ikon Gallery (Birmingham, 2007); GAM - Galleria d’Arte Moderna (Turín, 2005); Museum Abteiberg (Mönchengladbach, 2002); PS1 (Nueva York, 2001); Henry Moore Foundation (Leeds, 1996); Paesaggi, Galleria Massimo De Carlo (Milán, 2016); Afterheart, Frith Street Gallery (Londres, 2012); Three Quarter-Tone Pieces, Magazzino (Roma, 2010).

Entre las exposiciones colectivas se incluyen: Bienal de Venecia (1999, 2001 evento colateral, 2009, 2013); Biennal de València (2001); Stanze e Segreti, Rotonda della Besana (Milán, 2000); Manifesta 4 (Frankfurt, 2002); Ecstasy: In and About Altered States, MOCA Los Ángeles (2005); Bienal de Shanghái (2006 y 2012); Trienal de Yokohama (2011); Bienal de São Paulo (2004); Bienal de Pontevedra (2004); dOCUMENTA (13) (Kassel, 2012); Echigo-Tsumari Art Triennale (Tokamachi, 2012); TRACK (Gante, 2012); One on One, Kunstwerke (Berlín, 2012); The City, My Studio / The City, My Life, Trienal de Katmandú (2017); Habit Co-Habit, Bienal de Pune (2017); Starting from the Desert. Ecologies on the Edge, Bienal de Yinchuan (2018); Escape Routes, Bienal de Arte de Bangkok (2020); Trienal de Setouchi (2022).

Luca Cerizza (Milán, 1969) es comisario y escritor de arte. Vive en Turín y Milán. Desde 2006 es profesor de Museología y Estudios Curatoriales en la NABA (Nuova Accademia di Belle Arti, Milán). Autor de Alighiero Boetti. Map (Afterall, Londres 2008/Electa, Milán 2009) y L’uccello e la piuma. La questione della leggerezza nell’arte italiana (Et al. Edizioni, Milán 2010), Cerizza tiene una larga trayectoria como escritor de arte, centrándose principalmente en el arte minimalista, postminimalista y conceptual desde la década de 1990 hasta la actualidad. Sus ensayos más recientes han versado sobre Vincenzo Agnetti, Mel Bochner, Svenja Deininger, Massimo Grimaldi, Katharina Grosse, Henry Martin y Kazuko Miyamoto. Ha editado la antología de textos críticos de Tommaso Trini (Johan & Levi, Milán 2016), y las monografías más completas sobre Diego Perrone, Gianni Pettena (Mousse Publishing, Milán 2020), Massimo Bartolini (NERO Editions, Roma 2022, con Cristiana Perrella), y Kazuko Miyamoto (Silvana Editoriale, Milán 2024, con Zasha Colah y Eva Fabbris). En los últimos 25 años, Cerizza ha organizado exposiciones en los contextos expositivos más diversos, tanto en Italia como en el extranjero.

Entre los proyectos curatoriales de la última década: las exposiciones individuales de Tomás Saraceno (Museo di Villa Croce, Génova, 2014, con Ilaria Bonacossa), Kazuko Miyamoto (The Japan Foundation, Delhi, 2015), Gianfranco Baruchello (Raven Row, Londres, 2017), Tino Sehgal (OGR, Turín, 2018), la exposición Vincenzo Agnetti. NEG: Playing the breaks (Padiglione de l’Esprit Nouveau, Bolonia 2021/Fondazione Antonio Dalle Nogare, Bolzano, 2022), y Massimo Bartolini. Hagoromo (Centro Pecci, Prato, 2022-23, con Elena Magini). Con Zasha Colah comisarió la exposición individual de Prabhakar Pachpute (National Gallery of Modern Art, Mumbai, 2016), la exposición principal de la tercera Bienal de Pune (Pune, India, 2016) y la exposición-convención Campo Umano (Fondazione Antonio Ratti, Como, 2019).

Massimo Bartolini. Foto: Pasquale Abbattista
Massimo Bartolini. Foto: Pasquale Abbattista
Luca Cerizza. Foto: David Gustav Cramer
Luca Cerizza. Foto: David Gustav Cramer

Declaraciones

“La creación del artista Massimo Bartolini para el Pabellón de Italia comisariado por Luca Cerizza”, declara el Ministro de Cultura, Gennaro Sangiuliano, "reforzada también por las aportaciones de diferentes expresiones creativas de múltiples disciplinas artísticas, constituirá un momento importante en el contexto de la 60ª Exposición Internacional de Arte de la Fondazione La Biennale di Venezia, poniendo en diálogo formas expresivas propias de nuestra identidad nacional con manifestaciones y símbolos propios de las tradiciones de numerosas culturas, en la búsqueda de una raíz común de la que todo se genera. La práctica de la escucha, que caracterizará la instalación Due qui / Escuchar, estimulará al público a una introspección que predispone al redescubrimiento de sí mismo, condición ineludible para acoger al otro: el viático adecuado para una Bienal que renovará el papel de Venecia como capital mundial del arte contemporáneo".

"La coincidencia entre el proyecto de Massimo Bartolini, que en el Pabellón de Italia de la 60ª Exposición Internacional de Arte - La Biennale di Venezia sitúa la ’escucha’ en el centro, y la reciente re-propuesta de Prometeo. Tragedia de la escucha de Luigi Nono escenificada en enero de este año en la Iglesia de San Lorenzo de Venecia", afirma Roberto Cicutto, Presidente de La Biennale di Venezia. “La capacidad de escuchar como instrumento de autoconocimiento, así como la atención a los demás, es el denominador común de estos dos proyectos artísticos reunidos simbólicamente en la Bienal con 40 años de diferencia. Otro aspecto que acerca el Pabellón de Italia de este año a la multiplicidad de temas e investigaciones de la Bienal es la presencia de diferentes disciplinas y encuentros multidisciplinares dentro del Programa Público comisariado por Luca Cerizza con la colaboración de Gaia Martino. Muchos saludos a todos los que han construido esta importante y rica participación de nuestro pabellón nacional con la contribución de la Dirección General de la Creatividad Contemporánea del Ministerio de Cultura”.

“El proyecto comisariado por Luca Cerizza”, subraya Angelo Piero Cappello, Director General de Creatividad Contemporánea y Comisario del Pabellón de Italia, “es sin duda capaz de conmover las cuerdas más íntimas de nuestra acordes más íntimos de nuestra identidad a través de elementos profundamente ’nacionales’, desde la tradición musical italiana hasta el jardín barroco, si bien mediante el uso de distintos niveles de interpretación, distintos lenguajes y contaminaciones, y distintas interferencias metafóricas. Escuchar” es precisamente el hilo rojo que tejen en el Padiglione Italia Massimo Bartolini y los demás artistas participantes, acompañando al visitante entre la Tese delle Vergini y el Jardín, en un juego visual, táctil y sonoro que alterna entre “perderse” y “encontrarse”, en el espacio y en el tiempo. Un itinerario que entrelaza antiguas raíces culturales, comunes a varios pueblos a pesar de las distancias geográficas, y que al mismo tiempo conduce al redescubrimiento de algunas extraordinarias tradiciones artísticas y artesanales de nuestro país, parte de ese inmenso patrimonio cultural que nos distingue. Todo esto refuerza -si es que alguna vez fue necesario- la consideración de que la Bienal no representa sólo a la ciudad de Venecia, sino a toda Italia: y es la ocasión más importante para ejercer una verdadera acción de diplomacia cultural caracterizada por ese ’soft power’ del que nuestro país está naturalmente dotado, la belleza de la creatividad italiana de ayer y de hoy".

Luca Cerizza, comisario del Pabellón de Italia, explica: "Jugar con la asonancia entre Two here y To hear (sentire/udire) sugiere la naturaleza relacional del sonido. Nos reunimos para escucharnos y escuchar al otro: un ser humano, una forma natural, una máquina. Si consideramos entonces que, para Massimo Bartolini, el arte es un camino de conocimiento, “escuchar” se convierte en una herramienta para aspirar a ser quizá mejores. Tras la extraordinaria contribución a la exposición Hagoromo de Massimo Bartolini (Centro Pecci, Prato, 2022), hemos querido continuar el diálogo con uno de los grandes protagonistas de la música de investigación de los últimos cincuenta años, Gavin Bryars, y su increíble capacidad -musical y humana- para dialogar con el lenguaje del arte visual y sus eventuales limitaciones. Barbieri y Malone, por su parte, comparten un enfoque centrado en las propiedades inmersivas, meditativas e incluso espirituales de la materia sonora. Su música tiene una fuerte consonancia con el redescubrimiento por parte de algunos músicos jóvenes (en su mayoría mujeres) y de su público, del poder de ciertas sonoridades, que combinan referencias a tradiciones musicales y reinos espirituales de origen no occidental, con referencias a la tradición de la música sacra y minimalista occidental".

Una exposición a la escucha. Cómo será el Pabellón de Italia en la Bienal 2024
Una exposición a la escucha. Cómo será el Pabellón de Italia en la Bienal 2024


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