En Roma, el Panteón acoge Oculus-Spei, una instalación multimedia interactiva de la artista Annalaura Di Luggo que reinterpreta el tema de la esperanza en el contexto del Jubileo 2025. Apoyada por el patrocinio moral del propio Jubileo, el Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación Internacional y el Ministerio de Justicia, la obra pretende ofrecer una perspectiva artística e integradora sobre el significado de la luz y la espiritualidad.
Promovida por el Departamento de Museos Nacionales de la ciudad de Roma, la iniciativa está coordinada científicamente por Gabriella Musto y comisariada por Ivan D’Alberto, historiador y teórico del arte contemporáneo. Oculus-Spei cuenta con cuatro protagonistas, elegidos para representar los continentes del mundo y las velas del logotipo del Jubileo 2025: Martina por Europa, Serigne por África, Ignatius por América y Samantha por Asia. La creación de Oculus-Spei también ha sido posible gracias a la contribución de Pictet Asset Management y a la colaboración con el Grupo Intesa Sanpaolo.
Inspirándose en la frase latina “Spes non confundit” (La esperanza nodefrauda), que abre la bula papal del próximo Jubileo, la intervención instalativa de Annalaura Di Luggo transforma el Oculus del Panteón en un símbolo de trascendencia. El haz de luz que penetra desde arriba se convierte en el foco visual y conceptual, guiando a los visitantes a través de cinco Puertas Santas ideales.
Estas puertas, representaciones físicas y simbólicas de un camino de renacimiento interior, invitan al público a llamar, realizando un gesto que marca el inicio de un viaje transformador. Les acompañan personas con discapacidad, que asumen el papel de guías espirituales y encarnaciones modernas de Virgilio, transfiguradas por la luz. Con su contribución, la instalación ofrece una “mirada sin precedentes” a la belleza interior y la riqueza humana.
“Para esta obra”, explica la propia artista, “me inspiré en los ojos de mis protagonistas y en la luz que entra por el óculo del Panteón. Es un viaje a través de las puertas santas, anticipando el año jubilar, y en este viaje nos acompañan personas con capacidades diferentes. Especialmente en la última puerta, la de la cárcel de Rebibbia, el usuario se pone frente a sí mismo gracias a un sistema de cámaras de reconocimiento gestual en tiempo real: un espacio transformador donde, una vez más, es la luz la que activa una profunda reflexión sobre nuestra condición de seres humanos”.
Davide Vincent Mambriani (Responsable de Asuntos Culturales del Dicasterio para la Evangelización) declaró: “Desde el principio, con mucho gusto, Su Excelencia Monseñor Fisichella, Pro-Prefecto del Dicasterio para la Evangelización, concedió su patrocinio a esta iniciativa, que ve hoy su punto de partida. Es hermoso, además de su valor artístico y moral, que esta exposición sobre la apertura de las puertas tenga lugar justo cuando se están desmontando las puertas santas de las cuatro basílicas papales de Roma. Es un gran significado, que permite inaugurarla como una de las primeras iniciativas culturales que acompañarán a muchos a lo largo del año jubilar”.
“’La esperanza no defrauda’: así se abre la bula papal del Jubileo”, recuerda el comisario Ivan D’Alberto, "y de aquí parte el proyecto de Annalaura di Luggo. Ella concibió cinco puertas interactivas que ofrecen un viaje a la esperanza. Aunque el proyecto tiene una matriz cristiana, también debe releerse en clave laica, porque la esperanza pertenece al arte. Así que este diálogo entre arte y religiosidad encuentra una clave perfecta con esta obra interactiva de Annalaura’.
La instalación de Annalaura di Luggo pretende ser un antídoto contra la creciente homogeneización de la sociedad contemporánea. A través de sus enigmáticas puertas, tótems que parecen proceder de un pasado arcaico, la artista pretende dirigir una invitación al público para que reflexione sobre las contradicciones del presente y emprenda un camino de conocimiento interior. Estas puertas, recubiertas de superficies evocadoras y simbólicas, pretenden ser un puente entre el mundo exterior y el espiritual.
La participación de personas con discapacidad enriquece el significado de la obra, con el objetivo de convertirla en una experiencia profundamente integradora. Estos protagonistas no sólo guían a los visitantes, sino que se convierten en símbolos de una esperanza concreta, hecha de igualdad de oportunidades y valoración de las diferencias. El planteamiento de Annalaura di Luggo no oculta la matriz cristiana del proyecto, sino que lo enriquece con una visión universal que traspasa la frontera entre lo sagrado y lo profano. El arte, en esta perspectiva, busca ser capaz de abrir nuevos horizontes y conectar diferentes sensibilidades.
Oculus-Spei, la instalación interactiva de Annalaura Di Luggo, llega al Panteón |
Advertencia: la traducción al español del artículo original en italiano se ha realizado mediante herramientas automáticas. Nos comprometemos a revisar todos los artículos, pero no garantizamos la ausencia total de imprecisiones en la traducción debidas al programa. Puede encontrar el original haciendo clic en el botón ITA. Si encuentra algún error, por favor contáctenos.