“Démonos amor incondicional los unos a los otros”: con esta intención Marina Abramović silenció ayer durante siete minutos a nada menos que doscientas mil personas, el público del festival de Glastonbury. Fue una nueva performance de la artista serbia, que en uno de los eventos musicales más importantes del mundo, difícil de asociar con la idea de silencio, puso en escena sus Siete Minutos de Silencio Colectivo, con el objetivo declarado de “ver cómo podemos sentir energía positiva en todo el universo”. Un silencio contra las guerras y la violencia que siguen desgarrando el mundo.
Anunciada con sólo un día de antelación, la representación triunfó gracias al nada previsible espíritu de colaboración del público: aparte de algunos gritos aislados, los participantes garantizaron el éxito de la obra. Para la ocasión, Marina Abramović subió al escenario con un largo vestido blanco en forma de símbolo de la paz, obra del diseñador de Taranto Riccardo Tisci, antiguo director creativo de Burberry. Al presentarse al público, la artista pronunció un breve discurso en el que admitió que se sentía “asustada y honrada” de estar allí: “asustada porque, como artista, en toda mi vida nunca había visto este tipo de público. No voy a cantar, no voy a bailar. Esto es un festival de música y lo único que quieres es divertirte y escuchar buena música. Pero en mis 55 años de carrera, siempre lo he hecho todo con energía, y no hay mejor lugar para traer esa energía que aquí, ahora”. Y añadió: “El mundo está pasando una época de mierda. Hay guerras, hambre, protestas, asesinatos, violencia. ¿Qué ocurre si observamos este panorama? La violencia trae más violencia, los asesinatos más asesinatos, la ira más ira, las manifestaciones más manifestaciones. Aquí intentamos hacer algo diferente: cómo estar en el presente, aquí y ahora, y cómo podemos realmente todos juntos darnos amor incondicional”. A continuación, invitó a cada miembro del público a poner las manos sobre sus vecinos, cerrar los ojos, ponerse cómodos, tras lo cual la actuación comenzó tras el sonido de un gong tocado por Emily Eavis, la organizadora del festival.
Por qué la elección del silencio? Según Marina Abramović, el silencio es un medio de conectar a las personas entre sí de una manera que las palabras no pueden. Y en el contexto de un festival de música, dijo la artista serbia antes de la actuación, el silencio, en el contexto de un evento en el que hay un flujo continuo de sonido y energía, ofrece una oportunidad para lograr la unidad y la introspección. Silencio para la reflexión, según la idea del artista, que realizó su performance en colaboración con CIRCA - Cultural Institute of Radical Contemporary Arts, con sede en Londres. Ahora sólo queda esperar la opinión de los críticos sobre la nueva proeza del artista más famoso del mundo.
Nueva actuación de Marina Abramović: 200.000 personas en silencio durante 7 minutos en Glastonbury |
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