Milán, murales de temática olímpica y arte callejero en la Villa de las Flores

Arte callejero con temática olímpica: es lo que está ocurriendo en el Villaggio dei Fiori de Milán donde, del 23 al 25 de julio y del 2 al 6 de agosto de 2021, un barrio obrero se coloreará con la fuerza expresiva de la escritura y el Street Art. Este es el objetivo del proyecto CORBA -5CERCHI que, con la dirección artística de Stradedarts, pretende reurbanizar el barrio. Comenzando el próximo 23 de julio, con los primeros murales de SteReal y Napal, y continuando en agosto cuando, a partir del día 2, intervengan los artistas KayOne y Etsom, el CORBA coloreará, hasta 2026, 38 fachadas iguales con otras tantas obras de arte únicas y diversas.

Diez intervenciones están previstas para 2021, a las que seguirán en los años siguientes las 28 restantes, con la idea y la voluntad de concluir las obras en 2026, año en que Milán acogerá los Juegos Olímpicos de Invierno junto con Cortina d’Ampezzo. De hecho, se pedirá a los artistas participantes que interpreten y diseñen una obra de arte urbano con temática de deportes de invierno, marcando, cada uno con su propia firma estilística, las fachadas individuales de la Villa de las Flores. La cercana pista de hielo Palaghiaccio Agorà, en Via dei Ciclamini, se utilizará como campo de entrenamiento para todos los equipos internacionales que participen en los Juegos Olímpicos de Invierno de 2026: será, por tanto, un foco de atracción, capaz de garantizar una gran afluencia de espectadores, transformando de hecho el distrito en un punto central de interés para deportistas, aficionados y curiosos.

El objetivo principal de CORBA -5CERCHI- es, por tanto, realizar un proyecto de arte público participativo, destinado a la reurbanización urbana, cultural y social de una zona marginal y periférica, con el objetivo de transformar el distrito histórico de Milán en un distrito único de arte urbano contemporáneo, capaz de implicar a las comunidades locales y a las asociaciones de vecinos. Un distrito caracterizado, por tanto, por 38 fachadas geométrica y estructuralmente iguales pero que, gracias a la intervención de 38 famosos artistas callejeros de la escena contemporánea, se convertirán en 38 obras de arte, todas diferentes.

Históricamente, el Villaggio dei Fiori nació en 1953 de la urgencia de crear viviendas capaces de acoger a los evacuados de la guerra y a las personas que habían llegado a la ciudad desde el campo en busca de trabajo: así se construyeron las casas adosadas municipales, conocidas como “casas mínimas”, en parcelas que aún no habían sido edificadas. Son casas de dos plantas con un pequeño jardín trasero, cuya imagen actual es la de un lugar marginal, olvidado y desconectado de la ciudad, un lugar sin identidad y con graves problemas de vivienda. Una reurbanización participativa puede ser un primer paso para unir y hacer realidad un proyecto compartido, capaz de generar interés a escala urbana y territorial. Hacer único un lugar abandonado y alienante, poner color al gris.

Desde 1988 Stradedarts ha intervenido en la zona adyacente a Via Giambellino con obras que durante años han cambiado el aspecto de esta área, consolidando una larga historia y definiendo su identidad, vinculada al mundo del Graffiti Writing y del Street Art. Una obra site-specific que en los años 80 también ha reurbanizado zonas degradadas, dedicadas al tráfico de drogas y a la pequeña delincuencia, zonas malas y degradadas, a las que Stradedarts ha aportado color y presencia, así como esperanza en un futuro diferente y mejor. Además, PPG, multinacional de pinturas y revestimientos, a la luz del proyecto QUA - Quattordio Urban Art celebrado en Quattordio a finales de junio, también aportará un toque de color a esta comunidad utilizando sus productos de la marca PPG Sigma Coatings.

Este trabajo continúa hasta el día de hoy no sólo en Milán sino en toda Italia, pero siempre con la inspiración-guía de continuar el trabajo especialmente en la zona donde la asociación Stradedarts nació y mantiene con orgullo su sede. CORBA -5CERCHI- nació con esto en mente, como un evento que pudiera dejar una huella permanente en el barrio, aportando de nuevo color y alegría a un lugar olvidado y desprovisto de cualquier tipo de uso público, un lugar que, también hablando con los residentes, se experimentara como una redención social y un sentimiento de pertenencia a la comunidad.

Milán, murales de temática olímpica y arte callejero en la Villa de las Flores

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