Milán, la Cámara de Comercio se enriquece con una gran obra de Emilio Isgrò


Se presenta en la Cámara de Comercio de Milán el "Prólogo a la Relatividad", una gran obra de Emilio Isgrò que enriquecerá los locales del instituto y que se inspira en una carta que el padre de Albert Einstein envió a la Cámara de Comercio de Milán.

Ayer, jueves 30 de marzo, se presentó en la Cámara de Comercio de Milán , Monza-Brianza y Lodi, en su histórica sede de Via Meravigli de Milán, la obra Prólogo a la Relatividad de Emilio Isgrò . (Barcellona Pozzo di Gotto, 1937), que el artista creó a partir de un documento conservado en los archivos de la Cámara: la carta enviada a la Cámara de Comercio por Hermann Einstein, padre del célebre Albert. De hecho, la familia Einstein residió en Milán en los últimos años del siglo XIX, trasladando sus negocios de Pavía a la capital lombarda para tener “mayores oportunidades”, como también se afirma en el documento del archivo. En la carta, fechada el 23 de febrero de 1899, Einstein anuncia que ha trasladado su negocio de dinamos y motores eléctricos a Milán.

Isgrò imaginó una obra de imponentes dimensiones (212x300 cm), en la que el texto de la carta de Hermann Einstein, reinterpretado a través del borrado, firma estilística del artista, dialoga con la icónica silueta del físico. Se configura así un doble homenaje: por un lado, al genial autor de la teoría de la relatividad y, por otro, a la Cámara de Comercio como institución eje de la laboriosidad de Milán y Lombardía.



La obra, realizada con el apoyo técnico de TheFabLab utilizando las más modernas tecnologías de procesamiento digital sobre paneles fresados de fibrocemento y completada con intervenciones manuales sobre las tachaduras, se sumará al patrimonio artístico que la Cámara de Comercio ha reunido a lo largo de los años, contribuyendo a invertir en el sector cultural como pivote y motor del desarrollo económico de nuestro país, así como elemento constitutivo de la identidad italiana. un elemento constitutivo de la identidad italiana, motor de innovación de todo el sistema económico, ya que actúa como activador del crecimiento de otros sectores del tejido productivo, desde el turismo hasta la manufactura de base creativa, contribuyendo significativamente a mejorar la calidad de vida y el atractivo del territorio, en términos de inversión, talento y turistas.

“Descubrir esa carta no me resultó fácil cuando rebuscaba entre los papeles del edificio de via Meravigli para encontrar algo que ofrecer a la atención de quienes tienen prisa o han perdido la memoria de un pasado respetable a todos los niveles: cultural no menos que empresarial y cívico”, afirma Emilio Isgrò. "Me fijé en la carta de Hermann y me di cuenta de que era el documento que había que borrar para reactivar el espíritu de empresa que hace de Milán una ciudad insustituible entre las ciudades del mundo y de Europa. Ni Madonnina, ni Duomo de una vez. Puesto que el misterioso remitente era simplemente el padre de un niño llamado Albert (Albert Einstein al completo) campeón de todos los borrados aún posibles. Me basta con plantear una pregunta: si vemos este mundo quieto o en movimiento. Yo lo veo muy quieto, congelado, a pesar de que está plagado de guerras y conflictos. De hecho, está parado precisamente por eso. Porque las armas han ocupado el lugar de las artes, entendiendo por arte también el arte de vivir y reflexionar. Por supuesto, un artista no tiene respuestas que dar. Pero al menos puede formular algunas preguntas. Yo ya las he formulado con el título de mi obra: Prólogo a la relatividad. Sin duda, Hermann Einstein no sabía qué clase de hijo había dado a luz. Tampoco podía imaginar el joven Albert qué clase de universo dejaría tras de sí al leerlo a través de una lente distinta de las indicadas por Galileo y Newton. Como tampoco carece de importancia que el gran científico, que siempre hablaba inglés con un marcado acento alemán, hablara en cambio italiano con un inconfundible acento milanés. Todo esto ha encontrado (y puede encontrar) sus antiguas y renovables raíces en Milán, en una desprevenida carta de hace más de un siglo, hoy guardada en la caja fuerte de un archivo lombardo. Quizás, como artista, he forzado un poco las cosas. Pero es como artista como me han llamado, y cuando los artistas son llamados por instituciones serias como la Cámara de Comercio, significa que los filósofos ya no son necesarios. Por otra parte, también es cierto que allí donde un artista se atreve a borrar el conocimiento codificado y convertirlo en pura energía, tarde o temprano habrá un pequeño empresario audaz que monte una fábrica para emplear a un centenar de trabajadores.

La elaboración artística de uno de los testimonios más importantes conservados en los Archivos de la Cámara de Comercio se convierte en un nuevo relato que permite a la Cámara reforzar su vínculo con la ciudad y su tejido productivo.

“El atractivo de Milán tiene raíces profundas”, afirma Carlo Sangalli, presidente de la Cámara de Comercio de Milán, Monza Brianza y Lodi, “y bien lo demuestra la carta de Hermann Einstein, el empresario alemán padre de Albert, que a finales del siglo XIX quiso trasladar sus negocios a nuestra metrópoli a través de la Cámara de Comercio”. Una carta que inspiró a Emilio Isgrò la obra ’Prólogo a la Relatividad’ con la que el Maestro ha sabido representar hoy, con su estilo único, el valor de Milán como ciudad abierta, capaz de acoger y renovar cada vez el espíritu de empresa".

Emilio Isgrò -artista, pero también poeta, novelista y dramaturgo- dio vida con sus “borrones” a una de las operaciones más revolucionarias y originales del panorama artístico internacional de la segunda mitad del siglo XX. Isgrò fue invitado a cuatro bienales de Venecia y ganó el primer premio de la Bienal de São Paulo (1977). Ha expuesto en prestigiosos museos internacionales como el Stedelijk Museum de Ámsterdam, el MoMA de Nueva York y la Fondazione Peggy Guggenheim de Venecia. Isgrò ha sido protagonista de numerosas exposiciones antológicas: en el Centro Pecci de Prato, la Taksim Sanat Galerisi de Estambul, la Galleria Nazionale di Arte Moderna de Roma, el Palazzo Reale y las Gallerie d’Italia de Milán, la Fondazione Cini de Venecia. En 2022, el artista realizó la monumental exposición individual Isgrò cancela Brixia en Brescia. Hasta la fecha, varias obras de Isgrò se exponen en prestigiosas instituciones; entre ellas, la obra Colui che Sono (2020) se encuentra en las colecciones del Quirinale y Cancellazione del debito pubblico (2011) se exhibe en los espacios de la Universidad Bocconi. Entre sus novelas destaca L’avventurosa vita di Emilio Isgrò nelle testimonianze di uomini di stato, scrittori, artisti, parlamentari, attori, parenti, amici, anonimo cittadini, candidata al Premio Strega. Para el teatro, escribió la trilogía L’Orestea di Gibellina, representada durante tres años en las ruinas de la ciudad destruida por el terremoto, lanzando el Festival Internacional Orestiadi. Su última colección de versos, publicada por Guanda, es Sì alla notte.

Milán, la Cámara de Comercio se enriquece con una gran obra de Emilio Isgrò
Milán, la Cámara de Comercio se enriquece con una gran obra de Emilio Isgrò


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