Tras Antonio Canova y John Flaxman al principio de su historia y, más recientemente, tras Maurizio Cattelan (2018) y Jeff Koons (2019), laAcademia de Bellas Artes de Carrara cuenta con una nueva entrada entre sus Académicos de Honor: se trata de Marina Abramović, la gran artista serbia que es la “madrina” del arte de la performance. La ceremonia de entrega del diploma de Académico de Honor, organizada con ocasión de la apertura del año académico 2020-2021, tendrá lugar el 23 de junio de 2021, a las 18.00 horas, en formato mixto. Mientras que el Director Luciano Massari, el Presidente Antonio Passa, el Consejo Académico, los profesores y los estudiantes estarán presentes en el Aula Magna de la Academia, Marina Abramović pronunciará su lectio magistralis desde Nueva York en directo online.
La laudatio correrá a cargo de Fabio Cavallucci, comisario y crítico de arte, antiguo director de varias instituciones internacionales, que desde hace tiempo presta gran atención a la performance y a los fenómenos relacionados con ella. La escenografía y la organización corren a cargo del director Carmine Fornari, con el apoyo técnico del profesor Elmar Giacummo. El artista, tras pronunciar la lectio magistralis, estará disponible para responder a las preguntas de los estudiantes.
“Es la primera vez en la historia de la Academia que se concede este honor a una mujer”, subraya el director Massari. “La Academia se fundó hace 250 años a instancias de María Teresa Cybo-Malaspina, y gracias a la labor de otras dos soberanas, Elisa Bonaparte y María Beatriz D’Este, ha alcanzado fama y desarrollo, por lo que las mujeres han ocupado un lugar central en nuestra historia, pero aún no se había producido una iniciativa en este sentido, y esta será la primera de una larga serie”.
“Marina Abramović”, añade el Presidente Passa, “es una de las artistas más importantes del mundo. Nos enorgullece que una artista que es la referencia del arte del comportamiento se incorpore a nuestra Academia. Su obra ha influido en jóvenes artistas e instituciones, universidades y academias de Bellas Artes, ejerciendo una influencia decisiva en los modelos de investigación en la práctica artística”.
Marina Abramović ha sido elegida por sus altos méritos en el campo del arte, como creadora de una investigación realizada principalmente sobre sí misma que pretende llevar el cuerpo y la mente hasta los límites extremos, pero también hábil en el cruce de lenguajes contemporáneos, lo que ha ampliado las fronteras de las artes, acercándolas así a la vida.
Nacida en Belgrado de padres oficiales del ejército yugoslavo, que se trasladaron primero a Ámsterdam y luego a Nueva York, Marina Abramović entró en la historia del arte a principios de la década de 1970 con performances que ponían a prueba su cuerpo con calor, hielo o el riesgo de ser herida por el público con objetos que ella misma había proporcionado. De 1976 a 1988, colaboró sobre todo con el alemán Ulay, también compañero de vida, creando obras en pareja que desafiaban la resistencia física y psíquica. En 1997, con Balkan Baroque, una performance en la que la artista limpia huesos de buey durante cuatro días en una atmósfera mefítica en una sala del Pabellón Central de los Giardini, fue galardonada con el León de Oro de la 47ª Bienal de Venecia. Tras instalarse en Nueva York a mediados de la primera década de este siglo, con Seven Easy Pieces en el Guggenheim (2005), una recreación de performances históricas de otros artistas, y después con The Artist Is Present en el MoMA (2010), además de obtener la mayor atención y reconocimiento del mundo del arte, se convirtió en un fenómeno de público, una de las pocas artistas del mundo en tener una visibilidad que trasciende los confines del mundo del arte para ser celebrada ahora como una estrella popular.
Fotografía: Fotograma de “Marina Abramović” de El cuerpo de la verdad (2019) © Indi Film
Marina Abramović se convierte en Académica de Honor de Carrara. El 23 de junio pronunciará una conferencia en línea |
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