La Biblioteca Vaticana se abre por primera vez al arte contemporáneo: la exposición de Pietro Ruffo

La Biblioteca Vaticana se abre al arte contemporáneo: ayer, 5 de noviembre, en presencia del Papa Francisco, se inauguró la exposición Tutti. La humanidad en camino. De la cartografía de viaje a los mapas utópicos y alegóricos: la Biblioteca Vaticana se encuentra con Pietro Ruffo, programada hasta el 25 de febrero de 2022. La muestra, que inaugura también la nueva Sala de Exposiciones de la Biblioteca, es fruto del encuentro entre el artista Pietro Ruffo (Roma, 1978) y la Biblioteca Vaticana y está dividida en cuatro secciones. En la primera se presentan cuatro ejemplos de cartografía celeste y terrestre creados por Pietro Ruffo, mientras que en la segunda se pueden admirar tres raros ejemplares procedentes de los tesoros de la colección papal: un planisferio chino, un rollo astronómico indio y cinco astrolabios de papel del siglo XVI.

Continuando en la Sala de Exposiciones, el público podrá ver la comparación entre el artista y la Biblioteca Vaticana: Allí se pueden admirar, yuxtapuestos entre sí, diversos ejemplos de cómo el ser humano ha utilizado y utiliza el paradigma cartográfico para representar realidades que nada tienen de geográficas, como sus propios sueños y utopías, sentimientos y movimientos interiores, perspectivas teológicas y críticas sociales. La exposición alcanza su punto culminante con una instalación site-specific concebida por Ruffo (titulada The Clarest Way) en el interior de la escénica Sala Barberini, con su mobiliario original del siglo XVII.

Las obras de Pietro Ruffo se han inspirado en la última encíclica del Papa Francisco, Fratelli tutti, dedicada a la fraternidad y la amistad social: la exposición pretende ser también un camino de reflexión en torno a la encíclica, concebida como un diálogo entre lo antiguo y lo actual, entre el patrimonio de la Biblioteca Vaticana y la expresión artística de hoy. El propio Papa Francisco intervino durante la inauguración de la exposición y de la Sala de Exposiciones, un acontecimiento que representa una primicia para el Vaticano: se trata, de hecho, del debut del arte contemporáneo en la Biblioteca Vaticana. El Pontífice deseó que la luz de la Biblioteca “brille a través de la ciencia, pero también a través de la belleza” y, señaló que la belleza “no es la ilusión fugaz de una apariencia o de un ornamento: proviene, en cambio, de la raíz de la bondad, de la verdad y de la justicia, que son sus sinónimos”. Y añadió: “Pero no debemos dejar de pensar y hablar de belleza, porque el corazón humano no sólo necesita pan, no sólo necesita lo que garantiza su supervivencia inmediata: necesita también cultura, lo que toca el alma, lo que acerca al ser humano a su dignidad profunda. Por eso, la Iglesia debe testimoniar la importancia de la belleza y de la cultura, en diálogo con la especial sed de infinito que define al ser humano”.

Para el cardenal bibliotecario José Tolentino de Mendonça, al frente de la Biblioteca Vaticana, la inauguración de la nueva sala de exposiciones es una oportunidad para apoyar la cultura del encuentro: “Nuestra apuesta -dijo Mendonça- es reforzar el papel cultural de la Biblioteca Vaticana en el mundo contemporáneo. De una gran biblioteca se espera un compromiso para lograr lo que el Papa Francisco llama proféticamente la ”cultura del encuentro“. Que los libros se encuentren con los lectores, trazando caminos originales. Que el saber conservado como memoria pueda responder a los interrogantes que la actualidad nos plantea. Que la historia se encuentre con el presente, abriendo nuevas perspectivas no sólo sobre lo que hemos sido, sino también sobre lo que podemos ser”.

En la foto: El Papa Francisco observa una obra de Pietro Ruffo.

La Biblioteca Vaticana se abre por primera vez al arte contemporáneo: la exposición de Pietro Ruffo

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