Exposition Coloniale es el título de la exposición de Serbia en la Bienal de Venecia 2024: en representación del país balcánico está Aleksandar Denić (Belgrado, 1963), que expone su proyecto en el Pabellón de Serbia comisariado por Ksenija Samardžija. La idea es presentar espacios y lugares de tránsito, es decir, residencias temporales, que se convierten en reliquias sociales o momentos de ansiedad transmitidos por una sociedad en la que extranjeros y extraños siempre se encuentran. Así responde Serbia al tema Strangers Everywhere de la edición 2024 de la exposición internacional.
El proyecto de Denić se traduce en una gran instalación alojada en el Pabellón de Serbia, que aún luce en su fachada la inscripción monumental “Yugoslavia”, cuyo nombre recuerda a una nación que se disolvió geopolíticamente tras los devastadores conflictos de los años noventa. En este contexto, la arquitectura, según los organizadores, se transforma en una estructura emocional, revelando que no es sólo forma y función, sino que está intrínsecamente ligada al contexto social y cultural que la rodea. Así, el Pabellón Nacional se convierte no sólo en un edificio representativo, sino en un monumento vivo de un país fragmentado y una identidad perdida.
Así, los serbios, al entrar en su pabellón nacional, se sienten extranjeros en su propio país, según el artista. Y es en este espacio de reflexión e inquietud donde interviene Aleksandar Denić, siendo él mismo extranjero, tras haberse trasladado a Alemania hace algún tiempo. La comisaria de Exposition Coloniale, Ksenija Samardžija, explica que el concepto central que guía al artista a lo largo del proyecto gira en torno al uso del “lugar”. El espacio del pabellón se concibe como una heterotopía, término acuñado por el filósofo francés Michel Foucault para denotar espacios que están conectados con todos los demás, pero de tal manera que suspenden, neutralizan o invierten el conjunto de relaciones que designan, reflejan o reflejan.
Ksenija Samardžija explica: “Denić es un maestro en la manipulación de elementos espaciales, creando una dialéctica entre situaciones arquitectónicas distintas que son visualmente sorprendentes y conceptualmente provocativas. A través de la manipulación de los elementos espaciales, Denić crea una tensión que no procede solo de la obra física en sí, sino más bien de la interacción entre el espectador y una narrativa a distintos niveles. La presencia de sonidos, melodías, luces, sistemas de ventilación y otros elementos sensoriales añade más complejidad a la instalación y contribuye aún más a una perturbadora difuminación de la frontera entre lo real y lo emocional. El resultado es una experiencia espacial dinámica y envolvente basada en componentes realistas completamente reinterpretados y originalmente construidos. Las instalaciones de Denić no hacen referencia a un lugar y un tiempo concretos, sino que representan patrones familiares que todos reconocemos y que podríamos encontrar en cualquier parte. Su capacidad, a la vez monumental y sutil en la intimidad de los detalles, de crear una dialéctica entre el ”reino puro“ y lo surrealista nos sitúa en una dimensión incierta de desconcierto, que se manifiesta como un déjà vu o un recuerdo intensamente vivido que nos desconcierta. La creación de una experiencia de la realidad vivida a través de la agitación y la tensión está directamente relacionada con la tesis de Heiner Müller sobre la necesidad constante de cuestionar el sistema de pensamiento y los valores a través de la función del arte, a fin de hacer imposible la realidad”.
Aleksandar Denić, nacido el 31 de octubre de 1963 en Belgrado, es un artista visual y escenógrafo de cine serbio. Su fama se debe principalmente a su trabajo como escenógrafo de largometrajes y a sus colaboraciones con importantes teatros y obras de teatro de varias ciudades europeas, como Berlín, Hamburgo, Stuttgart, Bayreuth, París, Zúrich, Viena, Salzburgo, Colonia, Múnich, Ginebra y Atenas. Denić se licenció en la Academia de Artes Aplicadas de la Universidad de las Artes de Belgrado, especializándose en pintura, cine y escenografía. Tras sus estudios, centró su trabajo principalmente como diseñador de producción para proyectos cinematográficos, entre ellos la película Underground, de Emir Kusturica. A partir de 2011, inició una estrecha colaboración con Frank Castorf, convirtiéndose en uno de los escenógrafos europeos más activos y reconocidos de la última década. Sus interpretaciones visuales de textos dramáticos transforman el escenario en un complejo sistema semiótico que explora el posmodernismo a través de medios artísticos, la vida cotidiana, la historia, la identidad y la relación entre el teatro y los medios de comunicación, así como las tareas y oportunidades sociales del propio arte. Las escenografías de Denić representan algunas de las más aclamadas y exitosas de la escena europea y mundial, reconocidas por su capacidad para explorar conscientemente el potencial comunicativo de la forma escénica. Por su trabajo, Denić ha recibido numerosos premios y galardones.
En la foto, un detalle de la instalación de Aleksandar Denić en el Pabellón de Serbia.
Extraños en su propio país: el proyecto de Aleksandar Denić para el Pabellón de Serbia en la Bienal |
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