En la Naturaleza nada existe solo: la monumental obra de Claudia Comte en Maremma

Del 16 de julio al 30 de septiembre de 2022, Hypermaremma presenta, en colaboración con la revista CURA. dirigida por Ilaria Marotta y Andrea Baccin, la intervención EN LA NATURALEZA NADA EXISTE SOLO, una obra medioambiental de Claudia Comte (Grancy, 1983) que, desarrollándose a lo largo de más de cien metros de longitud, representa su instalación site-specific más extensa hasta la fecha. Compuesta en su totalidad por troncos de pino del Monte Amiata, siguiendo el ciclo de clareo selectivo que permite a los bosques regenerarse de forma controlada, Comte utiliza un material natural para articular un mensaje quehace hincapié en los orígenes del territorio, y toma prestada una frase de la conocida bióloga y científica estadounidense Rachel Carson. En su libro Silent Spring (Primavera silenciosa ), publicado en 1962, Carson anticipó cuestiones medioambientales fundamentales, como el impacto de la acción del hombre sobre la naturaleza y, en particular, los efectos del uso indiscriminado de DDT, pesticidas y plaguicidas. Con esta intervención, la obra de Claudia Comte pretende, por tanto, incitar al espectador a desencadenar una reflexión sobre la relación del hombre con la naturaleza y el ciclo vital del planeta, según el cual todo está conectado en un equilibrio perfecto.

Esta obra se cuenta entre las más impresionantes instalaciones medioambientales que la artista crea para examinar temas que le son muy queridos, como el cambio climático, la ecología y la contaminación global, partiendo precisamente de la observación de las reglas de la naturaleza y su mutabilidad.

Nacida y criada en 1983 en Grancy, un pequeño pueblo de la campiña suiza cerca de Lausana, Claudia Comte suele insertar un fuerte componente autobiográfico en muchas de sus obras: rodeada e inspirada por árboles centenarios, datos no antropocéntricos y formas biomórficas, el bosque, en particular, pertenece a sus recuerdos de infancia, constituyendo uno de los primeros elementos que influyen en la traducción del paisaje en sus creaciones. Su práctica se guía por este antiguo interés por investigar la historia y la memoria de las formas biomórficas mediante procesos manuales tradicionales y tecnologías industriales y mecánicas. Juguetonamente inspiradas en patrones orgánicos y morfología, sus instalaciones site-specific dan testimonio de la inteligencia y las capacidades transformadoras del mundo ecológico.

Claudia Comte avanza entre distintos medios, combinando a menudo esculturas o instalaciones -el cuerpo principal de su obra- con pinturas murales, vídeos y performances, creando entornos en los que las obras se relacionan entre sí con un ritmo visual que es a la vez metódico y lúdico. Elementos como el bosque, los videojuegos, los cómics y las películas de ciencia ficción han contribuido y siguen contribuyendo a la creación de un lenguaje rico en referencias reales e imaginarias. Su obra se define por un interés en la memoria de los materiales y una atenta observación de la relación entre el hombre y la tecnología. Para más información sobre la obra, visite la página web de Hypermaremma.

En la Naturaleza nada existe solo: la monumental obra de Claudia Comte en Maremma

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