Venecia celebra una nueva joya en su ya rico paisaje cultural. La Fondazione Musei Civici di Venezia ha acogido con entusiasmo la donación de más de 200 láminas de arte gráfico procedentes de la colección personal del embajador Paolo Galli. Esta extraordinaria colección, que abarca desde el siglo XVI hasta el XX, constituye el núcleo de la exposición Una passione discreta. Colección Paolo Galli, comisariada por Alberto Craievich, que se presenta en Ca’ Rezzonico - Museo del Settecento Veneziano del 10 de octubre de 2024 al 20 de enero de 2025.
Se trata de un patrimonio inestimable por su riqueza y variedad, un recorrido que abarca cinco siglos e incluye maestros del más alto nivel de diferentes escuelas italianas. La exposición destaca no sólo por su cantidad, sino sobre todo por la calidad de los ejemplares y el amplio abanico de técnicas artísticas presentes, desde lápices a tizas, desde tintas a acuarelas.
Junto a los célebres maestros venecianos del siglo XVIII, ya ampliamente representados en el Museo, como Giambattista y Giandomenico Tiepolo, Piazzetta, Guardi y Diziani, figuran importantes nombres de las escuelas boloñesa, romana y florentina, como Annibale Carracci, Cavalier d’Arpino, Giovanni Paolo Figino y Giorgio Vasari. Sin embargo, la colección no se limita al pasado lejano: se extiende hasta el siglo XX, con artistas como Zoran Mušič, Giò Pomodoro, Renato Guttuso, Gino Severini y Mario Sironi, ofreciendo así una visión completa de la historia del arte italiano incluso en el siglo corto.
El dibujo, que siempre se ha considerado una forma de arte íntima y refinada, se revela aquí en toda su variedad. La colección se caracteriza por el predominio de la figura humana: estudios anatómicos, drapeados, composiciones abarrotadas, retratos y caricaturas animan estas láminas, ofreciendo al público una experiencia visual profunda e inesperada. En esta colección “colorista”, como la denominan los expertos, el arte gráfico se libera de los estereotipos tradicionales que lo relegan a una forma de arte monocromo o secundario, revelando en cambio la sutil fascinación que se esconde detrás de cada línea trazada.
Cada lámina representa un reto no sólo para el observador, sino también para los conocedores de arte, marchantes y coleccionistas, como el propio Paolo Galli, que con infinita dedicación ha identificado personalmente a la mayoría de los autores de las láminas de su colección. Galli describe esta pasión como un “virus benévolo” que le impulsó a coleccionar estas obras, creando un panteón personal de maestros italianos, en el que grandes nombres conviven con autores menos conocidos pero igualmente fascinantes.
Para la Fondazione Musei Civici di Venezia, la donación de Galli representa una intervención muy significativa. Es una oportunidad para enriquecer aún más el Gabinetto dei Disegni e delle Stampe, un sector que ya cuenta con notables tesoros. Esta donación, en términos de número de obras, variedad de técnicas y tipologías representadas, es la adquisición más importante desde el legado de Nuccia y Riccardo Musatti en 1967.
La exposición ofrece una rara oportunidad de admirar estas obras, algunas de las cuales han sido mostradas en exposiciones internacionales o publicadas en volúmenes dedicados al arte gráfico. Otras, en cambio, han permanecido visibles durante años sólo en el ámbito privado, y ahora se revelan por primera vez al gran público. Cada dibujo ha sido fotografiado y catalogado, creando una documentación detallada que acompañará a la exposición y constituirá una valiosa herramienta para estudiosos y aficionados. La exposición Una passione discreta no es sólo un homenaje al coleccionismo y a la sensibilidad artística de Paolo Galli, sino también una acción fundamental para la conservación y el disfrute de estas obras. Los dibujos, de hecho, son obras delicadas y sensibles a la luz y al medio ambiente; por este motivo, su exposición estará limitada en el tiempo para garantizar su preservación para las generaciones futuras.
El reto que plantea cada lámina -identificar al autor, interpretar el trazo y la intención que hay detrás de cada signo- se refleja también en el trabajo de los comisarios y expertos que han montado esta exposición. Es un trabajo de estudio continuo, un descubrimiento que se renueva con cada análisis y que enriquece la historia del arte con cada nueva adquisición.
Venecia, una valiosa donación de dibujos enriquece Ca' Rezzonico: llega la Colección Paolo Galli |
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