En el corazón de Venecia, bajo la mirada diaria de miles de transeúntes y turistas, se escondía un fragmento olvidado de historia y arte. Ahora, gracias a una intervención cuidadosa y compartida, ese fragmento ha vuelto a la luz. En efecto, durante las obras de restauración delHotel Rialto, con vistas a la Riva del Ferro, cerca del Puente de Rialto, se descubrió una preciosa pintura mural del siglo XVI que había permanecido oculta durante siglos bajo capas de yeso.
Se trata de una laceración extraordinaria no sólo por la calidad artística de la obra, sino también por su rareza: muy pocos testimonios sobreviven hoy de las decoraciones pictóricas que antaño embellecían las fachadas de muchos edificios venecianos. Este descubrimiento representa, pues, una ventana abierta a un patrimonio en gran parte perdido, y a una práctica decorativa muy extendida a lo largo de los siglos pero casi completamente borrada por el tiempo y la intemperie.
La recuperación fue posible gracias a la intervención de restauradores de Seres s.r.l., en el marco de los trabajos encomendados a la empresa G. Salmistrari s.r.l. y bajo la supervisión y colaboración de funcionarios de la Soprintendenza Archeologia, Belle Arti e Paesaggio del Ayuntamiento de Venecia y la Laguna. Crucial fue la buena disposición del propietario del inmueble, que acogió con entusiasmo la oportunidad de devolver a la ciudad este fragmento de memoria.
La pintura mural, ejecutada “a secco” con gran maestría, representa tres figuras alegóricas de tamaño casi natural, cada una de ellas con atributos simbólicos que aún se están estudiando. La obra, de mano anónima, se distingue por un estilo refinado y el uso de una brillante gama cromática que ha recobrado intensidad gracias a una meticulosa limpieza diferenciada, concebida para respetar la delicadeza de los pigmentos y la fragilidad de la superficie.
El cuadro se encontraba en un estado crítico: la exposición directa al Gran Canal, con su humedad y la acción constante de la salinidad, había comprometido la legibilidad de la imagen. Sin embargo, los trabajos de conservación han permitido recuperar no sólo las líneas compositivas, sino también la fuerza expresiva de una obra de gran calidad formal.
Actualmente se están llevando a cabo investigaciones histórico-artísticas e iconográficas. Los estudiosos intentan reconstruir el contexto original de la decoración, formulando hipótesis sobre su encargo, su función y sus referencias culturales. Los resultados de la investigación se publicarán en el próximo número de Cronache della Soprintendenza di Venezia. Actividades e investigación.
Uno de los aspectos más significativos de esta operación es la sinergia entre instituciones públicas y sujetos privados. El diseño y la dirección técnica de la intervención se confiaron a la restauradora Martina Serafin, mientras que la responsabilidad de las obras de categoría OS2A recayó en la arquitecta Beatrice Pitter. También trabajaron sobre el terreno Giorgia Turri, Marina Vece, Alessia Grasso, Rosa Zuffi y Paolo Roma, que devolvieron a la obra su legibilidad original. El equipo trabajó en estrecho contacto con los funcionarios de la Soprintendenza, en particular el Dr. Devis Valenti, la Dra. Giulia Altissimo, la Dra. Valeria Saccarola y la Dra. Anna De Stefano, que siguieron el progreso de la recuperación.
La restauración no es sólo una operación técnica: es un acto de retribución a la ciudad y a la comunidad. No en vano, una de las esperanzas expresadas por los restauradores es que la obra pronto se potencie en cuanto a su disfrute público, mediante la retirada de cables y señales que actualmente impiden su plena visibilidad desde la Riva del Ferro.
Para Seres s.r.l., el redescubrimiento de este fresco representa mucho más que un éxito profesional: es la prueba concreta de que proteger el patrimonio cultural también significa sacar a la superficie, con delicadeza y respeto, las bellezas olvidadas que se esconden entre los pliegues de la ciudad. “Una emoción única en el corazón de Venecia”, escribe la empresa en su página de Facebook. “Tuvimos el honor de sacar a la luz una pintura mural del siglo XVI que había permanecido oculta durante siglos bajo capas de yeso. Este extraordinario descubrimiento salió a la luz durante los trabajos de restauración de las fachadas del ’Condominio Rialto’, con vistas al Gran Canal, realizados en colaboración con G.Salmistrari srl. Gracias a la sensibilidad del cliente y al trabajo conjunto con los funcionarios de la Soprintendenza Archeologia Belle Arti e Paesaggio del Ayuntamiento de Venecia y la Laguna, tuvimos el privilegio de restaurar esta pintura mural de increíble calidad artística, con su estilo refinado y su brillante gama cromática”.
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Venecia, importante descubrimiento en Rialto: resurge una pintura mural del siglo XVI en el Gran Canal |
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