Tres cosas que no sabías sobre la Última Cena de Leonardo da Vinci

La célebre Última Cena de Leonardo da Vinci es una de las obras maestras más famosas y fascinantes de la historia del arte. Pintada entre 1494 y 1498 para el refectorio del convento de Santa Maria delle Grazie de Milán, esta obra es un extraordinario testimonio del ingenio y la maestría de Leonardo.

Imagínese entrar en una habitación donde las paredes parecen cobrar vida. Frente a ti, los rostros de los apóstoles expresan una gama de emociones tan vívidas que te parece oír el murmullo de sus conversaciones. En el centro de la escena, Jesús anuncia que uno de sus discípulos le traicionará, y el eco de esta revelación sacude la tranquilidad de la Última Cena, del episodio evangélico.

La composición del cuadro es extraordinaria: Leonardo utiliza la perspectiva, las luces y las sombras para crear una sensación de profundidad y realismo que atrapa al espectador y le invita a explorar cada detalle. ¿Qué hace que la Última Cena sea tan especial? Quizá sea la combinación de habilidad técnica y profundidad emocional, o quizá sea la habilidad de Leonardo para captar un momento de tensión dramática y hacerlo eterno. Una cosa es cierta: una vez que te sumerges en los detalles y secretos de esta obra maestra, no puedes evitar querer saber más. Y aunque esta obra maestra es muy famosa, estamos seguros de que hay tres cosas que no sabes sobre la Última Cena de Leonardo. ¡Veamos si hemos acertado!

1. La primera persona que comentó La Última Cena fue un matemático, gran amigo de Leonardo.

La primera persona que comentó La Última Cena de Leonardo fue Luca Pacioli. Pacioli era científico, matemático, procedía de Borgo San Sepolcro, el actual Sansepolcro, y era gran amigo de Leonardo da Vinci, así como de su paisano Piero della Francesca, también de Sansepolcro. El matemático habla de laÚltima Cena en la dedicatoria de su De Divina Proportione de 1498, escribiendo estas palabras: “No es posible que con mayor atención vivan los apóstoles imaginar el sonido de la voz de la verdad inefable y cuando dijo ’Unus vestrum me traditurus est’. Dove con acti e gestos l’uno e l’altro con viva e afligida admirazionee sembravano parlare l’uno con l’altro”. También él, por tanto, expresó su asombro ante la capacidad de Leonardo para pintar las emociones de los apóstoles.

2. La mesa es... ¡“irreal”!

¿Te has fijado alguna vez? Esa mesa no es realmente adecuada para trece personas todas en un lado. Es una mesa cómoda para ocho personas... pero no caben todos. En un espacio real, algunos de los apóstoles no tendrían dónde sentarse ¿Por qué entonces la decisión de crear una representación que podría calificarse de irreal? Leonardo quiso agrupar a los apóstoles, en detrimento de la disposición lógica alrededor de la mesa, precisamente para potenciar los efectos visuales y narrativos que quería conseguir.

3. No era la primera vez que Leonardo lidiaba con las “mociones del alma”.

La Última Cena no es la primera obra en la que Leonardo da Vinci se ocupa de las “mociones del alma”. Por “movimientos del alma” entiende los estados de ánimo de los personajes representados, haciéndose eco de una expresión de Leon Battista Alberti, que había teorizado sobre la importancia de dar expresividad a las figuras. Aunque esta atmósfera de asombro, palpable y concreta, que se lee con gran inmediatez en los rostros de los apóstoles, es quizá la principal novedad de LaÚltima Cena, novedad que contribuye a distinguir la obra maestra de Leonardo de todas las obras anteriores sobre el mismo tema, no se trata de la primera aplicación de las teorías de Alberti a una obra de Leonardo, ni siquiera de la más “científica”: de hecho , el precedente debe asignarse a otra obra. ¿Quiere saber cuál es? Siga leyendo...

¿Quiere saber más?

Para saber más sobre estos temas y conocer cuál fue la primera obra en la que Leonardo da Vinci se midió con las “mociones del alma”, lea el artículo en profundidad sobre LaÚltima Cenade Federico Giannini e Ilaria Baratta, puede encontrarlo en este enlace.

Tres cosas que no sabías sobre la Última Cena de Leonardo da Vinci

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