Toulouse, una obra maestra alemana del siglo XVI a la venta: el Ángel de Bernhard Strigel

El 4 de febrero se venderá en la casa Artpaugée de Toulouse(Francia) una importante obra del siglo XVI alemán recientemente encontrada. Se trata de un Ángel con incensario en túnica amarilla de 1520, obra de la última fase de la carrera del pintor Bernhard Strigel (Memmingen, 1460/1461 - 1528). La estimación es de 600.000/800.000 euros. Se trata de una obra importante por la gran calidad de la pintura, los brillantes colores y su carácter de testigo de la transición entre el gusto tardogótico y las novedades renacentistas, que se produjo más tarde en Alemania que en Italia. Además, el ángel que acaba de ser localizado (su descubrimiento se remonta a julio de 2021, cuando el coleccionista que decidió sacarlo a subasta se dirigió a Artpaugée para su tasación) es el colgante de un cuadro similar, de idénticas dimensiones, que salió a subasta en 2009 por Drouot y fue adquirido por el Louvre para su sede de Abu Dabi por un importe de 1.082.970 euros. El gemelo de Toulouse presenta una composición casi idéntica.

Pintado cuando Strigel rondaba los sesenta años, elÁngel con incensario está influido, según los expertos de Artpaugée, por el conocimiento de artistas como Alberto Durero, Hans Baldung y Albrecht Altdorfer. Estos personajes serían evidentes en el paisaje de este ángel, que está pintado vestido con una túnica amarilla mientras sostiene un incensario. Aunque la lectura completa se ve dificultada por el deterioro de la pintura, que está amarillenta, los tonos verdes y azules de la montaña y del follaje, cuyas ondulaciones se acentúan con puntos dorados, participan de la dimensión enigmática y espiritual de la escena. A lo lejos, inmersos en la naturaleza, e inmediatamente debajo de la mano del ángel, se ven también algunos edificios, perfilados de una manera típica de la pintura alemana de la época.

El incensario de base cuadrada que sostiene el ángel es un objeto muy raro. La profesora Susanne Thürigen, del Germanisches Nationalmuseum de Núremberg, afirma que no se tiene constancia de ningún otro incensario con base cuadrada, lo que hace que el cuadro resulte aún más fascinante. “El ángel, vestido con una túnica amarilla”, reza el catálogo de venta, “está envuelto en un manto rojo con largos y amplios pliegues, adornado con un brillante reflejo dorado. Desatado por el marco, el ángel ocupa todo el espacio. Está enmarcado por un paisaje de composición simétrica. A derecha e izquierda, los nudosos árboles de la Selva Negra dibujan líneas verticales. Están en el registro superior e invitan al espectador a entrar en la imagen. Detrás del Ángel, un camino serpentea por una zona boscosa y montañosa, con una cadena montañosa al fondo. El paisaje es fantástico y vacío. Sólo las casas del fondo son signos de presencia humana. Esta construcción es típica de los paisajes de Altdorfer [...]. Encontramos los mismos motivos en las obras de Bernhard Strigel de 1520”.

La obra también se sometió a investigaciones de diagnóstico. Las reflectografías, en particular, revelaron todo el diseño subyacente: con pincel y tinta, Bernhard Strigel dibujó toda su composición para no dejar nada al azar. “El dibujo de las alas”, explica el catálogo, “muestra la pincelada dinámica, viva y espontánea del artista. El trazo no es mecánico. El artista dibuja directamente sobre el soporte preparado, marca las sombras y excava las cortinas con líneas estrechas y paralelas. Acentúa algunos pliegues del drapeado con un trazo más grueso, pasando el pincel varias veces sobre el mismo pliegue que aparece negro (debajo de la rodilla de la pierna derecha). Otros pliegues apenas están pintados y aparecen en gris claro. El dibujo subyacente es visible a simple vista. En las alas, Strigel no ha seguido exactamente las líneas de su dibujo. El conjunto es dinámico y valioso”. La reflectografía también ha revelado algunas repeticiones, en particular en la mano izquierda, que presenta algunas variaciones: en efecto, los dedos han sido modificados. De nuevo, a la altura de la boca, el labio superior se colocó más bajo. La radiografía mostró además el excelente estado de conservación. “En la radiografía”, explica el catálogo, “se aprecian las juntas de las tablas y algunos elementos del estado de conservación: una ligera grieta bajo la mano izquierda y restauraciones sobre el ojo derecho (a la altura de la junta de las tablas), en el ángulo superior derecho y en el paisaje sobre el incensario. En la parte superior del ala derecha aparece una línea blanca. La radiografía también muestra que el asta derecha se extiende hacia arriba. En la radiografía aparecen líneas verticales paralelas. Son los anillos del roble, perfectamente alineados”.

Según la casa de subastas, la obra de Strigel (artista conocido hasta 1881 como el “Maestro de la Colección Hirscher” debido a la presencia de un núcleo de sus cuadros en la Colección Hirscher de Friburgo) sigue siendo “un gran misterio”, entre otras cosas porque ha sido poco estudiada (la única monografía sobre Bernhard Strigel, escrita por Gertrud Otto, data de 1964). No sabemos de dónde proceden los dos ángeles, pero podrían ser compartimentos de un políptico (tal vez el políptico de la Deposición realizado por el pintor para la iglesia de Nuestra Señora de Memmigen), al igual que queda por descubrir toda la historia de la transferencia de propiedad del ángel en venta. Tras abandonar Alemania, parece haber pasado por Italia y luego a Francia: en efecto, está atestiguado a principios del siglo XIX en la colección de François-Louis-Esprit Dubois, quien lo vendió en 1816. El comprador, el conde de Saint-Morys, la vendió a su vez dos años más tarde y, a través de otros pasajes, llegó finalmente a manos de la familia Toulouse, que la posee en la actualidad.

Toulouse, una obra maestra alemana del siglo XVI a la venta: el Ángel de Bernhard Strigel

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